El ¡®milagro¡¯ del Papa en Bogot¨¢
M¨¢s de un mill¨®n de personas asistieron a la primera misa de Francisco en Colombia
En Bogot¨¢ hay dos realidades que casi nunca se cruzan. La ciudad se divide en estratos sociales, entre ricos y pobres. En la misa del papa Francisco esas dos caras de la capital de Colombia se encontraron. El jueves fue decretado d¨ªa c¨ªvico y m¨¢s de un mill¨®n de personas acudieron al Parque Sim¨®n Bol¨ªvar. Fue una asistencia hist¨®rica, ni el mejor de los conciertos hab¨ªa logrado congregar a tanta gente. ¡°Este Papa tiene algo que hace que todos, a pesar de las diferencias, sintamos la misma simpat¨ªa por ¨¦l y terminemos ac¨¢, reunidos¡±, dice Sandra Guzm¨¢n, de 33 a?os. Cuando empez¨® la misa completaba nueve horas esperando ver a Francisco.
Esta era la tercera vez que un Papa estaba en este lugar. El primero fue Pablo VI en 1968 y el segundo Juan Pablo II en 1986. En el pa¨ªs todav¨ªa muchos hablan de esas visitas. C¨¦sar Olarte cuenta que tuvo que seguir la de Juan Pablo II por radio. Trabajaba recogiendo caf¨¦ en el Tolima y no pudo viajar a verlo. ¡°Siempre quise sentir c¨®mo era estar en la misa papal¡±, dice. ?l fue uno de los tantos que acamp¨® durante la noche en los alrededores del parque para lograr un buen lugar, lo m¨¢s cerca posible de Francisco. ¡°Poder estar ac¨¢ es un milagro¡±, dice tratado de disimular un nudo en la garganta. ¡°Quiero agradecerle por mi familia porque nunca tuve una y ahora tengo un hogar¡±. Gloria In¨¦s Cardozo viaj¨® m¨¢s de una hora desde el sur de Bogot¨¢ para cumplir con una promesa. "Yo no vine a pedir nada, vine a dar las gracias¡±. Dice que le rog¨® a Dios para que su esposo saliera bien de una cirug¨ªa y ahora tiene que dar testimonio.
El recorrido de seis kil¨®metros en el papam¨®vil dentro del parque permiti¨® que hasta los que estaban en las ¨²ltimas filas lograran verlo. La lluvia que se hab¨ªa soltado durante dos horas, se calm¨® minutos antes de que Francisco apareciera entre la multitud. Gladis Pico hizo un viaje de un par de d¨ªas desde Guanare, Venezuela. "Estoy ac¨¢ para ver al Papa y pedirle que salve a mi pa¨ªs", aseguraba agarrada a una valla con la imagen de la patrona de su ciudad, la virgen de Coromoto. "Somos de los que quedamos en Venezuela, de los que tenemos fe en que todo va a cambiar, no nos queremos ir".
Colombia es el s¨¦ptimo pa¨ªs con m¨¢s cat¨®licos. Las ciudades en donde estar¨¢ el Papa reciben durante estos d¨ªas a miles de visitantes y los j¨®venes quieren mostrarse. Jehan Al¨ª tiene 27 a?os y es l¨ªder juvenil cat¨®lica. ¡°Somos servidores de la Iglesia, estamos ac¨¢ porque es nuestro deber como creyentes¡±, asegura. Durante tres meses el grupo que lidera, en donde hay universitarios, artistas y modelos, se ha reunido para apoyar la visita de Francisco. Ese mismo colectivo, Servidores del Papa, estuvo en la ma?ana en un evento que congreg¨® a 22.000 j¨®venes. Su grupo adopta parroquias de sectores humildes para apoyarlas con dinero y organiza peregrinaciones dentro del pa¨ªs. "Ac¨¢ tenemos muchos santuarios, muchos lugares para peregrinar, no es necesario buscarlos afuera", dice.
Las palabras del Sumo Pont¨ªfice se escuchaban claramente a pesar de la cantidad de gente.¡°Aqu¨ª, como en otras partes, hay densas tinieblas que amenazan y destruyen la vida: las tinieblas de la injusticia y de la inequidad social¡±, reflexion¨® el Papa en el evento m¨¢s simb¨®lico en su paso por Bogot¨¢. Su mensaje habl¨® de poner el bien com¨²n por encima de los intereses particulares. ¡°Hace falta llamarnos unos a otros, hacernos se?as, como los pescadores, volver a considerarnos hermanos, compa?eros de camino, socios de esta empresa com¨²n que es la patria¡±, dijo en una ceremonia que, al menos en donde se llev¨® a cabo, logr¨® derribar las barreras que tanto dividen a Bogot¨¢.
El parte de las autoridades sanitarias registr¨® durante la misa la valoraci¨®n a 84 mujeres, 23 hombres y el traslado de seis personas a centros hospitalarios. Aunque fueron atendidos algunos desmayos, la jornada concluy¨® con un balance positivo. M¨¢s de un mill¨®n de personas fueron capaces de convivir durante todo un d¨ªa en el mismo espacio en una ciudad en donde cada d¨ªa se reportan un promedio de 200 personas heridas o lesionadas por ri?as.
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