Londres y Bruselas celebran ¡°progresos¡± y una ¡°nueva din¨¢mica¡± en las negociaciones del Brexit

Bruselas y Londres constatan por primera vez progresos en las negociaciones del Brexit. Tanto el negociador europeo, Michel Barnier, como el brit¨¢nico, David Davis, han dejado entrever un mensaje m¨¢s optimista al t¨¦rmino de la cuarta ronda de discusiones concluida este jueves en Bruselas. A partir de esa primera coincidencia, las interpretaciones difieren: Davis ha hablado de "una ronda vital" y Barnier ha rebajado las expectativas al recordar que el acuerdo de divorcio a¨²n est¨¢ lejos.

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Si los gestos son un buen term¨®metro del contenido, la ronda de septiembre ha resultado m¨¢s fruct¨ªfera que todas las anteriores. En la comparecencia conjunta de Barnier y Davis, el ministro brit¨¢nico para la salida de la UE ha tomado la palabra en primer lugar, ha hablado de "progresos considerables" y ha deseado que el club comunitario se convierta en "su socio y amigo m¨¢s cercano". M¨¢s comedido, Barnier se ha arrancado en ingl¨¦s y ha hecho suya una valoraci¨®n de Davis: "El discurso de Theresa May [en Florencia] ha creado una nueva din¨¢mica en la negociaci¨®n". Para aprovecharla, los negociadores incluso han improvisado una nueva ronda de contactos ¡ªno prevista en el calendario¡ª para la semana del 9 de octubre.

Las palabras que pronunci¨® la semana pasada la primera ministra han abonado el terreno para una discusi¨®n m¨¢s fruct¨ªfera sobre la salida brit¨¢nica de la UE. Barnier ha destacado que la l¨ªder conservadora adquiriera ¡ªaunque sin cifrarlos¡ª los primeros compromisos sobre el pago de la llamada factura de salida y que supone saldar las cuentas pendientes del periodo de permanencia de Londres en la UE. El veterano pol¨ªtico franc¨¦s ha a?adido un importante pero: May se compromete a que ning¨²n pa¨ªs tenga que pagar m¨¢s o tenga que recibir menos dinero del presupuesto europeo como resultado de la salida de Reino Unido, pero restringe esa garant¨ªa al periodo que resta hasta 2020, cuando vence el actual marco presupuestario. Existen, sin embargo, compromisos financieros que van m¨¢s all¨¢ de esa fecha. "La ¨²nica manera de constatar progresos suficientes en la negociaci¨®n es honrar entre 28 los compromisos que adquirimos entre 28", ha advertido Barnier.

M¨¢s que en un cambio radical de postura, la clave de esa mayor disposici¨®n a pagar reside en el periodo de transici¨®n que pide May para evitar una salida abrupta de la UE en marzo de 2019, cuando expire el plazo previsto para apalabrar el divorcio y el acuerdo futuro. En su discurso de Florencia, May verbaliz¨® la necesidad de un periodo transitorio de dos a?os para permanecer en el mercado interior europeo. Sin ese se?uelo, probablemente Reino Unido mantendr¨ªa sus reservas a hablar de pagos por asuntos pendientes. Barnier valora el "desbloqueo de la situaci¨®n", pero concluye: "A¨²n estamos lejos de un acuerdo".

Factura de salida

Davis, siempre escurridizo sobre una cuesti¨®n tan sensible para los brit¨¢nicos como la factura de salida, insisti¨® en que su pa¨ªs "honrar¨¢ los compromisos" contra¨ªdos durante su pertenencia a la Uni¨®n, pero no aclar¨® c¨®mo. Sin despejar esa inc¨®gnita, Bruselas no dar¨¢ por cerrada esta primera fase del proceso, la del divorcio, para pasar a la siguiente, la de tejer la relaci¨®n futura. De momento, los primeros plazos fijados por la UE van camino de incumplirse: es pr¨¢cticamente imposible que la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno prevista para finales de octubre autorice el cambio de fase, como se pens¨® en un principio. Barnier ha vaticinado vagamente que costar¨¢ ¡°semanas o meses¡±.

El apartado que avanza con m¨¢s rapidez es el de derechos de los ciudadanos (los 3,2 millones de europeos que viven en Reino Unido y los 1,3 millones de brit¨¢nicos en suelo comunitario). Los negociadores de Bruselas valoran que May haya ofrecido incorporar a la ley brit¨¢nica el pacto al que se llegue. Aun as¨ª, persiste el escollo inicial, el papel del Tribunal de Justicia de la UE. Barnier exige que esa siga siendo la ¨²ltima instancia ante la que puedan invocar sus derechos los ciudadanos afectados por el Brexit, aun cuando Reino Unido ya no pertenezca al bloque comunitario. Davis rechaza tajantemente la tutela de ese tribunal en la era postBrexit.

Est¨¢ por ver que el moderado optimismo expresado ayer se mantenga. El discurso algo m¨¢s aperturista de May a¨²n tiene que pasar la prueba de fuego del partido tory, que celebra su conferencia anual la pr¨®xima semana. La primera ministra expondr¨¢ all¨ª su visi¨®n sobre el futuro del pa¨ªs. Y m¨¢s tarde los jefes de Estado y de Gobierno europeos tendr¨¢n que dar su veredicto. Casi todo est¨¢ a¨²n en el aire.