La divisi¨®n del centroizquierda en Chile allana el camino de Pi?era en las presidenciales

En esta campa?a se estrenan nuevas leyes sobre financiamiento que, de alguna forma, impedir¨¢n el protagonismo de la publicidad que antes daba una gran ventaja a los candidatos con mayores recursos. Este asunto explica en parte el austero ambiente electoral, porque apenas este mi¨¦rcoles arranc¨® oficialmente la propaganda en la prensa escrita y la radio, a lo que se suma la alta probabilidad del triunfo de Pi?era.

El senador Alejandro Guillier, apoyado por los socialistas y otras fuerzas del oficialismo, est¨¢ en segundo lugar, con el 14,5% de las preferencias, seg¨²n el CEP. Carolina Goic, senadora y representante de la Democracia Cristiana, alcanza apenas un 2,2%, en el cuarto lugar. La candidata de la reci¨¦n nacida coalici¨®n de izquierda del Frente Amplio, Beatriz S¨¢nchez, le pisa los talones a Guillier, ubic¨¢ndose en un tercer lugar con el 10,2% del respaldo. Las pocas voces optimistas del oficialismo aspiran a que todas las fuerzas progresistas se unan para enfrentar al expresidente Pi?era (2010-2014), en una segunda vuelta. Pero este escenario parece improbable.

Guillier y Goic son los dos candidatos de la coalici¨®n Nueva Mayor¨ªa, que en la pr¨¢ctica ya no se mantiene. Heredera de la Concertaci¨®n, el conglomerado de centroizquierda que gobern¨® Chile entre 1990 y 2010 naci¨® en 2013 durante la segunda campa?a a la presidencia de Michelle Bachelet. Sumaba a los comunistas, que se hab¨ªan mantenido en la oposici¨®n durante toda la democracia, y pretend¨ªa ser una fuerza transformadora que, con su ventaja en el Congreso, realizar¨ªa las reformas necesarias para superar los problemas en el terreno de la desigualdad. Una de las principales cr¨ªticas a esta Administraci¨®n, sin embargo, apunta a que asumi¨® un relato de cambio y ruptura con su propio pasado que finalmente la alej¨® de los grupos moderados.

La Nueva Mayor¨ªa se fund¨® hace cuatro a?os tomando prestadas ciertas banderas de lucha del movimiento estudiantil de 2011 que, entre otros, denunciaba el intenso malestar por la desigualdad socioecon¨®mica del pa¨ªs. Pero esta idea comienza a ponerse en duda. El informe ?Malestar en Chile? del CEP, por ejemplo, muestra que los chilenos est¨¢n m¨¢s satisfechos de lo que se pensaba: sienten que su situaci¨®n es mucho mejor que la de sus padres y que la de sus hijos va a ser mucho mejor que la de ellos. El Centro de Estudios de Conflicto y Cohesi¨®n Social (COES) analiz¨® a su vez las caracter¨ªsticas de los conflictos en el espacio p¨²blico. Una de sus conclusiones apunta a relativizar el protagonismo de los estudiantes en las movilizaciones sociales.

Izquierda radical

La desaparici¨®n de la Nueva Mayor¨ªa y el posible triunfo de Pi?era, que promete corregir las reformas de Bachelet, ponen en entredicho la lectura que hac¨ªa la alianza de la sociedad. Para los cr¨ªticos del Gobierno de Bachelet, el Ejecutivo llev¨® a cabo reformas con poco apoyo ciudadano por intentar ganarse a la izquierda radical de los exl¨ªderes del movimiento estudiantil, que en febrero pasado fundaron el Frente Amplio.

Pero finalmente el Gobierno no logr¨® el respaldo de estos grupos ¡ªque se constituyeron como una fuerza pol¨ªtica cr¨ªtica del legado de la Concertaci¨®n¡ª y se deshizo del apoyo de las fuerzas moderadas. La popularidad de la presidenta llega solo al 35%, de acuerdo a la ¨²ltima encuesta Adimark, su mejor registro en 30 meses.

Aunque se avanz¨® en asuntos importantes, como en la gratuidad universitaria y la despenalizaci¨®n del aborto en tres supuestos, el desastre pol¨ªtico del oficialismo no est¨¢ en el cumplimiento parcial de un programa de Gobierno demasiado ambicioso para un periodo de cuatro a?os. El mayor fracaso de estos cuatro a?os es la ruptura del centro y la izquierda, dos sectores que estuvieron en aceras distintas en la Unidad Popular de Salvador Allende y que, tras una dictadura con cientos de muertos, lograron en los a?os 80 un acercamiento que hizo posible la salida de Augusto Pinochet del poder y 20 a?os de Gobiernos en coalici¨®n.