¡°En Venezuela, la v¨ªa de la Uni¨®n Europea no es la de Washington¡±

¡°Hay un nivel de confrontaci¨®n muy preocupante, pero esperemos que no se llegue a eso¡±, afirma Fernando Garc¨ªa Casas, secretario de Estado de Cooperaci¨®n Internacional y para Iberoam¨¦rica y el Caribe, cuando se le pregunta por el riesgo de guerra civil en Venezuela. Este diplom¨¢tico madrile?o de 60 a?os fue durante m¨¢s de una d¨¦cada mano derecha del secretario general iberoamericano Enrique Iglesias, a quien acudi¨® a pedir consejo cuando el ministro Alfonso Dastis le encarg¨® las relaciones con un continente que siente como propio, tras un breve par¨¦ntesis como embajador en Estonia.

Aunque admite ¡°conversar con frecuencia¡± con altos cargos de la Administraci¨®n Trump, asegura que Europa no est¨¢ siguiendo la estrategia marcada por EE?UU, que se plantea imponer a Venezuela sanciones econ¨®micas, como el embargo petrolero. ¡°La UE debe seguir su propio camino y aplicar f¨®rmulas que en lo posible reduzcan la tensi¨®n y reconduzcan la situaci¨®n¡±, afirma,

Un primer paso en ese camino fue la declaraci¨®n difundida el pasado d¨ªa 2 por la alta representante de la Uni¨®n para Asuntos Exteriores, Federica Mogherini, que negaba legitimitad a la Asamblea Constituyente dise?ada por Maduro, pero no asum¨ªa las sanciones individuales y selectivas reclamadas por Espa?a. ¡°Esa declaraci¨®n se hizo a propuesta espa?ola¡±, sostiene Garc¨ªa Casas, ¡°recoge todas nuestras preocupaciones y advierte de que se considerar¨¢n medidas restrictivas en funci¨®n de c¨®mo evolucione la situaci¨®n¡±.

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Aunque reconoce que algunos socios de la UE se oponen a las sanciones, le resta importancia. ¡°Hay sensibilidades distintas, pero la declaraci¨®n fue acordada por los 28. Tenemos que ir todos al comp¨¢s, al ritmo que marca el consenso¡± , alega.

La prohibici¨®n de entrada en la UE de los dirigentes chavistas, propuesta por Rajoy, tiene en su opini¨®n ¡°un importante alcance pol¨ªtico. Es una medida simb¨®lica pero tambi¨¦n pr¨¢ctica, porque hay personas [del r¨¦gimen] con intereses afectivos, econ¨®micos y de otro tipo en la UE. Cuando se llegue a esa decisi¨®n, y ojal¨¢ no haya que tomarla porque se reconduzca la situaci¨®n, no podr¨¢n entrar¡±.

M¨¢s complicado, admite, es congelar los activos de los dirigentes venezolanos, como ha hecho Washington, porque tiene ¡°implicaciones jur¨ªdicas¡± y la UE cuenta con un complejo ¡°procedimiento reglado que se tendr¨ªa que activar¡±, como se hizo en los conflictos de Ucrania y Siria.

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Dastis est¨¢ en contacto con su hom¨®logo peruano, Ricardo Luna, que ha convocado una reuni¨®n de cancilleres latinoamericanos el d¨ªa 8 para abordar la crisis. Espa?a, seg¨²n el secretario de Estado, apoya ¡°una soluci¨®n regional y est¨¢ dispuesta siempre a facilitarla¡±, pese a reconocer que las organizaciones regionales se han mostrado incapaces no solo de dar una soluci¨®n, sino de tomar una postura com¨²n. ¡°Am¨¦rica Latina est¨¢ dividida, pero hay una clara mayor¨ªa a favor de la institucionalidad y la democracia¡±.

Entre los pa¨ªses ¡°que tienen un papel que jugar¡± est¨¢ Cuba, a donde Dastis viajar¨¢ a principios de septiembre. Garc¨ªa Casas da por descontado que este asunto se abordar¨¢ durante la visita. ¡°Siempre que hablamos con las autoridades cubanas, evocamos el tema de Venezuela. Obviamente, no hay convergencia de puntos de vista, pero yo creo que ellos tambi¨¦n est¨¢n muy preocupados por la situaci¨®n y har¨¢n lo que est¨¦ en su mano para que no se agrave¡±.

Garc¨ªa Casas sostiene que este es un momento ¡°adecuad¨ªsimo para avanzar en el di¨¢logo pol¨ªtico, la relaci¨®n econ¨®mica y la consular (hay m¨¢s de 150.000 espa?oles en Cuba) y que la visita de Dastis a La Habana puede despejar el camino para los viajes pendientes de Rajoy y el Rey.

Pese al conflicto de Venezuela y la crisis institucional en Brasil, se muestra optimista sobre el futuro de Am¨¦rica Latina. Incluso del esc¨¢ndalo Odebrecht, la constructora brasile?a cuyos tent¨¢culos de corrupci¨®n han salpicado a todo el continente, saca lecciones positivas. ¡°Creo que habr¨¢ un antes y un despu¨¦s de Odebrecht. Cada pa¨ªs est¨¢ buscando su soluci¨®n judicial y pol¨ªtica. Lo importante es que los mecanismos de institucionalidad democr¨¢tica funcionen, que quienes obraron mal reciban una sanci¨®n y tambi¨¦n es una oportunidad para las empresas que juegan limpio¡±. ?C¨®mo las espa?olas? ¡°Por ejemplo¡±.