Jojutla, zona cero
Un peque?o pueblo de Morelos, a 70 kil¨®metros del epicentro del sismo mexicano, acumula la mayor concentraci¨®n de ruina y muerte
La tierra cruji¨® al sur y el temblor subi¨® 130 kil¨®metros como un latigazo hasta Ciudad de M¨¦xico. Antes, a medio camino entre el epicentro y la megal¨®polis, la sacudida del martes se sinti¨® en un peque?o pueblo arrocero del estado de Morelos como en ning¨²n otro lugar. Si en la capital los muertos son cientos entre 20 millones, aqu¨ª, en Jojutla, son decenas entre 25.000. Si en el centro de M¨¦xico tumb¨® edificios, aqu¨ª arras¨® barrios enteros. Si en la ciudad se levanta la cabeza por el morbo de ver caer alg¨²n rascacielos, en el pueblo se mira al suelo con la esperanza de encontrar alg¨²n resto del naufragio.
Por la plaza del ayuntamiento, tomada por cuatro furgones del ej¨¦rcito, una mujer arrastraba la noche del mi¨¦rcoles los pies y una manta. ¡°Mi pueblo se vino abajo. Esto es una zona de desastre¡±. Lo primero en desprenderse de la casa consistorial fue el reloj, redondo y blanco, que presid¨ªa la fachada. Un polic¨ªa cuenta que le cay¨® encima a un vecino que iba a pagar una factura. Atrapados dentro del edificio, con un mordisco de Godzilla en un lateral, tambi¨¦n murieron dos funcionarios. Desde la 13:14 del martes el reloj de Jojutla se ha detenido en la ruina y la desolaci¨®n.
A esa hora, H¨¦ctor Manuel Franco, 41 a?os, estaba en su habitaci¨®n, su abuela en la sala y su t¨ªo en la tiendita que ten¨ªan en la entrada. Comenz¨® el vaiv¨¦n y Franco meti¨® a su abuela en la habitaci¨®n. El t¨ªo, intent¨® salir a la calle y el techo de abobe se derram¨® sobre su cabeza. ¡°Sal¨ª a la calle por detr¨¢s y vi como la mitad de mi casa eran puros escombros. La gente tiraba de mi t¨ªo y conseguimos sacarle. Esta en el hospital, estable pero con problemas en el pulm¨®n¡±.
Las cifras oficiales rozan la veintena de fallecidos, 300 viviendas destruidas y casi 2.000 inmuebles da?ados
El hospital de Jojutla, un centro regional que atiende a otros cinco pueblos de la zona, tambi¨¦n acus¨® el terremoto. Varios enfermos fueron llevados al garaje del edificio y los casos m¨¢s urgentes, trasladados en helic¨®ptero a Ciudad de M¨¦xico. ¡°Ayer ayudamos a sacar a dos ni?os. Uno estaba ya muerto. A otro, le amputaron un brazo y en el helic¨®ptero se desangr¨® y no alcanz¨® al hospital¡±, cuenta Cuauht¨¦moc Machado, uno de los cientos de voluntarios que se han volcado con sus vecinos.
Ejercito, polic¨ªa estatal, federal y protecci¨®n civil tambi¨¦n est¨¢n presentes. Las cifras oficiales rozan la veintena de fallecidos ¨Ccasi una tercera parte del total de v¨ªctimas en el Estado¨C, 300 viviendas destruidas y casi 2.000 inmuebles da?ados. Los vecinos, sin descanso en la solidaridad, est¨¢n convencidos de que el da?o es mayor. ¡°Casi la tercera parte del pueblo est¨¢ afectado ¨C a?ade Mu?oz¨C Llevamos por lo menos 100 muertos¡±.
Hasta seis albergues han sido habilitados en el pueblo. Rebosan v¨ªveres, mantas, medicinas y fraternidad vecinal. Pero fuera, en la calle, el paisaje es postapocal¨ªptico. En la colonia Emiliano Zapata, una de las m¨¢s golpeadas, apenas hay una casa que se mantenga erguida. Postes de luz vencidos sobre techos a ras de suelo, amasijos de hierro saliendo de columnas despellejadas, ba?os resquebrajados a la vista de la acera, juguetes sucios entre pilas de cascotes.
Antonio L¨®pez, 69 a?os, ha logrado salvar un colch¨®n y dos neveras. Es pollero y guardaba lo que le sobraba del mercado en esos refrigeradores caseros que ahora tiene saludando la calle de arena. No piensa separase de ellos, ni de las ruinas de su casa. ¡°Hoy duermo aqu¨ª, no vaya a ser que venga alg¨²n ratero a aprovecharse¡±. La escena se repite en cada esquina: vecinos pasando la noche frente a los restos de su hogar por miedo al pillaje. ¡°Solo ser¨¢ hoy ¨Ccontin¨²a L¨®pez¨C porque ya me han dicho que ma?ana la van a demoler. Lo que no me han dicho es si despu¨¦s de me van a ayudar¡±.
El presidente Pe?a Nieto visit¨® la zona el mi¨¦rcoles a medio d¨ªa acompa?ado del gobernador del Estado. Ambos se comprometieron a levantar un censo para determinar la medida de la cat¨¢strofe. Durante semana seguir¨¢n las reuniones entre las autoridades y sobre la mesa est¨¢ la posible calificaci¨®n del pueblo como zona de desastre, lo que acelerar¨ªa la ayuda federal. De momento, el reloj de Jojutla sigue parado en las 13:14 del pasado martes.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.