Los 43 de Ayotzinapa, una cartograf¨ªa de la violencia en M¨¦xico

El martes 26 de septiembre se cumplen tres a?os de una de las grandes tragedias del M¨¦xico moderno. No fue solamente la desaparici¨®n de 43 estudiantes. Ni la muerte de otros. Es tambi¨¦n la falta de respuestas. A d¨ªa de hoy se desconoce el paradero de los j¨®venes. Aunque la fiscal¨ªa mexicana asegur¨® que una banda delictiva los mat¨® y los quem¨® en un basurero, sus familias y el grupo de investigadores independientes auspiciado por la CIDH han rechazado reiteradamente sus argumentos. En estos a?os se han publicado m¨¢s de una decena de libros y se han estrenado dos documentales sobre lo ocurrido. Y pese a todo, la duda prevalece. ?Qu¨¦ pas¨®?

Este jueves, Forensic Architecture ha presentado una cartograf¨ªa interactiva de los hechos de Iguala en la Ciudad de M¨¦xico. Forensic es un grupo interdisciplinar de arquitectos, abogados, periodistas, especializado en armar narrativas innovadoras de hechos complejos. Antes ya lo hicieron, por ejemplo, con un campo de tortura en Camer¨²n, o un ecocidio en una regi¨®n de Indonesia, o con el ataque a un hospital gestionado por M¨¦dicos Sin Fronteras en Siria.

En el caso de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, el Centro de Derechos Humanos Miguel Pro y el Equipo Argentino de Antropolog¨ªa Forense, pidieron a Forensic que interviniera. Tanto el Centro Pro como los forenses argentinos han intervenido en las investigaciones.

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Adem¨¢s de terrible, el caso Iguala es abrumador. Hay tanta informaci¨®n, de tantas fuentes distintas -a veces tan contradictoria- que resulta dif¨ªcil saber cu¨¢ndo ocurri¨® tal cosa, c¨®mo ocurri¨® y d¨®nde. O qu¨¦ pas¨® justo despu¨¦s con cada uno de los implicados, v¨ªctima o victimario.

La nueva plataforma es una mapa anclado a una l¨ªnea de tiempo, que recoge lo sucedido en Iguala y alrededores la tarde del 26 de septiembre de 2014 y la madrugada del 27. "Nuestro objetivo no era aportar nueva informaci¨®n, sino una nueva l¨®gica, un nuevo entendimiento de los hechos", explicaba este jueves Stefan Laxness, coordinador del proyecto. "La plataforma sirve para comparar la informaci¨®n oficial y cuestionarla; para entender la dimensi¨®n de la violencia la noche del 26 de septiembre".

El mapa permite acceder a los escenarios de los ataques, recreados en 3D, navegables en espacio y tiempo. Es posible, por ejemplo, ir al cruce de las calles Juan N ?lvarez y Perif¨¦rico de Iguala, donde polic¨ªas municipales emboscaron a parte de los estudiantes, que iban a bordo de tres autobuses. O a las afueras del pueblo, junto al palacio de justicia, donde agentes municipales agredieron a otro grupo.

La base te¨®rica de la plataforma, las fuentes documentales, son los dos informes que escribi¨® el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes, GIEI, a partir de su estancia en M¨¦xico. La desconfianza de los familiares de los 43 hac¨ªa los investigadores de la fiscal¨ªa mexicana provocaron su creaci¨®n. Ante la presi¨®n internacional, el Gobierno mexicano no tuvo m¨¢s remedio que aceptar. La Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos, CIDH, compuso el grupo y lo mand¨® a M¨¦xico. Tiempo despu¨¦s, los resultados de las pesquisas contradijeron los de la investigaci¨®n oficial y desde entonces el caso permanece en un limbo, con decenas de detenidos y una absoluta falta de certezas.

La tercera fuente documental es uno de los libros publicados sobre el caso, Una Historia Oral de la Infamia, del periodista estadounidense John Gibler. El texto es un mosaico de voces los estudiantes supervivientes, adem¨¢s de otros testigos de los hechos.

Lo que se sabe

A partir de los informes del GIEI, la plataforma muestra la llegada de los estudiantes a Iguala en dos autobuses, la tarde del 26 de septiembre. Su idea era llegar a la Ciudad de M¨¦xico para participar en los actos en recuerdo de la masacre -de otros estudiantes- en la capital, en 1968, la matanza de Tlatelolco. Pararon en Iguala a tomar varios autobuses que pudiera llevarlos a todos. En distintos puntos de Iguala, las polic¨ªas de Iguala, Cocula y posiblemente Huitzuco les interceptan y agreden. Algunos de ellos mueren. A lo largo de la tarde, polic¨ªas y estudiantes juegan al gato y al rat¨®n. Los primeros tratan de cazar a los segundos. Unos mueren, otros escapan, a otros los capturan.

La plataforma ilustra igualmente la participaci¨®n, activa o pasiva, de polic¨ªas ministeriales, federales y militares. Pese a la persecuci¨®n de los estudiantes por todo el pueblo, los militares, acuartelados en un batall¨®n cerca de uno de los escenarios de las agresiones, no intervinieron. Es m¨¢s, seg¨²n testimonios de algunos de los estudiantes que llegaron a un hospital del municipio, trataron de amedrentarlos. Su actuaci¨®n motiv¨® incluso uno de los dos documentales dedicados al tema, Mirar Morir.

La plataforma deja en el aire lo que ocurre con los estudiantes despu¨¦s de que los polic¨ªas se los lleven. Seg¨²n la investigaci¨®n oficial, los agentes se los entregaron a un grupo de delincuentes. Estos los habr¨ªan quemado en el vertedero del pueblo de al lado. Y es justo ah¨ª donde las posiciones de unos y otros, de las familias y el GIEI y la fiscal¨ªa mexicana, son, de momento, irreconciliables.