Cristina Kirchner: "En Venezuela no hay Estado de derecho, en Argentina tampoco"
La expresidenta asegura en una entrevista que "odi¨®" al kirchnerista descubierto con 9 millones de d¨®lares en un convento
Cristina Kirchner jam¨¢s dio una entrevista a un medio no af¨ªn -y poqu¨ªsimas a los cercanos- mientras estuvo en el Gobierno. Ahora, en la oposici¨®n, cuando intenta ganar las elecciones en Buenos Aires el 22 de octubre para volver a la pol¨ªtica con fuerza, ha decidido volver a dar entrevistas a periodistas no afines, sin l¨ªmites. En la primera de ellas, con Infobae, realizada por Luis Novaresio, un hombre muy cr¨ªtico con ella, dibuj¨® durante casi dos horas un pa¨ªs gobernado por Mauricio Macri con problemas serios de fortaleza democr¨¢tica, hasta el punto de que lleg¨® a compararlo con Venezuela: "En Venezuela no hay Estado de derecho y en Argentina tampoco hay Estado de derecho. A ver, tenemos hace 42 d¨ªas un desaparecido y nadie ha dicho absolutamente nada, nadie se hace cargo de nada y la ¨²ltima vez que esa persona desapareci¨® hubo un operativo de seguridad encabezado por la Gendarmer¨ªa", arranc¨®.
"Ac¨¢ el presidente sale por televisi¨®n diciendo que la procuradora [la fiscal general,nombrada en la ¨¦poca kirchnerista] se tiene que ir, tiene que renunciar, sale el presidente diciendo que a los jueces que no fallen como ¨¦l quiere los van a cambiar. No estamos bien en estado de derecho en la rep¨²blica. No tenemos una justicia imparcial tampoco. Est¨¢ severamente cuestionado el estado de derecho en Argentina", asegur¨®.
Kirchner no defiende a Nicol¨¢s Maduro como antes lo hac¨ªa con Hugo Ch¨¢vez, un aliado pol¨ªtico clave de los Kirchner y del brasile?o Lula da Silva, que compon¨ªan el n¨²cleo duro del cambio pol¨ªtico en Latinoam¨¦rica a principios de siglo. Pero tampoco acepta una cr¨ªtica rotunda al r¨¦gimen de Venezuela y en todo momento insiste en que no est¨¢ mucho peor que la Argentina de Macri. "La democracia est¨¢ en emergencia en toda Am¨¦rica Latina. En M¨¦xico este a?o asesinaron a 44 periodistas. Mir¨¢ la destituci¨®n de Dilma Rousseff. ?En Venezuela hay presos pol¨ªticos? S¨ª. ?Ac¨¢? ?No? ?Y Milagro Sala? Ac¨¢. Hay persecuci¨®n. Maduro ech¨® a la procuradora, ac¨¢ tambi¨¦n quieren echar a la procuradora".
La entrevista, a ratos muy dura, vivi¨® su momento cumbre cuando se habl¨® de corrupci¨®n. El kirchnerismo ha sufrido un golpe de imagen muy duro por los esc¨¢ndalos que han protagonizado alguno de sus personajes m¨¢s conocidos, que afectan al entorno empresarial m¨¢s cercano a los Kirchner, y que tiene en la c¨¢rcel a algunos de sus dirigentes. Ella misma y sus hijos est¨¢n imputados en causas graves. La expresidenta neg¨® que el suyo fuera un Gobierno corrupto y casi llor¨® al hablar del esc¨¢ndalo m¨¢s burdo, cuando detuvieron in fraganti a Jos¨¦ L¨®pez, el hombre que control¨® toda la obra p¨²blica del kirchnerismo, cuando trataba de esconder nueve millones de d¨®lares en un convento. "Lo odi¨¦ a Jos¨¦ L¨®pez esa noche como pocas cosas en la vida. Yo quer¨ªa patear todo. No pens¨¦ en el Gobierno ni en el proyecto, pensaba en los pibes. Hay pibes que se tat¨²an la imagen de N¨¦stor o la m¨ªa, como la de Per¨®n o la de Evita".
Cristina insisti¨® mucho en la idea de que con Macri la democracia argentina ha empeorado mucho. Y lo hizo de forma descarnada. "A m¨ª me dec¨ªan yegua, puta y montonera y no metimos preso a nadie. Hoy meten preso a un pibe un mes por un twitter. La gente tiene miedo. Durante mi gobierno hubo una libertad absoluta en Argentina. Se pod¨ªan pegar afiches contra un periodista o poner que yo era yegua, puta o montonera. Vi carteles conmigo colgada, ahorcada. Nunca se reprimi¨® a nadie. En tres periodos no hubo ning¨²n muerto por represi¨®n. La democracia es tambi¨¦n que se pueda insultar al presidente".
Fiel a su estilo, aunque renovada y con unas formas mucho m¨¢s suaves de lo habitual en su Gobierno, la expresidenta rechazaba todas las cr¨ªticas y no conced¨ªa pr¨¢cticamente nada, pero en alg¨²n momento hizo amagos de autocr¨ªtica en algunas cuestiones puntuales. Por ejemplo, admiti¨® que el tono que usaba en las llamadas cadenas nacionales -discursos que deben transmitir por obligaci¨®n todos los canales- no era el adecuado. Muchos analistas creen que esa agresividad contribuy¨® a la ca¨ªda de su imagen entre la clase media y ella misma admite que le falt¨® "humildad" en su ¨²ltima etapa. Ahora ha dado un giro de imagen, ha dise?ado una campa?a completamente diferente con la asesor¨ªa del espa?ol Antonio Guti¨¦rrez Rub¨ª y en ese marco se emplaza esta entrevista. Tambi¨¦n pidi¨® perd¨®n por haberse negado a entregar la banda presidencial a Mauricio Macri en 2015.
La expresidenta est¨¢ teniendo m¨¢s dificultades de las previstas para su regreso a la pol¨ªtica. Gan¨® las elecciones primarias en Buenos Aires, pero solo por 20.000 votos, y la mayor¨ªa de los analistas creen que en las elecciones definitivas en octubre podr¨ªa perder. De todas formas ser¨ªa senadora, porque hay tres esca?os en juego, pero ser¨ªa un golpe de imagen duro. Por eso ella est¨¢ echando el resto y arriesga con las entrevistas para recuperar ese terreno perdido desde que en 2011 venci¨® con el 54% en toda Argentina.
Esta elecci¨®n es clave porque si ella gana casi con seguridad ser¨¢ candidata presidencial en 2019 pero si pierde los peronistas intentar¨¢n arrinconarla y buscar una alternativa. La expresidenta avanz¨® que podr¨ªa apartarse en aras de la unidad: "Si en el 2019 soy un obst¨¢culo para lograr la unidad del peronismo y ganar las elecciones, no voy a ser ning¨²n obst¨¢culo¡±. Pero de momento ella est¨¢ en otra batalla: ganar en Buenos Aires para volver a ser la jefa de la oposici¨®n. Lo tiene dif¨ªcil, pero la entrevista y el impacto que caus¨® en los medios demuestra que ella conserva una enorme capacidad para ocupar el espacio pol¨ªtico.
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