Los Veintisiete se alinean con las principales ideas de Macron
Europa se conjura para evitar que la pr¨®xima crisis se lleve por delante 60 a?os de integraci¨®n
El miedo como motor: Europa se conjura para evitar que la pr¨®xima crisis se lleve por delante 60 a?os de integraci¨®n. Los Veintisiete se alinearon ayer con las propuestas de la estrella emergente de la UE, Emmanuel Macron. Berl¨ªn, eso s¨ª, rebaj¨® un punto las expectativas de Par¨ªs, y tanto los n¨®rdicos como Holanda apoyan enfoques m¨¢s realistas. Pero en Tallin se constat¨® que hay un m¨ªnimo com¨²n denominador a favor de reformar la UE. Apenas queda un detalle m¨ªnimo: hacerlo.
Los Veintisiete, con Reino Unido en proceso de divorcio, pretenden dejar atr¨¢s el mediocre ir tirando de los ¨²ltimos tiempos. Francia toma las riendas por el momento: los l¨ªderes de la UE empiezan a hacer suyas las ambiciones del presidente Macron (y las de Jean-Claude Juncker) para reformar Europa, a la espera de que Alemania deje atr¨¢s la resaca electoral. ¡°2018 ser¨¢ un a?o important¨ªsimo para la agenda europea¡±, dijo el l¨ªder franc¨¦s con el tono pomposo que le caracteriza. Siempre hay un pero al pensar, y en Europa los peros suelen ser cosa de Berl¨ªn: la canciller Merkel aplaudi¨® las ideas francesas, pero advirti¨® que los detalles (diab¨®licos detalles) a¨²n tienen que discutirse. Los n¨®rdicos, Holanda y en general los acreedores, que han vivido una crisis estupenda, prefieren ir paso a paso y avisan de los peligros de ¡°prometer un elefante cuando al final vamos a tener un rat¨®n¡±, resumi¨® el holand¨¦s Mark Rutte durante la cena del jueves de la cumbre digital de Tallin. Y los del Este desconf¨ªan de las m¨²ltiples velocidades impl¨ªcitas en las recetas de Par¨ªs. Pero todo el flanco Sur, con Espa?a e Italia a bordo, est¨¢ por la labor. Ahora hay que ponerle el cascabel al gato: lo primero es que Merkel y Macron se pongan de acuerdo sobre el grado de ambici¨®n.
Merkel y las luces largas
El camino del ¨¦xito es siempre muy estrecho: sobre la mesa hay un presupuesto de la eurozona, pero hay que decidir con qu¨¦ potencia de fuego se le dota; hay un superministro de Finanzas del euro, pero no est¨¢n claras sus funciones; hay un Fondo Monetario Europeo sobre la base del Mecanismo de rescate europeo (Mede), pero se teme que si Alemania impone sus tesis solo preste ayuda a cambio de reformas y de tutelar las pol¨ªticas fiscales. Y sobre todo est¨¢ la novedad de un mecanismo anticrisis que pueda abrir fuego en los mercados cuando los especuladores eleven los intereses de la deuda p¨²blica de un determinado pa¨ªs. Aunque no hay nada parecido al acuerdo en ese asunto.
De Bratislava a Tallin
La batalla por apuntalar el euro es el gran debate de los pr¨®ximos tiempos: en pol¨ªticas migratorias y de seguridad ¡ªincluso en el Brexit, de momento¡ª el consenso es m¨¢s sencillo. Merkel y Macron coordinaron sus intervenciones en Tallin para poner de relieve el retorno del eje franco-alem¨¢n. Pero la Europa poscrisis es una constelaci¨®n compleja, marcada por dos fracturas: Norte-Sur, Este-Oeste. Los pa¨ªses perif¨¦ricos aplaudieron a Juncker en Estrasburgo a mediados de septiembre, y ven con buenos ojos las ideas de Macron. Pero el Norte es menos sol¨ªcito. Merkel ha dado el visto bueno a la agenda Macron, pero en el pasado ya dio el mismo abrazo del oso sin resultados palpables. Y ayer se puso al Este en el bolsillo: ¡°Hay que tener al n¨²mero m¨¢ximo de socios europeos a bordo¡±. La canciller, adem¨¢s, tiene sus propios problemas en casa. Ha ganado las elecciones, pero con menos apoyos. Y para gobernar necesita a los verdes y los liberales: esa coalici¨®n es un campo de minas, con partidos que defienden ideas muy distintas.
Puede que la reforma de la UE nunca alcance el list¨®n fijado por Macron. Eppur si muove: aun sumida en la desafecci¨®n pol¨ªtica y herida por la crisis, en Europa ha aparecido un pu?ado de ideas frescas. Juncker se felicit¨® por la ¡°nueva agenda pol¨ªtica¡± de la Uni¨®n y pidi¨® a los socios que no la bloqueen; el jefe del Consejo, Donald Tusk, se comprometi¨® a presentar en breve un calendario preciso para acometer esos cambios en 2017 y 2018. Bratislava alumbr¨® hace unos meses la hoja de ruta para la UE de la defensa y la pol¨ªtica migratoria; puede que Tallin haya sido el escenario del primer esbozo del nuevo euro.
Si Merkel lo permite.
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