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El del bosque virgen de Bialowieza es uno m¨¢s de los varapalos de la UE que el Ejecutivo de Beata Szydlo se afana en ignorar. Bruselas, que interpuso ante el Tribunal de Justicia Europeo un recurso contra Polonia por la tala de la hist¨®rica floresta, abri¨® la semana pasada otro procedimiento de infracci¨®n al gigante del Este por sus reformas para politizar la justicia, y le ha dado un mes de plazo para dar marcha atr¨¢s en ese ¨²ltimo cap¨ªtulo de su deriva autoritaria; si no, amenaza con retirarle sus derechos de voto en la UE. Pero embarcado en un discurso cada vez m¨¢s nacionalista y euroesc¨¦ptico, el Gobierno del PiS afirma que est¨¢ siendo objeto de un "chantaje" de la UE y que no ceder¨¢.

Ahora tambi¨¦n se ha enrocado en sus planes para el ecosistema de Bialowieza. "Estamos actuando de acuerdo con las leyes de la UE", afirm¨® este lunes el ministro de Medio Ambiente, Jan Szyszko, que recalc¨® que las talas s¨®lo se est¨¢n realizando de manera selectiva y en zonas no protegidas. El titular de Medio Ambiente se mostr¨® sorprendido por la sentencia europea ¡ªtodav¨ªa es provisional¡ª, que exige el cese de las talas por "el grave e irreparable da?o que podr¨ªan causar a un entorno natural que no tiene precio". Szyszko defendi¨® que las autoridades polacas est¨¢n llevando a cabo las "medidas de protecci¨®n" necesarias para detener la que ha considerado "la mayor plaga de escarabajo en d¨¦cadas". Exhibiendo un frasco lleno de estos insectos provenientes, dijo, de Bialowieza, afirm¨® que suspender la tala puede llegar a costar unos 500.000 euros en da?os ambientales. No obstante, no present¨® ning¨²n dato o informe oficial para sustentar su tesis.

La Comisi¨®n Europea ha exigido este lunes al Gobierno del PiS que cese la tala y acate la sentencia, aunque sea provisional. Tambi¨¦n lo han hecho decenas de grupos ambientalistas, que dudan del argumento del Gobierno polaco, al que acusan de aprovechar la destrucci¨®n del bosque ¡ªdeclarado reserva de la Biosfera por la UNESCO en 1976 y Patrimonio de la Humanidad en 1979¡ª para favorecer a la industria maderera y de tratar de asegurarse votos en la zona, donde gran parte de la poblaci¨®n halla trabajo en este sector. En marzo, poco antes de ordenar la tala, el PiS triplic¨® la cuota de madera que puede recogerse en una de las tres ¨¢reas de Bialowieza. Organizaciones como Greenpeace, WWF o ClientEarth, que llevan moviliz¨¢ndose durante meses, consideran ilegal la explotaci¨®n del milenario bosque y exigen que todo el ¨¢rea sea considerada zona protegida; como en Bielorrusia. Defienden que el escarabajo no supone ning¨²n peligro para el bosque. "Es un habitante frecuente y natural que ha existido siempre en la floresta", afirma Katarzyna Jagiello, de Greenpeace.

Hace menos de un mes, la Unesco mostr¨® tambi¨¦n su preocupaci¨®n por la destrucci¨®n del bosque y exigi¨® el cese de las talas. Este organismo se plantea, de hecho, incluir la floresta en su lista de sitios "patrimonio de la humanidad en peligro" y afirm¨® que enviar¨¢ un equipo de expertos a evaluar la zona, donde las movilizaciones ecologistas se han convertido en habituales, aunque los ambientalistas denuncian que los guardas del parque y las autoridades se han vuelto cada vez m¨¢s hostiles. Un fotoperiodista polaco denunci¨® hace unos d¨ªas una agresi¨®n por parte de dos obreros de una de las compa?¨ªas maderera cuando trataba de ver el avance de las talas en el bosque, uno de los territorios por los que Polonia recibe fondos europeos destinados a la conservaci¨®n de la flora y la fauna.