El terremoto de M¨¦xico dispara el temor en Los ?ngeles
La tragedia ha puesto en alerta a la capital s¨ªsmica de Estados Unidos. Se multiplican las consultas sobre seguros y las tiendas especializadas en emergencias no dan abasto
Hab¨ªan pasado 48 horas desde el terremoto que asol¨® el centro de M¨¦xico, las im¨¢genes de edificios cay¨¦ndose inundaban las redes, y Kris Hallman decidi¨® llevar a su madre, Sandy Roesch, a renovar todo su equipo de emergencia de terremotos. El jueves por la tarde estaban las dos en la tienda SOS Survival Products, en Van Nuys, al norte de Los ?ngeles, con un carrito lleno de linternas, pilas, un martillo y dos kits de supervivencia para dos personas cada uno con agua y comida. Hallman dejaba clara su motivaci¨®n: ¡°Este es uno de esos sitios donde vienes de vez en cuando y no te decides a comprar nada. Hasta lo de M¨¦xico¡±.
No eran las ¨²nicas, claro. Familias recorr¨ªan los pasillos en busca de radios, purificadores de agua, raciones de comida militares y todo lo imaginable para sobrevivir unos d¨ªas en un escenario de pesadilla, el que se producir¨¢ en partes de Los ?ngeles con toda seguridad cuando haya un gran terremoto. No se trata de si lo va a haber, sino de cu¨¢ndo. El terremoto de 7.1 que ha provocado ya casi 300 v¨ªctimas desde el martes y ha conmocionado al mundo ha sido un v¨ªvido recordatorio de que en el sur de California va a pasar algo parecido, s¨ª o s¨ª. Es algo con lo que se vive, como si fuera una cuenta pendiente.
Hallman y su madre son del valle de San Fernando de toda la vida. Ellas vivieron el ¨²ltimo gran terremoto de Los ?ngeles, en enero de 1994 en Northridge, una poblaci¨®n del valle. Fue de 6.7, destruy¨® edificios de apartamentos y tir¨® autopistas. Murieron alrededor de 60 personas y la ciudad estuvo colapsada durante d¨ªas. ¡°Perdimos todo. Vivimos fuera de casa durante una semana¡±.
Jeff Edelstein es el fundador y due?o de SOS Survival Products. Empez¨® hace 29 a?os con un amigo, tras el terremoto de Loma Prieta (octubre de 1989, magnitud 6.9) que afect¨® a San Francisco. Hoy vende por Internet sus propios kits de supervivencia, dise?ados por ¨¦l, a todo el pa¨ªs. Y no da abasto. No ha sido solo M¨¦xico, sino ver por televisi¨®n la situaci¨®n en Texas y Florida tras los huracanes Harvey e Irma, respectivamente, le ha multiplicado los pedidos. Cuando se le pregunta cu¨¢nto, se mesa el pelo y sacude la cabeza, sin dar una cifra. El aluvi¨®n es menos, sin embargo, que en los d¨ªas posteriores a Northridge, cuando se formaron colas por la calle.
El jueves, las estanter¨ªas donde coloca los kits de supervivencia estaban vac¨ªas y ten¨ªa que explicar a los clientes que no le daba tiempo a preparar m¨¢s. Son mochilas con agua, comida, luz, equipo de primeros auxilios, etc., para aguantar tres d¨ªas a la intemperie. Las hay individuales, para dos, cuatro y cinco personas, con precios entre 50 y 200 d¨®lares. ¡°Normalmente tenemos de todo¡±, se excusaba Edelstein. ¡°Tengo un equipo haciendo kits seis d¨ªas a la semana y no dan abasto. Nos hemos quedado sin radios y tardar¨¢n de una a dos semanas¡±. Afirma que lo que m¨¢s se demanda son, adem¨¢s de las mochilas, los barriles para acumular agua. Personalmente, ¨¦l tiene agua y comida enlatada en su casa para un mes.
La p¨¢gina web California Earthquake Authority (CEA) es una de las principales referencias en el Estado para encontrar informaci¨®n sobre preparaci¨®n para terremotos, seguros y refuerzo de casas. ¡°Hemos visto un incremento dram¨¢tico de llamadas y visitas¡±, asegura Sarah Sol, portavoz de CEA. Desde el martes, el volumen de llamadas diario se ha duplicado. El mi¨¦rcoles, las entradas de usuarios registrados a la web fueron un 376% m¨¢s que un mi¨¦rcoles normal. Desde buscadores, el tr¨¢fico aument¨® un 1.000%.
El Ayuntamiento de Los ?ngeles inici¨® en 2014 el programa de reforma de viviendas m¨¢s ambicioso en la historia de la ciudad para reforzar los edificios antiguos con m¨¢s riesgo de caer en un gran terremoto. El jueves de esta semana, el supervisor del servicio 311, el tel¨¦fono de informaci¨®n general del Ayuntamiento, tuvo que enviar un email a todo el personal explicando c¨®mo atender a los ciudadanos que ped¨ªan informaci¨®n sobre ayuda para prevenci¨®n de terremotos. La llamada t¨ªpica al 311 es para pedir recogida de muebles, pero desde el martes llama mucha gente preguntando si su casa est¨¢ en riesgo y qu¨¦ puede hacer. La respuesta: el departamento de Vivienda y Construcci¨®n tiene un informe que detalla todos los edificios en riesgo de la ciudad.
A nivel estatal, en la p¨¢gina EarthquakeBraceBolt.com se pueden encontrar ingenieros y equipos para reformas antiterremotos en casa y adem¨¢s acceder a ayudas para pagar la obra, vio aumentar su tr¨¢fico un 40% despu¨¦s del terremoto de Chiapas del 8 de septiembre. El mi¨¦rcoles y jueves de esta semana, el volumen de llamadas ha sido el doble que un d¨ªa normal.
Hay tambi¨¦n factores locales que han contribuido al nerviosismo en Los ?ngeles. El lunes, un temblor de 3.6 despert¨® a la zona de Brentwood, en las colinas de Beverly Hills. Temblores como este son habituales, pero no en zonas pobladas. Existe la creencia de que los grandes terremotos de M¨¦xico pueden contagiar la falla de San Andr¨¦s y provocar que se mueva. La buena noticia es que la gran falla de California est¨¢ desconectada de M¨¦xico y no le afecta lo que pase en el sur. La mala es que, seg¨²n los cient¨ªficos, tiene energ¨ªa acumulada para provocar un gran terremoto de al menos 6.7, en cualquier momento entre el final de este p¨¢rrafo y los pr¨®ximos 30 a?os. Todo el mundo lo sabe en Los ?ngeles, pero como dec¨ªa la se?ora Hallman, lo vas dejando. De la manera m¨¢s tr¨¢gica, la capital de M¨¦xico ha obligado a la capital de la emigraci¨®n mexicana a hacer el ejercicio de ponerse en lo peor.
Advertencias a la comunidad latina: California es distinto
La casualidad quiso que el Consulado General de M¨¦xico en Los ?ngeles hubiera organizado una conferencia sobre preparaci¨®n contra terremotos, precisamente, el mi¨¦rcoles 20, al d¨ªa siguiente de la tragedia en el centro del pa¨ªs. El sal¨®n de actos de la legaci¨®n diplom¨¢tica estaba a rebosar para escuchar a Jean Paul Ampuero, investigador del departamento de Sismolog¨ªa del Instituto Tecnol¨®gico de California (Caltech). Ampuero explic¨® las diferencias entre un terremoto en Latinoam¨¦rica y uno en el sur de California. Su objetivo es "llegar a la comunidad latina para que se prepare de forma m¨¢s efectiva contra los terremotos".
California tiene millones de inmigrantes de M¨¦xico, Centroam¨¦rica y el Pac¨ªfico sudamericano que creen que saben de terremotos. Eso es peligroso, porque un terremoto en Los ?ngeles no se va a parecer a lo que ya conocen. Hay varias diferencias, explic¨® Ampuero, que es peruano. Primero, la alerta es pr¨¢cticamente inexistente. En el Pac¨ªfico latinoamericano, las grandes fallas est¨¢n en el mar, y cuando comienza un terremoto suele haber unos segundos de aviso. En el sur de California, las fallas est¨¢n en tierra, literalmente debajo de las ciudades. No habr¨¢ esos segundos de aviso. Cuando la tierra tiembla, no hay margen de maniobra. Por esto mismo tambi¨¦n, en California no se produce tsunami despu¨¦s de un terremoto, mientras en el resto del Pac¨ªfico americano s¨ª existe ese riesgo.
Otra diferencia, explica Ampuero, es el tipo de construcci¨®n. Los edificios de varias plantas de cemento que se han derrumbado en Ciudad de M¨¦xico no existen en Los ?ngeles. La construcci¨®n t¨ªpica de California es una casa de madera, de uno o dos pisos. Son casas ligeras. Es decir, el riesgo de que se te caiga la casa encima es mucho menor. Sin embargo, el riesgo de incendios despu¨¦s del terremoto es mayor. Hay que estar m¨¢s preparado para cortar el gas o apagar un incendio que para salir de casa.
Adem¨¢s, ¡°hay que estar preparado para quedarse sin servicios b¨¢sicos¡±. Todos los servicios llegan a Los ?ngeles por canales que cruzan una o varias veces la falla de San Andr¨¦s, la gran falla que amenaza con un gran terremoto m¨¢s o menos cada 150 a?os. El escenario de un terremoto en esa falla pueden ser d¨ªas sin agua, luz ni gas. Para cualquiera que crea que ha vivido lo peor que puede pasar en California, Ampuero record¨®: ¡°Northridge no se considera un terremoto grande¡±.
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