El negociador de la UE muestra preocupaci¨®n por el plan brit¨¢nico para Irlanda del Norte
Michel Barnier advierte de que ese territorio ser¨¢ una frontera exterior europea
Bruselas y Londres tropiezan incluso en uno de los cap¨ªtulos menos conflictivos del Brexit: la gesti¨®n de la frontera con Irlanda del Norte. El negociador jefe de la Uni¨®n Europea, Michel Barnier, se ha mostrado este jueves inquieto por las propuestas que recibe de los socios brit¨¢nicos. Barnier considera que el Gobierno de Theresa May quiere utilizar el caso de Irlanda como ¡°un experimento¡± para seguir disfrutando algunas de las ventajas de la UE una vez fuera del club. ¡°No va a ocurrir¡±, ha zanjado en conferencia de prensa.
¡°Me preocupa lo que veo en la propuesta brit¨¢nica sobre Irlanda del Norte¡±, ha asegurado el excomisario franc¨¦s, que lo traduce as¨ª: ¡°Reino Unido quiere que la UE suspenda la aplicaci¨®n de sus leyes, de su uni¨®n aduanera y de su mercado ¨²nico en lo que ser¨¢ una frontera exterior de la UE¡±. Consciente de la sensibilidad que suscita crear cualquier tipo de barreras en un territorio azotado por el terrorismo hasta hace menos de 20 a?os, Londres pretende evitar aduanas entre la Rep¨²blica de Irlanda e Irlanda del Norte, perteneciente al reino brit¨¢nico, y consolidar esa situaci¨®n como modelo de una futura relaci¨®n entre Reino Unido y la UE, seg¨²n Barnier. De esa forma se instaurar¨ªa, por la v¨ªa de los hechos, una v¨ªa de intercambios fluidos entre territorio europeo y territorio brit¨¢nico pese a que el Brexit impone, en principio, una frontera exterior. El club comunitario se niega, pero al mismo tiempo pide ¡°creatividad¡± para evitar soluciones traum¨¢ticas en el Ulster.
Adem¨¢s de comparecer, el negociador jefe europeo ha presentado por escrito sus sugerencias sobre Irlanda del Norte. Al contrario que en otros cap¨ªtulos, la UE renuncia a hacer propuestas concretas y exige a Londres que las hagan ellos. El documento alerta de lo que Barnier ha deslizado verbalmente: que cualquier arreglo para Irlanda del Norte debe ser "¨²nico y no puede servir para configurar soluciones en la discusi¨®n m¨¢s amplia entre la UE y Reino Unido".
M¨¢s all¨¢ de los detalles t¨¦cnicos en este apartado, la posici¨®n del negociador europeo revela que la brecha entre ambas partes no deja de crecer. Porque el asunto irland¨¦s no es siquiera el m¨¢s pol¨¦mico de negociar. ¡°[El desacuerdo] es m¨¢s serio sobre la cuesti¨®n financiera. No asumiremos entre 27 lo que se comprometi¨® a 28¡±, ha advertido Barnier en referencia al ajuste de cuentas que Bruselas reclama a Londres por proyectos firmados antes del Brexit pero que se abonar¨¢n con posterioridad a la salida brit¨¢nica de la Uni¨®n. Las reticencias de Londres a asumir esos pagos estancan la negociaci¨®n y hacen muy improbable pasar a la segunda fase del proceso a partir de octubre, como figuraba en el calendario inicial. Esa segunda parte es la que debe definir la relaci¨®n futura entre la UE y Reino Unido, lo que m¨¢s interesa al Ejecutivo brit¨¢nico.
Sin propuestas concretas
Con el horizonte, cada vez m¨¢s probable, de retrasar todo el proceso, el ministro brit¨¢nico para el Brexit, David Davis, ya ha solicitado que pueda establecerse un acuerdo transitorio ¡ªentre la salida de la UE y la entrada en vigor de un acuerdo futuro¡ª para evitar el abismo. As¨ª lo ha confirmado Barnier, que no obstante se queja de la falta de detalles: ¡°Esperamos una propuesta precisa¡±.
El representante de los Estados miembros en la negociaci¨®n del divorcio brit¨¢nico sigue defendiendo que su opci¨®n es concluir el proceso con acuerdo. ¡°Pero no se har¨¢ diluyendo el mercado interior, sino respetando lo que somos¡±, ha apostillado. Preguntado por si contempla una ruptura abrupta, ha respondido que su equipo ¡°trabaja sobre todas las opciones¡±.
Bruselas observa desde lejos c¨®mo Reino Unido sugiere que la dureza de Barnier no se corresponde con las posturas m¨¢s flexibles de algunos Estados europeos. El negociador comunitario intenta frenar en seco ese debate. ¡°Quienes quieran buscar la m¨¢s m¨ªnima diferencia entre los Veintisiete y lo que yo hago pierden el tiempo; y ese tiempo es necesario para la negociaci¨®n¡±, ha avisado.
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