El partido de las FARC nace con la aspiraci¨®n de gobernar
"Hemos ingresado a la vida pol¨ªtica legal porque queremos ser Gobierno o hacer parte de ¨¦l", asegura Iv¨¢n M¨¢rquez
Las FARC se lanzaron este viernes oficialmente a la pol¨ªtica con una aspiraci¨®n que ilustra el alcance del proceso de paz entre la guerrilla y el Ejecutivo colombiano. La organizaci¨®n ha dejado de ser un grupo insurgente, en guerra con el Estado desde hace m¨¢s de medio siglo y con un pasado de cr¨ªmenes, para combatir el sistema desde dentro. Su n¨²mero dos, Iv¨¢n M¨¢rquez, lo advirti¨® al finalizar el congreso fundacional: ¡°Hemos ingresado a la vida pol¨ªtica legal porque queremos ser Gobierno o hacer parte de ¨¦l¡±. El m¨¢ximo l¨ªder de la formaci¨®n, Rodrigo Londo?o, Timochenko, lo aval¨® horas m¨¢s tarde ante miles de personas en la Plaza Bol¨ªvar de Bogot¨¢. "Lanzamos desde ya nuestra propuesta de un Gobierno nacional de transici¨®n para el per¨ªodo 2018-2022", proclam¨®.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia terminaron el c¨®nclave en el que se han constituido como partido pol¨ªtico. Los cerca de mil delegados votaron mayoritariamente mantener sus siglas y llamarse Fuerza Alternativa Revolucionaria del Com¨²n, sobre todo para contentar a sus bases; se presentaron ante la sociedad con un s¨ªmbolo tradicionalmente socialdem¨®crata, la rosa roja, que M¨¢rquez prometi¨® convertir en revolucionario; y dejaron en el aire muchas de las decisiones operativas que afronta ahora la organizaci¨®n.
Una petici¨®n al Papa
Los cuadros de la reci¨¦n nacida Fuerza Alternativa Revolucionaria del Com¨²n celebraron ayer el viaje del Papa, que entre el mi¨¦rcoles y el domingo de la semana que viene visitar¨¢ Colombia y mantendr¨¢, en la ciudad de Villavicencio, un encuentro con v¨ªctimas del conflicto y victimarios. Al margen de la agenda de Francisco, la FARC considera que ¡°la presencia del sumo Pont¨ªfice en Colombia es trascendental¡± y por eso solicit¨® la posibilidad de una entrevista con ¨¦l, que las autoridades del pa¨ªs han, en cualquier caso, descartado de forma tajante.
Por ejemplo, la FARC no tiene todav¨ªa una ejecutiva definida. Los miembros de la direcci¨®n ser¨¢n 111, la c¨²pula ser¨¢ un ¨®rgano colegiado, la figura de Timochenko seguir¨¢ siendo clave mientras M¨¢rquez -que en los ochenta ya fue congresista de la Uni¨®n Patri¨®tica, una fuerza considerada brazo pol¨ªtico de la guerrilla- ir¨¢ adquiriendo protagonismo en el d¨ªa a d¨ªa. Pero formalmente no existe todav¨ªa una jerarqu¨ªa En marzo de 2018, adem¨¢s, se celebran elecciones legislativas. El acuerdo de paz alcanzado hace un a?o con el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, garantiza al nuevo partido cinco esca?os en la C¨¢mara de Representantes y cinco en el Senado. Sin embargo, las listas todav¨ªa no est¨¢n decididas.
Algunos de los principales dirigentes de la formaci¨®n comparecieron ante los periodistas, con los que han comenzado a tratar con frecuencia cotidiana en los ¨²ltimos meses, para dar cuenta de las conclusiones del congreso. M¨¢rquez estaba acompa?ado de exguerrilleros como Carlos Antonio Lozada, Pastor Alape o Pablo Catatumbo, mientras que Timochenko se ausent¨® para preparar el discurso de su mitin, en el que enfatiz¨®: "No queremos una sola gota m¨¢s de sangre por motivos pol¨ªtcos",
Los portavoces de la FARC lanzaron algunos mensajes a los electores, que seg¨²n algunas encuestas empiezan a ver la organizaci¨®n con mayor indulgencia, y a sus bases. Reiteraron su compromiso con una ¡°v¨ªa exclusivamente pol¨ªtica¡± a sus reivindicaciones, coincidentes con el ideario marxista-leninista y muy pr¨®ximas al proyecto bolivariano de Hugo Ch¨¢vez. Y aprovecharon el argumento de la crisis del sistema de partidos tradicionales, acosados por la corrupci¨®n especialmente tras el estallido del esc¨¢ndalo de Odebrecht, para exponer su declaraci¨®n de intenciones. ¡°Se puede abrir un horizonte de cambio en las condiciones de existencia de la vida del com¨²n¡±, asever¨® M¨¢rquez, que apel¨® a una ¡°coalici¨®n democr¨¢tica de amplia convergencia¡± para hacer frente a lo que calific¨® de ¡°deterioro evidente del r¨¦gimen existente¡±. ¡°Los poderes del Estado est¨¢n mostrando como nunca niveles de crisis y descomposici¨®n¡±, agreg¨®.
La dirigencia de la FARC habl¨® tambi¨¦n a sus m¨¢s de 7.000 exguerrilleros, que el pasado 15 de agosto culminaron la entrega de armas a la misi¨®n de Naciones Unidas en Colombia, para recordarles los retos del giro radical al que se enfrentan: ¡°Se modificar¨¢ la cotidianidad de los territorios sometidos a la violencia. Se transformar¨¢ para bien la vida de los campesinos y de las comunidades rurales¡±. Esta circunstancia, el fin de la violencia, es una oportunidad sin precedentes ara construir un nuevo pa¨ªs y para el renacimiento del campo, golpeado por la guerra desde 1964. Pero tambi¨¦n representa un salto al vac¨ªo para sus integrantes, que tras vivir d¨¦cadas, en algunos casos, de espaldas a la sociedad se incorporan a la vida civil en medio de interrogantes. La gran mayor¨ªa de ellos asegura que se mantendr¨¢ vinculada al partido y tratar¨¢ de guardar las esencias antisistema en las urnas. Esa es la promesa de Timochenko y de M¨¢rquez. ¡°Sobre nuestra trayectoria hist¨®rica es que queremos concebir el car¨¢cter de nuestro partido; como un partido revolucionario¡±. De esos equilibrios entre las instituciones y la rebeld¨ªa depende el futuro de la organizaci¨®n.
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