Los (muchos) escollos para gobernar Alemania
Refugiados, integraci¨®n europea y medio ambiente son algunos de los temas en los que Merkel deber¨¢ poner de acuerdo a cuatro partidos muy distintos
¡°Europa nos est¨¢ mirando. No podemos permitirnos el lujo de estar mucho tiempo sin Gobierno. Ser¨ªa una cat¨¢strofe para Europa y Alemania¡±. Habla Franz Decker, polit¨®logo de la Universidad de Bonn que, pese a las muchas dificultades, conf¨ªa en que la canciller Angela Merkel acabe cerrando un pacto entre la Uni¨®n Cristianodem¨®crata (CDU) que ella lidera, sus aliados b¨¢varos de la CSU, los liberales del FDP y los Verdes. Es la llamada coalici¨®n Jamaica ¡ªpor los colores de los partidos que la integran: negro, amarillo y verde¡ª, in¨¦dita en la historia de Alemania.
La canciller se enfrenta a meses de peliagudas negociaciones
Merkel se enfrenta a meses de peliagudas negociaciones que pueden descarrilar en cualquier momento. Si esto ocurriera y los socialdem¨®cratas mantuvieran su prop¨®sito de pasar a la oposici¨®n, el pa¨ªs quedar¨ªa al borde de las elecciones anticipadas. Estos son los principales escollos.
La furia b¨¢vara. El mayor problema para llevar a buen puerto las negociaciones lo tiene Merkel en casa, con una CSU en estado de shock tras haber ca¨ªdo m¨¢s que ning¨²n otro partido y con unas elecciones en Baviera ¡ªlas que realmente le importan¡ª el pr¨®ximo a?o. Su l¨ªder, Horst Seehofer, ya ha anunciado que el nuevo Gobierno debe cerrar ¡°el flanco derecho¡± para evitar que los ultras de AfD suban m¨¢s. Es una idea que eriza el pelo a los militantes verdes m¨¢s izquierdistas. ¡°La CSU va a ser el partido menos proclive a hacer concesiones. Y todos van a tener que hacerlas¡±, dice Josef Janning, del think-tank ECF
Jamaica, ?c¨®ctel molotov? La uni¨®n democristiana-liberal-verde solo se ha ensayado en los peque?os Estados del Sarre (donde fracas¨®) y Schleswig-Holstein (donde naci¨® este mismo a?o); y en estos casos no ten¨ªan la dificultad a?adida de los b¨¢varos. Los Verdes tienen hambre de despacho, pero est¨¢n divididos entre su sector izquierdista y el conservador. Y un hipot¨¦tico pacto tendr¨ªa que pasar por el voto de los militantes. El FDP, al contrario, es un partido unido bajo un l¨ªder, Christian Lindner. Pero este repite que prefiere pasar a la oposici¨®n antes que entrar en un Gobierno que no modifique sustancialmente la direcci¨®n pol¨ªtica del pa¨ªs.
Par¨¢lisis hasta el 15 de octubre. Ese d¨ªa se celebran elecciones en el Estado de Baja Sajonia. Ning¨²n partido querr¨¢ hacer hasta entonces ning¨²n movimiento que reduzca sus opciones en ese importante land. La Constituci¨®n de Alemania no establece un plazo m¨¢ximo para formar Gobierno, pero todo apunta a que se va a superar el r¨¦cord de 2013, cuando la CDU y SPD necesitaron 87 d¨ªas. Que nadie espere nuevo Gobierno antes de Navidad.
El dilema de los refugiados. El tema que monopoliz¨® los dos ¨²ltimos a?os de legislatura vuelve con fuerza. La CSU reclama fijar un n¨²mero m¨¢ximo de asilados al a?o. Es algo que Merkel ya rechaz¨® categ¨®ricamente durante la crisis migratoria de 2015; y que topar¨¢ con una oposici¨®n a¨²n mayor entre los Verdes. Al margen de esta pol¨¦mica, los futuros socios tienen concepciones muy distintas: los liberales quieren facilitar la expulsi¨®n de solicitantes de asilo, sobre todo del Magreb, algo que los ecologistas rechazan.
Si fracasan y el SPD insiste en liderar la oposicion, podr¨ªa haber nuevas elecciones
Respuesta a Macron. El l¨ªder liberal y estrella pol¨ªtica del momento ha protagonizado una campa?a de tintes euroesc¨¦pticos: reclama un marco legal para permitir la salida de un pa¨ªs ¡ªGrecia, obviamente¡ª de la eurozona sin necesidad de irse de la UE. Lindner, que no pierde ocasi¨®n de autodenominarse como ¡°europe¨ªsta¡±, tilda de ¡°l¨ªnea roja¡± el presupuesto para la zona euro que reclama el presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron. El FDP quiere m¨¢s Europa, pero siempre que esto signifique m¨¢s control en los presupuestos nacionales, y no m¨¢s gastos comunes, que ellos ven como ¡°dinero alem¨¢n enviado a la olla com¨²n europea¡±. Este discurso va a reducir considerablemente el margen de maniobra de Merkel en Europa.
El ¨®rdago verde. Los Verdes tienen en el medio ambiente y la lucha contra el cambio clim¨¢tico su raz¨®n de ser. Y en estos campos deber¨¢n obtener avances sustanciales para justificar un tr¨ªo con liberales y conservadores. ¡°Quien quiera cambio clim¨¢tico, que vote a los liberales¡±, dec¨ªa la l¨ªder ecologista Katrin G?ring-Eckardt. Su partido promete acabar con el carb¨®n y el motor de combusti¨®n interna, dos promesas que chocan con el resto de los socios.
El SPD, ¨²ltimo cartucho. Si la coalici¨®n Jamaica falla, Merkel siempre puede tratar de convencer a Schulz, que ha repetido hasta la saciedad que los socialdem¨®cratas van a la oposici¨®n para evitar que la ultraderecha lidere la cr¨ªtica al Gobierno. La canciller no quiere cerrar ninguna puerta, y el lunes insisti¨® en que le gustar¨ªa seguir hablando con los socialdem¨®cratas. ¡°Puede usar mejor su tiempo y llamar a otra persona¡±, respondi¨® el l¨ªder del SPD con displicencia. Es imposible saber si los socialdem¨®cratas podr¨ªan replantearse su negativa para evitar la repetici¨®n de las elecciones o si Schulz estar¨ªa dispuesto a convertirse en una especie de Pedro S¨¢nchez a la alemana. ¡°Si las negociaciones con liberales y verdes fracasan, no se puede descartar que el SPD entre en el Gobierno. A nadie le convienen nuevas elecciones, en la que los ultras podr¨ªan conseguir incluso m¨¢s votos¡±, asegura el polit¨®logo Decker.
El factor Merkel. La canciller sale debilitada de estas elecciones. ¡°En su partido el malestar se va a o¨ªr cada vez m¨¢s. Y las preguntas sobre su sucesi¨®n van a llegar pronto¡±, vaticina Janning. Muchos analistas hablan estos d¨ªas del fin de la era Merkel. Pero conviene no olvidar que en 2005 y 2013 ya negoci¨® dos grandes coaliciones que parec¨ªan muy dif¨ªciles; y que ha sobrevivido a las dos.
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