El reparto de refugiados en la UE termina con un cumplimiento ¨ªnfimo
Apenas uno de cada cinco candidatos se han desplazado legalmente desde Grecia e Italia, los pa¨ªses m¨¢s presionados por las llegadas, al resto de la UE
La pol¨ªtica m¨¢s rompedora que concibi¨® Europa para reconducir la crisis de refugiados ha fracasado. El esquema obligatorio de reparto de asilados expir¨® este martes con un cumplimiento ¨ªnfimo de los objetivos. Apenas uno de cada cinco candidatos (es decir, casi 30.000 de los 160.000 previstos, aunque luego la meta se rebaj¨® a 98.255 ) se han desplazado legalmente desde Grecia e Italia, los pa¨ªses m¨¢s presionados por las llegadas, al resto de la UE. La falta de voluntad de los Estados y los fallos del programa explican los pobres resultados. Bruselas insta a agotar los compromisos y conf¨ªa en reubicar todav¨ªa a unos 6.000 refugiados.
El reparto de asilados pretendi¨®, por primera vez, abordar de manera conjunta los desaf¨ªos migratorios en la UE. La crisis de llegadas de 2015 puso a prueba las costuras del proyecto comunitario y la Comisi¨®n Europea intervino con una medida simb¨®lica, de alcance limitado: de los 1,4 millones de migrantes arribados a las costas mediterr¨¢neas entre 2015 y 2016, el reparto solo alcanzaba a 160.000. Y de esa cantidad, finalmente, se han distribuido 29.144 candidatos, seg¨²n el recuento oficial actualizado el pasado viernes. Unas cifras m¨¢s que modestas para el gigante econ¨®mico europeo.
Los objetivos iniciales se corrigieron varias veces a la baja ante la constataci¨®n de que no exist¨ªan ni compromiso pol¨ªtico ni v¨ªas efectivas para repartir el volumen acordado. En primer lugar, qued¨® un remanente de casi 8.000 personas que no se lleg¨® a adjudicar a ning¨²n pa¨ªs. Y m¨¢s tarde se descont¨® la cuota de 54.000 personas con la que se pretend¨ªa aliviar tambi¨¦n a Hungr¨ªa, que rehus¨® participar en el programa. Con esos arreglos, que permiten mejorar artificialmente el porcentaje de cumplimiento de cada pa¨ªs, la Comisi¨®n contabiliza a menos de 100.000 candidatos para el reparto. Y eso permite decir que se ha logrado repartir a casi uno de cada tres. Pero el compromiso pol¨ªtico abarcaba a 160.000, como qued¨® reflejado en las decisiones del Consejo Europeo, que respaldaron el programa por mayor¨ªa cualificada de los Estados miembros.
Hasta el dise?o de este plan, cada pa¨ªs hab¨ªa lidiado con los desaf¨ªos migratorios por su cuenta, como le ocurri¨® a Espa?a en las crisis de pateras y cayucos ocurridas en la d¨¦cada pasada. Pero Bruselas entendi¨® que era el momento de dar un salto adelante con la convicci¨®n de que quienes desembarcaban en Europa no buscaban las costas griegas o italianas ni la frontera h¨²ngara. Ansiaban llegar a la UE. M¨¢s concretamente, a Alemania, uno de los principales impulsores de este veh¨ªculo esbozado por la Comisi¨®n.
El escaso ¨¦xito de la iniciativa disuadi¨® a Bruselas de prolongarla. ¡°Nadie quiere repetir todo el sistema de cuotas. Por eso lo que exploran ahora es la acogida desde los pa¨ªses de origen¡±, argumentaba Pierre Vimont, experto de la casa de an¨¢lisis Carnegie y ex secretario general del servicio diplom¨¢tico europeo, en una reciente charla con periodistas.
La fiera oposici¨®n del bloque del Este ¡ªal que en un principio se uni¨® tambi¨¦n Espa?a¡ª hiri¨® de muerte el programa de reparto. Polonia, Hungr¨ªa, Rep¨²blica Checa y Eslovaquia rechazaron la acogida, que acab¨® en el Tribunal de Justicia de la UE. Aunque este organismo dictamin¨® hace unos d¨ªas que el mandato de reubicaci¨®n es legal, ni esos pa¨ªses ni ning¨²n otro (con la excepci¨®n de Malta) han cumplido con las cuotas asignadas.
Falta de agilidad
Incluso los m¨¢s comprometidos con la tarea (en general, Francia, Alemania, Holanda y Portugal) se han quedado muy lejos de los objetivos. Uno de los problemas era la definici¨®n de los candidatos. Para evitar el supuesto efecto llamada que pod¨ªa generar el reparto de personas arribadas irregularmente a la UE, la Comisi¨®n decidi¨® trasladar solo a los demandantes de asilo con altas probabilidades de recibir el estatus de refugiado: aquellos cuya tasa de reconocimiento superase el 75% de las solicitudes. Y eso limitaba el colectivo a sirios, eritreos e iraqu¨ªes. Con el freno de las llegadas por Grecia, el perfil de los migrantes cambi¨® radicalmente y pocos de los desembarcados en Italia cumpl¨ªan esos requisitos.
Adem¨¢s, Grecia e Italia mostraban falta de agilidad en la gesti¨®n de los expedientes, largos y laboriosos. El resultado es que lo que pretendi¨® ser una pol¨ªtica estrella ha cumplido el plazo de dos a?os que ten¨ªa asignado sin ning¨²n tipo de balance. La Comisi¨®n Europea, tan dada a presentar p¨²blicamente los resultados de sus pol¨ªticas, ha evitado evaluar esta.
Lo que s¨ª recalca es que todos los candidatos que re¨²nan las condiciones y que hayan llegado a Grecia o a Italia antes del 26 de septiembre deben ser repartidos. Bruselas calcula que hay 2.000 seguros y otros 2.000 posibles en Grecia, junto a otros 7.000 candidatos en Italia, de los que se han registrado 4.000. Fuentes del Consejo Europeo descartan que la Comisi¨®n vaya a ejercer m¨¢s presi¨®n a los Estados y vaticinan que los casos pendientes se resolver¨¢n con los pa¨ªses voluntarios.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
