La Casa Blanca maniobra para regularizar a los ¡®dreamers¡¯ a cambio de fondos para el muro con M¨¦xico
La propuesta republicana, rechazada de plano por los dem¨®cratas, convierte a 800.000 inmigrantes en rehenes de una negociaci¨®n cuyo final se vislumbra oscuro
La Casa Blanca ha puesto precio al futuro de los dreamers. Tras liquidar el programa que permite permanecer legalmente en Estados Unidos a los sin papeles que llegaron al pa¨ªs siendo menores, ahora apoya su regularizaci¨®n en el Congreso a cambio de que se aprueben fondos para la construcci¨®n del muro con M¨¦xico. La propuesta, rechazada de plano por los dem¨®cratas, convierte a estos 800.000 inmigrantes en rehenes de una negociaci¨®n cuyo final se vislumbra oscuro.
El futuro de los dreamers vuelve a estar escrito en pasado. Durante un decenio su situaci¨®n legal fue objeto de negociaci¨®n parlamentaria, pero nunca sali¨® adelante. Tanto en la ¨¦poca de George W. Bush como la de Barack Obama, los diferentes intentos naufragaron. Uno de los ¨²ltimos fue la llamada Dream Act, que solidificaba su cobertura legal. Super¨® el list¨®n de la C¨¢mara de Representantes, pero en 2010 cay¨® por cinco votos en el Senado.
Siete a?os despu¨¦s, el destino de estos j¨®venes inmigrantes ha regresado al Congreso justo cuando mayor es la fractura. En la era Trump, la distancia entre dem¨®cratas y republicanos resulta abismal, y las propias filas conservadoras se han vuelto un campo minado. Ni siquiera en sus mayores banderas, como la reforma sanitaria, han sido capaces de lograr el consenso.
Cerrar un pacto en este ecosistema supone una tarea compleja. Trump ha dado un plazo de seis meses antes de cancelar el programa que da cobertura legal a los dreamers y las propuestas bipartidistas no han definido a¨²n su objetivo. Resucitar el Dream Act, establecer un acuerdo puente que otorgue tres a?os m¨¢s de vida al programa o incluso una amplia reforma migratoria figuran en el horizonte. La masa cr¨ªtica para conseguirlo, como reconocen algunos expertos, existe. El propio presidente de la C¨¢mara de Representantes, el republicano Paul Ryan, y figuras tan carism¨¢ticas como el senador John McCain se han mostrado partidarios de salvar a los dreamers.
16 Estados salen a favor de los dreamers
No est¨¢n solos. Las fiscal¨ªas generales de 16 Estados han salido en defensa de los dreamers y han presentado una demanda conjunta contra la decisi¨®n del presidente Donald Trump de poner fin al programa que impide la deportaci¨®n de los inmigrantes que llegaron de ni?os a EEUU. La iniciativa sostiene que se ha retirado a estos inmigrantes de un derecho del que gozaban sin darles posibilidad de recurrir. Tambi¨¦n apunta a que la medida est¨¢ basada en prejuicios y puede ser discriminatoria en tanto que el 78% de los afectados son mexicanos. Liderada por las fiscal¨ªas de Nueva York y Washington, bajo control dem¨®crata, la demanda considera que con la liquidaci¨®n del programa DACA, aprobado en 2012 por Barack Obama, se ha da?ado a la econom¨ªa estadounidense y, por lo tanto, a los Estados.
Pero el conglomerado radical puede desestabilizar cualquier avance. En el Gobierno viene representado, entre otros, por el fiscal general, Jeff Sessions. Con un turbulento historial racista, fue el encargado de anunciar el fin del programa creado por Barack Obama. ¡°No podemos admitir a cualquiera que quiera venir aqu¨ª, es as¨ª de sencillo¡±, clam¨® visiblemente satisfecho.
Extremista y xen¨®fobo, este antiguo senador por Alabama asegura una oposici¨®n permanente dentro de la Administraci¨®n a cualquier pacto. Un rechazo que tiene continuidad en un grupo rocoso de parlamentarios que consideran que todo intento de regularizaci¨®n masiva supone una ¡°amnist¨ªa y un suicidio pol¨ªtico¡±.
En este mar encrespado, ha emergido una v¨ªa que la Casa Blanca apoya. Se tratar¨ªa de sumar la regularizaci¨®n de los dreamers a un endurecimiento de las medidas migratorias, entre ellas m¨¢s recursos para la persecuci¨®n de los indocumentados y, sobre todo, fondos para la construcci¨®n del muro con M¨¦xico. ¡°No se puede hacer s¨®lo una cosa, se debe intentar una reforma general¡±, ha se?alado la portavoz del Gobierno, Sarah Huckabee Sanders.
Esta soluci¨®n es vista con agrado por muchos conservadores dentro y fuera del Congreso. Y dar¨ªa a Trump el dinero que necesita para su muro, uno de los grandes y m¨¢s terribles s¨ªmbolos de su campa?a. Pero choca con un rechazo radical de los dem¨®cratas. Para ellos, supondr¨ªa convertir a los j¨®venes inmigrantes en rehenes de una negociaci¨®n radiactiva. ¡°Los dreamers no son moneda de cambio para un muro fronterizo ni una inhumana fuerza de deportaci¨®n. Punto¡±, ha declarado el l¨ªder dem¨®crata en el Senado, Chuck Schumer.
Aunque en minor¨ªa en ambas C¨¢maras, un rechazo frontal de los dem¨®cratas, dada la dispersi¨®n de voto republicana y la exigua diferencia en el Senado (cuatro votos), frenar¨ªa seguramente la propuesta. Un bloqueo que volver¨ªa a dejar a los dreamers en el punto de partida: desamparados y sin papeles.
En este escenario, una de las principales inc¨®gnitas radica en qu¨¦ har¨¢ Trump. Todav¨ªa no ha asumido a¨²n ninguna iniciativa, pese a que su impulso puede resultar definitivo. As¨ª lo han recordado senadores tan influyentes como el republicano Lindsey O. Graham, uno de los primeros en defender un acuerdo bipartidista. ¡°Presidente, tiene la oportunidad de mostrar ahora al pa¨ªs d¨®nde est¨¢ su coraz¨®n¡±, ha dicho Graham.
Pero la respuesta del mandatario sigue sin descodificarse. En las ¨²ltimas 24 horas, igual ha entonado cantos nacionalistas ¨C¡°que nadie se equivoque, vamos a poner por delante los intereses de los ciudadanos estadounidenses¡±¨C que ha proclamado su pasi¨®n por los mismos inmigrantes que ¨¦l ha arrojado al infierno de la incertidumbre. ¡°Tengo amor por esta gente y espero que el Congreso sea capaz de ayudarles de forma correcta. Realmente, no tenemos otra posibilidad¡±, ha afirmado.
Congress now has 6 months to legalize DACA (something the Obama Administration was unable to do). If they can't, I will revisit this issue!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) September 6, 2017
En este balanceo, Trump incluso ha lanzado la idea de que si no se logra un acuerdo parlamentario, se encargar¨¢ de ¡°revisar el tema¡±. Una declaraci¨®n que, dados los antecedentes de mandatario, dif¨ªcilmente puede ser entendida como una esperanza para los dreamers. Para ellos, la cuenta atr¨¢s ha empezado.
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