El negocio millonario del control de fronteras
En este sector, en pleno crecimiento, la relaci¨®n entre Estados y empresas privadas es cada vez m¨¢s intensa
Si se est¨¢ planteando una inversi¨®n, no descarte las actividades relacionadas con el control de frontera. Tan solo para frenar las llegadas de migrantes, Europa se gast¨® 17.000 millones de euros entre 2014 y 2016, seg¨²n un informe del Overseas Development Institute (ODI). Marta Foresti, directora adjunta del think tank brit¨¢nico, asegura que el principal cambio en la estrategia migratoria del Viejo Continente ante la crisis de 2015, cuando un mill¨®n de personas entr¨® irregularmente a Europa, se dio en el aspecto econ¨®mico. ¡°Tanto en la vigilancia y la creaci¨®n de vallas, como en paquetes de ayuda a los pa¨ªses de origen¡±, precisa. Un caso representativo, apunta Foresti, es el de la Agencia Europea de Fronteras (Frontex): su presupuesto pas¨® de seis millones de euros en 2005 a 254 en 2017.
Theodore Baird, investigador en la Universidad de ?msterdam, explica en uno de sus art¨ªculos que el control de las fronteras europeas se volvi¨® m¨¢s restrictivo, militarizado y ¡°mort¨ªfero¡± ya a partir de los noventa. ¡°Para atender este r¨¦gimen restrictivo¡±, contin¨²a, ¡°ha crecido un mercado europeo impulsado por varias empresas que participan en el dise?o, la producci¨®n y el suministro de tecnolog¨ªas de seguridad y vigilancia fronterizas¡±.
Grandes compa?¨ªas como Siemens, Finmeccanica, G4S, Indra, Thales, Ericsson o Airbus no solo proveen herramientas y ofrecen servicios a Estados y agencias comunitarias, sino que participan en calidad de expertos en la elaboraci¨®n de los informes encomendados por la UE sobre el futuro del sector de seguridad.?La investigaci¨®n Security for Sale, llevada a cabo por 22 periodistas europeos en 11 pa¨ªses, apunta que las empresas de vigilancia logran unos 30.000 millones cada a?o en el mercado comunitario y que entre los principales 10 adjudicatarios de los fondos de seguridad europeos est¨¢n la espa?ola Indra o el consorcio Airbus.
The New Arrivals
Cuatro millones de inmigrantes han llegado a Espa?a en dos d¨¦cadas en avi¨®n, en patera o saltando la valla. M¨¢s de un mill¨®n de personas pidieron asilo en Europa en 2016. EL PA?S cuenta, en un proyecto de 500 d¨ªas con los diarios The Guardian, Der Spiegel y Le Monde, c¨®mo se adaptan estos nuevos europeos y c¨®mo Europa se adapta a ellos. Una mirada a un fen¨®meno que est¨¢ transformando Espa?a y el continente
¡°Existen diferentes tipos de privatizaci¨®n en materia migratoria y obviamente toda externalizaci¨®n va vinculada a motivos presupuestarios¡±, arguye Yves Pascoau, director de Migraciones y Pol¨ªticas de Movilidad del think tank European Policy Centre. ¡°Por ejemplo, en Francia se ha aplicado a la gesti¨®n de los visados; las empresas privadas son m¨¢s r¨¢pidas en recoger las aplicaciones y as¨ª se aligera el proceso¡±, explica en conversaci¨®n telef¨®nica.
La subcontrataci¨®n y la externalizaci¨®n son pr¨¢cticas heredadas del mundo empresarial. Basta pensar en las prendas que llenan los escaparates de las grandes marcas europeas, en buena medida fabricadas en el exterior por terceras sociedades. Ante el ¨¦xito de este modelo de negocio, los Estados han abrazado un sistema parecido en ¨¢mbitos como la sanidad o algunos aspectos de la gesti¨®n migratoria. Queriendo ir al extremo, ?qu¨¦ pasar¨ªa ante una tragedia como la del Rana Plaza, el edificio que se derrumb¨® en 2013 en Daca y caus¨® la muerte centenares de trabajadores de f¨¢bricas textiles al servicio de grandes firmas como Primark, Benetton o Mango? ?
El ciudadano angole?o Jimmy Mubenga falleci¨® en 2010 cuando iba a ser expulsado de Reino Unido. Ya a bordo de un avi¨®n comercial de British Airways empez¨® a protestar e intent¨® resistirse a la deportaci¨®n. Muri¨® tras ser reducido por agentes de seguridad de la compa?¨ªa privada G4S, encargada por el Home Office (equivalente al Ministerio del Interior) de escoltar a los extranjeros en los vuelos de repatriaci¨®n.
El tr¨¢gico episodio, recogido en el libro El negocio de la xenofobia?(Clave Intelectual, 2013) de Claire Rodier, cofundadora de la red europea Migreurop, ejemplifica el dilema que supone privatizar actividades que competen a la esfera p¨²blica. ¡°?De qui¨¦n es la responsabilidad?¡±, apunta Pascouau. La muerte de Mubenga, que seg¨²n los testigos falleci¨® por asfixia, fue archivada como ¡°inexplicable¡±. G4S perdi¨® el contrato con el Estado, pero nadie cumpli¨® condena ni se revis¨® el modelo: otra empresa privada pas¨® a ocuparse de la inc¨®moda, pero lucrativa, tarea.
En Espa?a, Air Europa perdi¨® a finales del a?o pasado el negocio de los llamados ¡°vuelos de la verg¨¹enza¡±. Evelop Airlines, Orbest y Air Nostrum se adjudicaron el jugoso bot¨ªn: las repatriaciones ¡ªadem¨¢s de los traslados de inmigrantes dentro del territorio nacional¡ª les supondr¨¢n un ingreso de m¨¢s de 11 millones de euros durante 18 meses.
Espa?a, pionera tanto en levantar muros como en instalar sistemas de vigilancia inteligentes, ¡°ha inspirado¡± alguno de los ejes m¨¢s caracter¨ªsticos del sistema de control comunitario, explica Virginia Rodr¨ªguez,?investigadora de la Fundaci¨®n PorCausa . Las vallas de Ceuta y Melilla ¡ªque supusieron un desembolso de 72 millones de euros entre 2005 y 2013, seg¨²n un informe de Amnist¨ªa Internacional¡ª y el SIVE, el Sistema Integrado de Vigilancia Exterior de las costas ¡ªque implic¨® un gasto ulterior de unos 230 millones de euros entre 2000 y 2008¡ª, son dos ejemplos evidentes, detr¨¢s de los cuales est¨¢n empresas como Indra o Dragados.
El informe del ODI menciona que, desde la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn, se construyeron o se empezaron a construir 1.200 kil¨®metros de vallas fronterizas en Europa. El gasto estimado para siete de estas barreras (en Grecia, Bulgaria, Hungr¨ªa, Austria, Eslovenia, Letonia y Estonia entre 2011 y 2016) ronda los 300 millones de euros. En 2013, la UE instal¨® un sistema parecido al SIVE (Eurosur) para vigilar sus fronteras a trav¨¦s de drones, sensores y sat¨¦lites, al que se destinaron 244 millones entre 2014 y 2020. Tambi¨¦n es espa?ola la empresa l¨ªder en producci¨®n de alambres de cuchillas: la andaluza European Security Fencing patent¨® en 2003 las concertinas que coronan la valla de Melilla y la que separa Serbia de Hungr¨ªa.
Seg¨²n c¨¢lculos citados por Baird, el mercado global de la seguridad fronteriza rebasar¨¢ los 50.000 millones de euros en 2022, pero el autor advierte de que esta cifra es enga?osa: no existe estimaci¨®n exclusiva referida al control de las migraciones ni est¨¢ definido de manera clara qu¨¦ actividades engloba el sector. ¡°Hay muy poca transparencia¡±, confirma Foresti.
La externalizaci¨®n de la frontera
El proyecto The New Arrivals est¨¢ financiado por el European Journalism Centre con el apoyo de la Fundaci¨®n Bill & Melinda Gates.
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