El sue?o de integraci¨®n se tambalea por el Brexit
El voto por la salida de la UE ha cristalizado un sentimiento anti-inmigraci¨®n latente en la sociedad

Subhash Vyas lleva a?os yendo al mismo pub de su barrio, East Ham, en el este de Londres. Quiz¨¢ dos d¨¦cadas, no lo recuerda bien, pero cuenta que la Overdraft Tavern, en la esquina de la High Street y Sibley Gove era antes un banco; de ah¨ª su nombre ¡°descubierto [en cuenta]¡±. Vyas, de 77 a?os, lleg¨® hace casi 40 a Reino Unido desde India. Se asent¨® en East Ham, donde consigui¨® un trabajo en correos. Este hombre delgado, de piel oscura y pelo cano dice con media sonrisa que abraz¨® enseguida una de las mayores tradiciones brit¨¢nicas: la de tomarse una pinta (o varias, o algo m¨¢s fuerte, o menos) despu¨¦s del trabajo; el conocido afterwork. Desde la Overdraft Tavern o alg¨²n otro pub ha visto cambiar el barrio. De un distrito habitado mayoritariamente por ingleses y algunos indios, como su familia, a uno de los m¨¢s multiculturales del pa¨ªs. Pero en un estilo muy diferente de la cosmopolita City. En East Ham, un 80% de la poblaci¨®n es extranjera, la mayor¨ªa son non white british; un t¨¦rmino que se emplea para los brit¨¢nicos de otros or¨ªgenes, unos nueve millones en todo el pa¨ªs. Como Kalhik y Raakesh, con quienes Vyas comparte su pinta de hoy.

En East Ham, lleno de tiendas de carne halal, de restaurantes indios, con un par de templos hind¨²es, varias mezquitas y tres iglesias, criaron Vyas y su esposa a tres hijos y, ahora, a cuatro nietos. El barrio es uno de los m¨¢s pobres de Londres, en los que el desempleo es mayor y en el que abundan las viviendas inadecuadas, seg¨²n los datos de la Oficina Estatal de Estad¨ªsticas. Tambi¨¦n forma parte del distrito de Newham, en el que el Brexit sac¨® el porcentaje m¨¢s alto de apoyo (47%) en un Londres que vot¨® abrumadamente por la permanencia. El antiguo empleado de correos cree que, curiosamente, se debe a la inmigraci¨®n; al miedo al otro. Por primera vez en su vida, Vyas pas¨® por las urnas y lo hizo para votar contra el Brexit. ¡°Es malo para todos, y se ha fundamentado en un discurso que desune¡±, dice.
En la barra, Kevin Shankar, de 37 a?os, le da la raz¨®n. ¡°Mucha gente originaria de fuera, sobre todo del sureste asi¨¢tico, vot¨® por salir de la UE porque creen que los extranjeros que llegan ahora no se integran. Es rid¨ªculo¡±, dice. Shankar, que naci¨® en Mauricio pero creci¨® en East Ham, donde trabaja de profesor de Secundaria, cree que el Brexit ha desvelado que el sue?o de la integraci¨®n en Reino Unido es solo eso, un sue?o. ¡°En el fondo manda un mensaje de que la gente de fuera no es bienvenida. Te¨®ricamente el Brexit es s¨®lo para la gente de Europa del Este, pero el argumento se extendi¨® a todos. Eso nos deja a nosotros en un lugar complicado porque nos sentimos examinados; incluso por otra gente tambi¨¦n de fuera. Es como si hubiera extranjeros de varias clases¡±, afirma. Shankar cree que el Brexit y el sentimiento que floreci¨® con ¨¦l va a dificultar a¨²n m¨¢s la integraci¨®n en la que personas como ¨¦l trabajan. ¡°Y el racismo, el desarraigo, alimentan otras cosas mucho m¨¢s peligrosas, como la radicalizaci¨®n religiosa o pol¨ªtica¡±, apunta.
¡°El Brexit nos tom¨® a todos por sorpresa, aquellos de nosotros que trabajamos directamente con comunidades cada d¨ªa vimos la falta de tolerancia de los ¡®otros¡¯, la gente com¨²n y sin contacto directo con las comunidades de minor¨ªas ¨¦tnicas comenz¨® a invertir en las narrativas de la extrema derecha y el sensacionalismo de los medios de comunicaci¨®n¡±, apunta Zanib Rasool, que investiga sobre la sociolog¨ªa de la integraci¨®n en la Universidad de Sheffield. ¡°El Brexit ha abierto una compuerta al racismo y otras desigualdades, alimentando la individualidad y una cultura de ¡®nosotros y ellos¡¯ en comunidades ya divididas y fragmentadas¡±, remarca. Reino Unido, donde un 9% de sus 65,1 millones de habitantes es extranjero, registra una inmigraci¨®n neta anual de unas 300.000 personas. Una cifra que el Gobierno de Theresa May quiere reducir a toda costa a los 100.000.
De nuevo en el Oferdraft Tavern, la camarera Shoma Marley, afirma que el pub es uno de los pocos sitios del barrio, adem¨¢s de los tres o cuatro supermercados, en los que junta gente de todo origen y condici¨®n. La mujer, que naci¨® hace 32 a?os en Jamaica, muestra a un lado de la barra a Brian, ingl¨¦s y vecino de toda la vida; al otro a Shankar y su amigo indio Melvin Martin. Un poco m¨¢s all¨¢, Florin, Constantin y George, tres obreros rumanos que acaban de entrar y se agitan nerviosos esperando que Marley les sirva un trago. ¡°Bueno, hay pocas mujeres, eso s¨ª; y los musulmanes no suelen venir mucho¡±, reconoce la camarera.
El profesor Shankar, que apura su zumo de naranja, sostiene que en una comunidad como East Ham el debate migratorio y el Brexit oculta otra realidad: la del miedo al desempleo, a perder beneficios sociales y, sobre todo, el problema de la vivienda. Algo que repiten todos en la Overdraft Tavern. ¡°Es incre¨ªble como han subido los precios de las casas. Ahora mismo son inabordables para gente como nosotros. No podemos pagar medio mill¨®n de libras por una¡±, se lamenta Martin, de 32 a?os y empleado en los supermercados Tesco. Y a?ade: ¡°Tenemos la vida hecha aqu¨ª y a este paso nos tendremos que mudar¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
