Macron lleva su esp¨ªritu reformista a la educaci¨®n francesa
El presidente abre su primer curso escolar con clases reducidas y una semana de cuatro d¨ªas en algunos centros
![Marc Bassets](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Fcf2ce732-a442-4a7c-8ab9-e5143e9f27e6.png?auth=c683d32d47b8b2a3ab9fd1312824776b9aedb9370f630b1242790fa6556e52e0&width=100&height=100&smart=true)
![El presidente francés, Emmanuel Macron, en una escuela de la localidad francesa de Forbach, el primer día de curso](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/YTRGWUM6E2BAGVATZZBMQYQHVM.jpg?auth=8f5448e754956b786d8b76f33e1078b7d051614a8debafdcd0e713d5290332ab&width=414)
El presidente franc¨¦s, adem¨¢s de jefe de los ej¨¦rcitos, ejerce oficiosamente de primer maestro del pa¨ªs. Un preceptor, un modelo. Emmanuel Macron, que se toma en serio esta tarea, inaugur¨® este lunes su primer curso escolar, una jornada casi sagrada en Francia, pa¨ªs donde la educaci¨®n ¡ªlaica, republicana, centralizada¡ª es uno de los pilares de la identidad nacional. Macron, que visit¨® una escuela de Forbach (Mosela), quiere llevar su esp¨ªritu reformista a los 12,4 millones de estudiantes que comenzaban el curso. Con dos medidas estrella: las clases de doce alumnos para primero de primaria en algunas escuelas, y el regreso opcional a la semana de cuatro d¨ªas.
"Lo ha dicho el ministro nacional de la educaci¨®n", justificaba por la ma?ana, en una escuela del distrito XV de Par¨ªs, una profesora. Se refer¨ªa al hecho que hubiese recibido a los alumnos con m¨²sica sonando en unos altavoces. Y efectivamente, en junio, el ministro Jean-Michel Blanquer sugiri¨® a las escuelas que acogiesen a los alumnos con m¨²sica. Algunas organizaron a toda prisa ensayos de la coral; otras, como la mencionada en Par¨ªs, se limitaron a poner m¨²sica grabada.
Este es un pa¨ªs jer¨¢rquico: los deseos de un dirigente se cumplen con mayor o menor rigor en todo el pa¨ªs. Y, si el presidente tiene a¨²n algo de monarca prerrevolucionario, el ministro de la Educaci¨®n es una especie de cardenal laico, una autoridad fundamental en pa¨ªs en el que, como dec¨ªa el escritor Charles P¨¦guy, los maestros de primaria son los ¡°h¨²sares negros" de la Rep¨²blica, los soldados que, con el arma de la pizarra y a tiza, llevan por todos los rincones del Hex¨¢gono, y de los territorios de ultramar, los valores de la igualdad, la libertad y la fraternidad.
Todo ministro quiere dejar huella cuanto antes, y aunque lleve menos de cuatro meses en el cargo, Blanquer ya ha marcado el rumbo con una serie de medidas ¡ªmedidas limitadas pero simb¨®licas: el macronismo traducido a la educaci¨®n¡ª que esta semana empiezan a ponerse en pr¨¢ctica.
Cinco medidas
SEMANA DE CUATRO D?AS. Reducci¨®n optativa de la semana lectiva de cuatro d¨ªas y medio a cuatro d¨ªas, con el mi¨¦rcoles como jornada libre para dedicar a actividades extraescolares.
CLASES REDUCIDAS. Clases de doce alumnos en el primer curso de la escuela primaria en zonas en dificultad, medida destinada a atenuar las desigualdades desde el inicio de la escolaridad.
AYUDA EN LOS DEBERES. Los alumnos de la escuela intermedia, de entre 11 y 15 a?os, puedan hacer los deberes en clase con la ayuda de profesores y voluntarios, una medida dise?ada para los alumnos cuyas familias no pueden ayudarles.
M?TODO SIL?BICO. Los debates educativos alcanzan niveles muy t¨¦cnicos en Francia. La mejora del aprendizaje de la lectura es una prioridad del ministro de Educaci¨®n, Jean-Michel Blanquer, que ha suscitado una peque?a pol¨¦mica al propugnar el m¨¦todo de aprendizaje sil¨¢bico.
FUMAR EN LA ESCUELA. Otra propuesta en debate en este inicio de curso: la posibilidad de permitir fumar dentro del recinto escolar, donde ahora est¨¢ prohibido. El objetivo atenuar el peligro de atentado terrorista contra los estudiantes fumadores concentrados en la calle ante el centro educativo.
La primera es la posibilidad de reducir la semana escolar de cuatro d¨ªas y medio a cuatro d¨ªas en la primaria. Un tercio de las escuelas francesas, sobre todo en municipios rurales, se ha acogido a esta posibilidad, que en realidad representa un regreso a la reforma adoptada bajo el presidente Nicolas Sarkozy. Se trata de liberar el mi¨¦rcoles para actividades extraescolares, jornada que tradicionalmente hab¨ªa sido festiva en la educaci¨®n francesa (la pr¨¢ctica se remonta a 1882, cuando la Rep¨²blica dej¨® libre el jueves para que los alumnos pudieran seguir una instrucci¨®n religiosa fuera de los edificios de la escuela p¨²blica).
La otra medida estrella es la divisi¨®n por dos de las clases de primero (curso preparatorio, o CP en franc¨¦s) en las zonas llamadas REP+, que el Ministerio de Educaci¨®n define como aquellos ¡°barrios o sectores aislados con mayor concentraci¨®n de dificultades sociales que tienen una incidencia fuerte en el ¨¦xito escolar¡±. En 2.500 clases de CP habr¨¢ doce alumnos por aula. En los pr¨®ximos a?os debe extender a m¨¢s zonas en dificultades y al segundo curso.
No ha sido un inicio de curso caliente, pero tampoco sin tropiezos. Seis mil alumnos reci¨¦n graduados del bachillerato no han encontrado plaza en la universidad. Y los recortes en las subvenciones p¨²blicas a empleos de bajos ingresos, como el personal de los comedores, afectan a la escuela. Como instituci¨®n central en Francia, los traumas de la Rep¨²blica, todos sus problemas se proyectan en ella, desde las desigualdades sociales hasta el temor a los guetos y la islamizaci¨®n.
El debate de fondo ahora, y las cr¨ªticas a Blanquer, va m¨¢s all¨¢ de las iniciativas citadas. Se cuestiona su afinidad pol¨ªtica con la derecha liberal ¡ªocup¨® cargos de responsabilidad durante los a?os de Sarkozy¡ª, su apego a los hallazgos m¨¢s recientes de las ciencias cognitivas para dise?ar pol¨ªticas educativas y una ret¨®rica y un estilo tradicional.
Blanquer, que hasta que Macron lo nombr¨® ministro dirig¨ªa la escuela de negocios ESSEC, regal¨® a 150.000 alumnos del quinto curso las F¨¢bulas de La Fontaine y desea reforzar la ense?anza del lat¨ªn, "un vector de la lucha contra las desigualdades", ha dicho a Le Figaro. En la misma entrevista, proclama: "Nuestro objetivo primordial es que cada alumno en la escuela primaria sepa leer, escribir, contar bien, y respetar a los dem¨¢s". Y a?ade: "El ministerio de Educaci¨®n es ante todo el ministerio de la lengua".
Parece un eco de la definici¨®n de lengua materna que puede leerse en el reci¨¦n reeditado Diccionario de pedagog¨ªa de Ferdinand Buisson, publicado entre 1882 y 1887, y considerada la Biblia de la educaci¨®n laica, el manual de los maestros de escuela republicanos de finales del XIX y principios del XX. "La ense?anza de la lengua nacional es evidentemente la obra capital de la escuela primaria", se lee en la definici¨®n.
En la introducci¨®n de la nueva edici¨®n, el historiador Pierre Nora retraza el hilo entre la revoluci¨®n, la rep¨²blica, la raz¨®n, la democracia, la educaci¨®n y finalmente "la instrucci¨®n primaria" en la que, escribe, reposa "la identidad misma del ser nacional". Todos los ministros quieren dejar su huella, y sus reformas, pero hay una continuidad en la escuela republicana que todav¨ªa no se ha quebrado.
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