Los colegios de Buenos Aires reciben 3.000 amenazas falsas de bomba en un mes
El Gobierno no puede parar el "efecto contagio" de alumnos que buscan la suspensi¨®n del d¨ªa de clases
El 911 de la provincia de Buenos Aires no da abasto. En 30 d¨ªas recibi¨® 3.000 llamadas con amenazas de bomba contra colegios secundarios. Las voces al otro lado de la l¨ªnea son j¨®venes y denotan ansiedad. La polic¨ªa sabe que son ¡°travesuras¡± sin riesgo, pero debe activar un protocolo que exige un costoso operativo de prevenci¨®n. La rutina es siempre la misma: los directivos desalojan el edificio, los peritos revisan aulas y pasillos sin encontrar nada sospechoso y los alumnos vuelven a las aulas: Pero ya se ha perdido el d¨ªa de clase. Desde el Gobierno aseguran que no hay una campa?a de desestabilizaci¨®n y prefieren hablar de un ¡°efecto contagio¡± entre adolescentes. Pero no encuentran la forma de parar los llamados. Por el momento hay 120 causas abiertas por intimidaci¨®n p¨²blica, el 90% de ellas contra estudiantes de entre 11 y 17 a?os.
Nada m¨¢s f¨¢cil que levantar un tel¨¦fono y hacer una llamada al 911. El esfuerzo es m¨ªnimo, el riesgo bajo y los efectos de una amenaza de bomba enormes. ¡°Todos los llamados fueron de alumnos que van a las escuelas amenazadas¡±, dice a EL PA?S una fuente del ministerio de Seguridad. Las amenazas a los colegios son un cl¨¢sico de cada a?o. Empiezan poco a poco y se extienden como un virus. El contagio se detiene de repente, como si la enfermedad se aburriera. El problema es que este a?o las amenazas han sido demasiadas y llegaron incluso hasta el colegio donde estudian los hijos de la gobernadora, Mar¨ªa Eugenia Vidal. La mujer vive en una base a¨¦rea por los llamados que recibe cada d¨ªa. La lectura oficial es que la limpieza que impulsa en la polic¨ªa bonaerense, con casi 16.000 sumarios internos y 6.650 expulsados, la convirti¨® en un blanco de riesgo. ¡°Lo de las escuelas no tiene nada que ver con esto¡±, insistieron desde el Ministerio.
La detenci¨®n m¨¢s promocionada fue la de un hombre de 18 a?os, el jueves, acusado de realizar 40 llamados a diferentes colegios. ¡°Fue el primero de este tipo, porque hasta ahora todos eran casos de llamados aislados¡±, dijeron en Seguridad. La polic¨ªa de La Matanza, el distrito m¨¢s poblado del conurbano de la ciudad de Buenos Aires, entr¨® a la casa de Pablo, as¨ª se llama, y secuestr¨® sus celulares y tarjetas SIM. El detenido llamaba al 911 por encargo, como respuesta a pedidos que recib¨ªa a trav¨¦s de las redes sociales. En Twitter se hizo llamar ¡°APB, A Pura Bomba¡±, un t¨¦rmino que invent¨®, dijo ¡°despu¨¦s de hacer ocho amenazas de bomba en ocho colegios distintos¡±. En otro tuit, fechado el 2 de octubre, Pablo celebr¨® que ese d¨ªa hab¨ªa logrado suspender las clases ¡°en seis colegios¡±.
El problema es el despliegue que activa cada llamado. ¡°Nuestra obligaci¨®n es acudir al establecimiento con toda una log¨ªstica que implica brigada de explosivos, fuerzas policiales, bomberos y Defensa Civil, adem¨¢s de alertar a los hospitales p¨²blicos y a las cuadr¨ªculas de la zona. Cuando todo este dispositivo acude a una amenaza de bomba, caemos en el riesgo de dejar desprotegidos a quienes realmente necesitan asistencia", dijo el ministro de Seguridad, Cristian Ritondo.
La estrategia ha sido, por ahora, exhibir en la prensa las detenciones. El mensaje: una amenaza de bomba no es una travesura adolescente y, para el caso de los menores, los padres son responsables y pueden ir presos. Un legislador provincial, Andr¨¦s De Leo, del oficialista Cambiemos, propuso incluso aumentar las penas contra los responsables con hasta un mes de prisi¨®n y una multa que podr¨¢ rondar los 50.000 pesos, unos 2.900 d¨®lares.
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