La d¨¦cada horribilis de la democracia
El auge nacional-populista en Occidente, el fracaso de la primavera ¨¢rabe y la deriva del sureste asi¨¢tico componen un triste panorama
La pol¨ªtica no es una ciencia exacta, pero la sensaci¨®n de que la democracia liberal atraviesa un aut¨¦ntico calvario global cuenta cada vez con m¨¢s apoyo emp¨ªrico. Tras los sue?os rotos de la primavera ¨¢rabe y las andanadas de la explosiva miscel¨¢nea de populismo y nacionalismo en Occidente, el sureste asi¨¢tico destaca en la actualidad como una nueva dolorosa decepci¨®n para los partidarios de pluralismo, estado de derecho, divisi¨®n de poderes.
Myanmar, que despert¨® esperanzas democr¨¢ticas en los ¨²ltimos a?os, es triste protagonista de las noticias por la persecuci¨®n de la minor¨ªa musulmana rohi?a. Unas 270.000 personas han huido del pa¨ªs en dos semanas. La premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi es un s¨ªmbolo hiperb¨®lico de las expectativas democr¨¢ticas defraudadas. Anta?o l¨ªder moral admirada mundialmente, es objeto ahora de indignaci¨®n generalizada por su actitud en esta crisis.
La regi¨®n circunstante presenta un panorama aterrador. La democracia filipina sufre bajo los golpes del muy discutible liderazgo de Rodrigo Duterte; el r¨¦gimen camboyano persigue con cada vez mayor crudeza a disidentes y periodistas independientes y su dictador ha anunciado que pretende gobernar 10 a?os m¨¢s; Tailandia se halla bajo dictadura desde 2014; Vietnam y Malasia no ofrecen alegr¨ªas para los dem¨®cratas, y en Indonesia la justicia ha bloqueado el paso a un pol¨ªtico cristiano conden¨¢ndolo por blasfemia.
Pero el sureste asi¨¢tico es solo el en¨¦simo horizonte de una suerte de onda expansiva de vientos desfavorables a la democracia. La primavera ¨¢rabe fue una gran decepci¨®n. La inquebrantable solidez de l¨ªderes autoritarios como Putin o Erdogan provoca desaliento. El deterioro de democracias en Europa del Este ¨CPolonia y Hungr¨ªa especialmente- inquieta.
Freedom House, un centro de estudios independiente con sede en Washington que analiza la evoluci¨®n de los sistemas pol¨ªticos en el mundo, observa un sostenido deterioro de libertad y democracia en el mundo en la ¨²ltima d¨¦cada. Seg¨²n sus par¨¢metros, en este periodo el n¨²mero de pa¨ªses que ha sufrido una involuci¨®n supera con creces los que mejoran. En 2005, todav¨ªa, el balance era positivo. Desde 2006, todos los a?os han sido negativos. Obviamente hay historias positivas, pero tras el entusiasmo y la gran expansi¨®n de las democracias post-1989, esta d¨¦cada marca una etapa de honda dificultad.
Las explicaciones son tan variadas como las realidades geopol¨ªticas subyacentes. Freedom House evidencia algunos factores de amplio espectro. Tras el fracaso de los sistemas totalitarios del siglo XX, los autoritarismos han aprendido a conjugar la retenci¨®n de un f¨¦rreo control pol¨ªtico con mayores grados de libertad individual en aspectos no sensibles. Aprovechan h¨¢bilmente los nuevos entornos tecnol¨®gicos a esos fines y evitan??. Por otra parte, en las democracias ya establecidas, el empuje del mix populista/nacionalista sacude duramente los cimientos y la estabilidad de los sistemas. Espa?a, entre otros, atraviesa en estos momentos una dura prueba.
La gran crisis econ¨®mica ha sido sin duda un elemento clave en las dificultades recientes en Occidente. Y, por supuesto, los factores culturales e hist¨®ricos est¨¢n demostrando ser obst¨¢culos dur¨ªsimos a superar para que la democracia liberal se expanda y prospere en nuevos lares. ¡°No puede haber nada m¨¢s espantoso que el que las acciones de un hombre deban estar sometidas a la voluntad de otro¡±. Para que una sociedad arribe colectivamente a esta idea de Kant hace falta mucho. Nada sustituye siglos de historia y pensamiento.
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