Se busca familia siria para pueblecito gal¨¦s
La peque?a comunidad de Narberth tal vez no sea el primer lugar en el que uno pensar¨ªa para reasentar a una familia traumatizada. Sin embargo, sus habitantes se han esforzado durante todo un a?o para hacerlo posible
No hay ninguna mezquita, apenas extranjeros, y la comunidad musulmana m¨¢s pr¨®xima est¨¢ a varios kil¨®metros. Solo para llegar a donde empieza la autopista hay que conducir casi una hora, y a algunas personas les puede costar acostumbrarse al clima. En resumidas cuentas, no parece el primer lugar en el que uno pensar¨ªa para reasentar a una familia siria traumatizada. Sin embargo, a mediados de julio, un microb¨²s de 17 plazas emprend¨ªa viaje desde Narberth, un pueblecito gal¨¦s de 2.400 habitantes, para recoger a siete refugiados en el aeropuerto de Birmingham. Todo el mundo estaba nervioso. Era la culminaci¨®n de un proceso que hab¨ªa durado un a?o.
Todo empez¨® el verano pasado con las noches de insomnio de Christie Hughes, residente en Narberth y enfermera jubilada de los servicios de salud mental. ¡°Me dedicaba a visitar p¨¢ginas web sobre los refugiados y el tema me dej¨® hecha polvo. No pod¨ªa dormir pensando lo que estaba pasando esa gente¡±.
Hughes se puso en contacto con la organizaci¨®n Hiraeth Hope (hiraeth en gal¨¦s significa ¡°profunda nostalgia de la propia tierra¡±), que trabaja con refugiados, y all¨ª le hablaron del programa de apadrinamiento comunitario que acababa de crear el Gobierno. Un pu?ado de personas se reuni¨® en el cuarto auxiliar de una iglesia y decidi¨® intentar traer una familia siria a Narberth. As¨ª naci¨® Croeso Arberth.?
El Gobierno puso en marcha el programa de apadrinamiento comunitario en julio de 2016. Hasta ahora, 10 grupos de Reino Unido han acogido a 53 personas. La iniciativa coexiste con el plan de reasentamiento de refugiados sirios en situaci¨®n de vulnerabilidad, por el cual el Gobierno se ha comprometido a acoger a 20.000 refugiados de Siria de aqu¨ª a 2020.?
Los grupos que quieren acoger a una familia tienen que presentar un plan detallado en el que expliquen c¨®mo van a facilitarle todo lo necesario, como una casa, acceso a la atenci¨®n m¨¦dica, clases de ingl¨¦s, y apoyo para que se vaya independizando.
Adem¨¢s, no es barato. Las familias acogidas pueden optar a las ayudas del Estado, pero los grupos tienen que recaudar al menos 4.500 libras esterlinas por adulto en concepto de ¡°dep¨®sito¡± ¡ªque se utilizar¨¢ en caso de emergencia¡ª, y adem¨¢s, conseguir dinero para diferentes gastos.
The New Arrivals
Cuatro millones de inmigrantes han llegado a Espa?a en dos d¨¦cadas en avi¨®n, en patera o saltando la valla. M¨¢s de un mill¨®n de personas pidieron asilo en Europa en 2016. EL PA?S cuenta, en un proyecto de 500 d¨ªas con los diarios The Guardian, Der Spiegel y Le Monde, c¨®mo se adaptan estos nuevos europeos y c¨®mo Europa se adapta a ellos. Una mirada a un fen¨®meno que est¨¢ transformando Espa?a y el continente
Croeso Arberth ha reunido el dinero mediante charlas patrocinadas, mercadillos y actuaciones musicales. Mucha gente ha hecho donaciones en met¨¢lico y en forma de art¨ªculos diversos. Desde el principio, han contado con el apoyo de Citizens UK, una organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro que ayuda a las comunidades a cooperar para ser m¨¢s poderosas y fomentar la justicia social y el bien com¨²n. La primavera pasada el grupo localiz¨® una casa apropiada que alquilaba un particular. Ya solo era cuesti¨®n de esperar una familia.
Cada familia acogida es diferente, pero todas han sufrido la p¨¦rdida de su hogar. Muchas tambi¨¦n lloran la muerte de seres queridos y han sido testigo de los horrores de la guerra. No todas se alegran de ir a Reino Unido, y a los grupos se les advierte que no tienen por qu¨¦ suponer que todo vaya a salir bien. Ni siquiera tienen que esperar agradecimiento.
Todo sucedi¨® muy deprisa. Se encontr¨® una familia de siete miembros, entre adultos y adolescentes, para el grupo de Narberth, y a este le dieron 10 d¨ªas para preparar la casa.?Narberth es un pueblo interesante, poco convencional y acogedor. Muchos artistas, hippies y so?adores han llegado a este rinc¨®n del condado de Pembrokeshire escapando del estr¨¦s competitivo de la vida moderna.
48 horas antes del momento previsto para la llegada de la familia siria, Hughes y Simpson estaban haciendo los ¨²ltimos preparativos. Hubo unos cuantos problemas pr¨¢cticos ¨Csolamente ten¨ªan seis sillas para la mesa de la cocina¨C y algunas inquietudes. Para empezar, el grupo sab¨ªa muy poco de la familia. ¡°Hay muchas inc¨®gnitas¡±, dec¨ªa Simpson, que trabaja para el parque nacional de la costa de Pembrokeshire. ¡°Sabemos que llevan a?os pasando penurias, pero no tenemos ni idea de en qu¨¦ estado se encuentran, si est¨¢n muy traumatizados. Muchas cosas podr¨ªan impedir que todo salga bien¡±.
Hughes reconoc¨ªa que estaba preocupada. ¡°Mi principal temor es que no les gustemos. A lo mejor se quieren ir a otro sitio. Si pueden aguantar un a?o (los grupos est¨¢n obligados a proporcionar apoyo durante 12 meses y vivienda durante 24) habremos aportado nuestro grano de arena¡±. Las dos se alegraban de que varios miembros de la familia tuviesen conocimientos de carpinter¨ªa y sastrer¨ªa. ¡°Eso les puede ayudar a integrarse¡±, opinaba Hughes.?
Inevitablemente, no todos los habitantes de Narbert estaban tan entusiasmados. Algunos incluso expresaron su temor de que fuesen terroristas. ¡°Hay una o dos personas que est¨¢n asustadas¡±, contaba Simpson. ¡°Una mujer vino a una reuni¨®n y dijo que sus hijos tendr¨ªan mucho miedo y que no saldr¨ªan a jugar. Narberth no es un sitio demasiado multicultural. Hay gente que quiz¨¢ piense que no es el pueblo adecuado para traer a una familia as¨ª, pero yo creo que enfrentarse a los prejuicios es tan importante como ofrecer refugio¡±.
Para la fiesta de bienvenida hab¨ªa pancartas, regalos y chocolatinas. Hughes infl¨® globos y mand¨® a Jonathan Cox, subdirector de Citizens UK, a comprar rotuladores para escribir en ellos los nombres de los miembros de la familia. Estaba nerviosa porque no sab¨ªa si era apropiado poner el nombre de un hombre en un globo de color rosa.
El vuelo TK1967 procedente de Estambul aterriz¨® poco antes de las 10. Hughes lo pas¨® mal esperando junto a la barrera a que un funcionario de la Organizaci¨®n Internacional para las Migraciones acompa?ase a la familia a la salida. Y, de repente, all¨ª estaba. Las pertenencias de todos ellos cab¨ªan en tan solo cuatro maletas. Aunque llevaban 24 horas viajando, estaban sonrientes y se re¨ªan. A los periodistas de este diario nos pidieron que no los identific¨¢semos ni di¨¦semos a conocer exactamente d¨®nde viven para darles tiempo a que se instalen en privado y con tranquilidad.
Las mujeres besaron a las participantes en la fiesta de bienvenida, y los hombres estrecharon las manos. Hablaban poco ingl¨¦s, pero el m¨¢s joven expres¨® por signos que quer¨ªa una foto de grupo para recordar el momento. ¡°Fue un privilegio participar en este momento¡±, declara Cox. ¡°Pod¨ªas ver sus sonrisas, c¨®mo se re¨ªan. Uno de los hombres nos dec¨ªa lo mucho que deseaba que la gente entendiese a Siria y el islam, que supiese que no son una amenaza. Estaban deseando causar buena impresi¨®n¡±.?Citizens UK presta apoyo a unas cuantas docenas m¨¢s de grupos de todo el pa¨ªs que trabajan para acoger sus propias familias.
No est¨¢ del todo claro cu¨¢l ser¨¢ el futuro de la familia. Solo tienen derecho a permanecer aqu¨ª cinco a?os, tras los cuales tienen que solicitar un permiso de residencia indefinido. Pero, por ahora, pueden estar seguros de que tendr¨¢n un refugio y de que cuidar¨¢n de ellos. ¡°Es una maravilla¡±, dice Hughes, cuyas noches en vela pusieron en marcha el proyecto. ¡°Tengo la sensaci¨®n de que saben que los queremos, y as¨ª es. ?Puede haber mayor satisfacci¨®n?¡±.
El proyecto The New Arrivals est¨¢ financiado por el European Journalism Centre con el apoyo de la Fundaci¨®n Bill & Melinda Gates.