Las elecciones locales de Venezuela abren la puerta a la reconfiguraci¨®n de la crisis pol¨ªtica
La elecci¨®n de nuevos gobernadores de provincias debi¨® haberse llevado a cabo desde 2016, pero el Gobierno de Maduro las pospuso
El domingo 15 de octubre Venezuela votar¨¢ a sus nuevos gobernadores de provincias en un evento electoral de categor¨ªa local que parece destinado a recomponer el escenario de la crisis pol¨ªtica que atraviesa el pa¨ªs. Los comicios debieron tener lugar en 2016, de acuerdo a los plazos dispuestos por la Constituci¨®n. Pero el Gobierno de Nicol¨¢s Maduro, en vista de su baja popularidad, se vali¨® del control que detenta sobre el Consejo Nacional Electoral (CNE) para posponerlos cuanto pudo. Reprogramadas las elecciones inicialmente para diciembre de este a?o, la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) -otro organismo teledirigido por el alto mando chavista- decidi¨® celebrarlas el pr¨®ximo domingo.
La fecha coincide con un momento en que las negociaciones entre Gobierno y oposici¨®n, iniciadas en Rep¨²blica Dominicana bajo auspicios internacionales, han ca¨ªdo en punto muerto. Aunque en d¨ªas recientes el presidente Maduro aseguraba a su par ruso, Vladimir Putin, que los acuerdos con la Mesa de Unidad Democr¨¢tica (MUD) han avanzado ¡°hasta un 95%¡±, lo cierto es que la delegaci¨®n opositora dej¨® de asistir a las rondas de conversaciones tras fracasar en su intento por obtener del Gobierno un gesto que garantizara su disposici¨®n real para la negociaci¨®n, como lo pudo ser la liberaci¨®n de los presos pol¨ªticos.
Washington y la Santa Sede no participan en la mesa de di¨¢logo convocada por el presidente dominicano, Danilo Medina, y el mediador Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, expresidente espa?ol, con el aval del Secretario General de Naciones Unidas, pero s¨ª la apoyan tras bambalinas aunque han dejado saber a las partes su preocupaci¨®n por la falta de logros concretos.
La crisis econ¨®mica, con sus rasgos de desabastecimiento cr¨®nico de productos de consumo masivo, aumento descontrolado de los precios cercano a la hiperinflaci¨®n y escasez de divisas para el pago de compromisos externos, sigue haciendo mella en la situaci¨®n social, lo que seguramente tendr¨¢ consecuencias pol¨ªticas. La presi¨®n en este flanco se increment¨® con las sanciones financieras adoptadas por el Gobierno de Donald Trump, que limitan sustancialmente las posibilidades de Caracas para conseguir dinero fresco. Quedan por calibrar los efectos de las sanciones que, seg¨²n se prev¨¦, tambi¨¦n impondr¨¢ la Uni¨®n Europea probablemente en noviembre pr¨®ximo, una vez que las labores diplom¨¢ticas superen la solitaria resistencia que Grecia ha planteado ante la iniciativa.
En medio de este panorama de expectaci¨®n, las venideras elecciones regionales representan una oportunidad de movimiento en la configuraci¨®n del tablero pol¨ªtico. Y no solo por sus eventuales resultados, sino tambi¨¦n por la manera en la que se lleven a cabo.
La oposici¨®n ¡°institucional¡±, agrupada en torno a la MUD, tiene frente a s¨ª no s¨®lo la tarea de superar al adversario sino, adem¨¢s, debe lidiar con el desaf¨ªo sin precedentes de movilizar a un electorado infectado por el desaliento y el escepticismo. La oposici¨®n m¨¢s radical, agrupada en el movimiento disidente Soy Venezuela, favorece la abstenci¨®n, temiendo que la participaci¨®n en el proceso signifique el reconocimiento t¨¢cito de un r¨¦gimen que lleg¨® a quedar en jaque durante las protestas de abril y julio, y que el reparto burocr¨¢tico de gobernaciones y otras canonj¨ªas locales contribuya a apagar definitivamente el impulso rebelde.
De acuerdo a recientes estudios de opini¨®n, ocho de cada diez electores que se identifican de ¡°oposici¨®n¡± expresan alg¨²n grado de disposici¨®n a acudir a las urnas el pr¨®ximo domingo. Esos mismos estudios muestran una tendencia general de intenci¨®n de voto por la oposici¨®n que duplica a la del oficialismo. Con ello, lucen amplias las probabilidades de que la MUD supere las actuales tres gobernaciones bajo su control y que, incluso, conquiste m¨¢s de la mitad de las 23 jefaturas en liza.
El Gobierno de Maduro espera capitalizar el repunte de su aprobaci¨®n, entre 17 y 23% seg¨²n la empresa Datan¨¢lisis, tras las sanciones estadounidenses. Como ello no fuera suficiente, cuenta adem¨¢s con la obediencia del organismo electoral, cuya pulcritud qued¨® en entredicho tras las elecciones de diputados para la Asamblea Nacional Constituyente. En la contienda, efectuada el 30 de julio, solo participaron candidatos oficialistas. El CNE certific¨® que ocho millones de personas fueron a sufragar, una cifra superior a la de cualquier votaci¨®n obtenida por el comandante Hugo Ch¨¢vez en su momento de mayor popularidad. La empresa Smartmatic dijo desde Londres que en sus c¨®mputos aparec¨ªan al menos un mill¨®n de votantes menos que en las cifras oficiales.
El Gobierno se ha mostrado dispuesto en los ¨²ltimos d¨ªas a usar las triqui?uelas del sistema en su favor. La controversia de las llamadas ¡°sustituciones¡± en el tarjet¨®n electoral lo acaba de comprobar. La oposici¨®n escogi¨® sus candidatos en determinadas regiones mediante elecciones primarias. Sin embargo, el organismo electoral decidi¨® cerrar el dise?o de las boletas electr¨®nicas de votaci¨®n en un plazo anterior a esas primarias. Por lo tanto, en los tarjetones figuran como candidatos los postulados opositores que perdieron en las primarias; el CNE se neg¨® a atender las solicitudes de la oposici¨®n para sustituir esas im¨¢genes por la del candidato definitivo. El prop¨®sito de la omisi¨®n es el de confundir a los electores y erosionar as¨ª el caudal de votos que pueda recibir el candidato opositor.
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