Volver a la rutina, de camino a la normalidad
A un mes del terremoto que sacudi¨® el centro del pa¨ªs y dej¨® 228 v¨ªctimas en la capital, algunos habitantes relatan c¨®mo han intentado recuperar la normalidad en sus trabajos y su vida
Pedro (nombre ficticio) lleva 30 d¨ªas atendiendo pacientes en el Hospital de la Mujer de Ciudad de M¨¦xico con el miedo a que la tercera y cuarta planta se les caigan a todos encima. Enrique Serna, de 41 a?os, sigue viviendo con la familia de su novia un mes despu¨¦s. Carmen Murillo, de 29, se sabe de memoria los precios de los alquileres de la delegaci¨®n Cuauht¨¦moc y observa incr¨¦dula c¨®mo la mayor¨ªa han subido. Israel Cruz, recepcionista del Hotel Casa Mali, reconoce que esperaban tenerlo lleno en octubre y no ha sido as¨ª. Los del restaurante Santino, a unos pasos del edificio derrumbado de ?lvaro Obreg¨®n, estuvieron 15 d¨ªas cerrados y todav¨ªa hacen c¨¢lculos para reponerse de las enormes p¨¦rdidas. A un mes de que temblara la tierra el pasado 19 de septiembre en el centro del pa¨ªs y sacudiera la capital con un saldo de 228 v¨ªctimas mortales, los habitantes de Ciudad de M¨¦xico intentan recuperar lo poco que el terremoto no logr¨® arrebatarles.
El temblor de magnitud 7,1 provoc¨® el derrumbe de 38 edificios y dej¨® m¨¢s de 3.000 inmuebles con graves da?os en la capital. Alrededor de 24.000 personas fueron atendidas en diferentes albergues de los d¨ªas posteriores a la tragedia, seg¨²n las cifras oficiales. Y todav¨ªa hay cinco personas hospitalizadas. Seg¨²n los c¨¢lculos del presidente de M¨¦xico, Enrique Pe?a Nieto, los costos de la reconstrucci¨®n por los sismos del 7 de septiembre y del 19 ascienden a 48.000 millones de pesos, unos 2.542 millones de d¨®lares. Y el jefe de Gobierno de la capital, Miguel ?ngel Mancera, estimaba en una entrevista a este diario que la recuperaci¨®n llevar¨¢ hasta seis o siete a?os.
En uno de los focos rojos de la tragedia, la colonia Condesa, uno de los barrios de moda de la capital, se cayeron dos edificios y otros dos en una colonia colindante, La Roma. Ah¨ª viv¨ªa Carmen Murillo, de 29 a?os, que ha tenido que salirse de su piso en alquiler donde viv¨ªa desde hace siete a?os porque est¨¢ inhabitable y buscar en tiempo r¨¦cord una nueva casa. Murillo cuenta c¨®mo los precios, que bajaron la primera semana despu¨¦s del sismo, han vuelto a subir exponencialmente en la zona: "He decidido cambiarme de colonia. Ah¨ª estaba imposible", explica a este diario.
Pamela Olvera, fundadora de una de las plataformas que ofrece pisos compartidos m¨¢s conocidas del pa¨ªs, Dadaroom, explica que esto se debe a una cuesti¨®n de oferta y demanda: "Despu¨¦s de los primeros 10 d¨ªas tras el sismo, el costo del alquiler en estas zonas ha mostrado una tendencia creciente, hasta pr¨¢cticamente alcanzar el precio que ten¨ªan unos d¨ªas antes del temblor. Pese a que se han registrado casos en los que el precio de una habitaci¨®n en alquiler se ha incrementado hasta 30% en estas colonias, no llegan a ser un patr¨®n". Y a?ade: "Desde mucho antes del sismo hab¨ªa escasez en la oferta en comparaci¨®n con la demanda en esa zona y eso explicaba los altos precios".
Enrique Serna, de 41 a?os, viv¨ªa en un complejo de departamentos que cay¨® como un castillo de naipes el pasado 19 de septiembre: el Multifamiliar de Tlalpan. Desde aquel d¨ªa vive con la familia de su novia. Todos sus ahorros est¨¢n destinados ahora invertir en un nuevo hogar: "Resulta que todo lo que construimos en cierta cantidad de a?os ahora tiene que ser expr¨¦s. Y, de ser posible, algo similar. Pero eso es pr¨¢cticamente imposible en tan poco tiempo", reconoce. "Nuestra vida ha cambiado de manera radical, debemos seguir trabajando y dedicar tiempo a conseguir ayudas. Todos sabemos lo lenta que es la burocracia en este pa¨ªs", a?ade.
Pedro es ginec¨®logo en el Hospital de la Mujer de Ciudad de M¨¦xico y cuenta que el centro p¨²blico lleg¨® a unos niveles de "hacinamiento" que acabaron provocando serios riesgos a las pacientes. Dos plantas fueron clausuradas por una alerta de derrumbe inminente y, en lugar de evacuar el edificio, los cuartos disponibles se llenaron hasta con ocho camas. La situaci¨®n, un mes despu¨¦s, no es mucho mejor: "No podemos ofrecer las mismas horas de vigilancia y hay mujeres a las que les acaban de hacer una ces¨¢rea que les damos el alta 12 horas despu¨¦s. Muchas han regresado con infecciones", relata sin querer ofrecer su nombre real.
Frente al Hotel Casa Mali, un edificio se encuentra completamente inclinado. Un cord¨®n rojo avisa a los transe¨²ntes que el inmueble se encuentra en alto riesgo. Israel Cruz, recepcionista de este establecimiento de 21 habitaciones, cuenta que la recuperaci¨®n est¨¢ siendo lenta: "Muy cerca se cayeron varios edificios, obviamente eso afecta a la vista de la zona y muchos hu¨¦spedes se fueron y otros cancelaron". Esperaban una alta ocupaci¨®n en octubre con las fiestas por el D¨ªa de Muertos, aunque se conforman con la cifra de 15 cuartos alojados hasta ahora.
Al Hotel Condesa DF le ocurri¨® algo similar, aunque se muestran positivos: "S¨ª fueron unas semanas duras para el hotel, pero ahora estamos otra vez al 100. Las primeras semanas se hosped¨® mucha gente que se hab¨ªa quedado sin casa con una tarifa especial. Prestamos el ba?o y los dejamos ducharse aqu¨ª", explican.
Las puertas del restaurante Santino estuvieron cerradas 15 d¨ªas. El local se encuentra a pocos metros de uno de los edificios que se derrumbaron con m¨¢s v¨ªctimas mortales, 49, en la avenida ?lvaro Obreg¨®n, 286. Por su entrada circularon durante m¨¢s de dos semanas los rescatistas, familiares desesperados, voluntarios con comida y herramientas. Hace una semana que abrieron de nuevo y se encuentran calculando las p¨¦rdidas. "Nos afect¨® demasiado, no puedo decir cu¨¢nto. Pero lo bueno es que poco a poco nos vamos recuperando", explica a este diario uno de los responsables.
30 d¨ªas despu¨¦s, la Ciudad de M¨¦xico avanza sobre las ruinas de una de las tragedias m¨¢s importantes de su historia reciente. La mayor¨ªa de los colegios han abierto de nuevo y el tr¨¢fico, uno de los term¨®metros m¨¢s precisos de la vuelta a la normalidad, ha regresado. Pero se ha quedado tatuado para siempre en los t¨ªmpanos de todos sus habitantes un pitido capaz de despertar el p¨¢nico: el sonido de alerta s¨ªsmica.
El terremoto, en cifras
El sismo del 19 de septiembre arroj¨® un saldo de 369 personas muertas en M¨¦xico, distribuidos en la Ciudad de M¨¦xico, en los Estados de Morelos, Puebla, Estado de M¨¦xico, Guerrero y Oaxaca. De acuerdo con datos de Protecci¨®n Civil Federal se rescataron a 69 personas con vida.
Unos 400 municipios del pa¨ªs fueron declarados en emergencia. En los albergues se acogieron a 5.721 personas y se han brindado 27.478 atenciones psicol¨®gicas, de acuerdo con datos del gobierno federal.
En M¨¦xico siete escuelas tendr¨¢n que construirse totalmente, 342 escuelas requieren de una reconstrucci¨®n parcial y unas 629 tienen da?os menores. El costo de reconstrucci¨®n en los centros de educaci¨®n es de 79.354 d¨®lares, acorde a datos de la secretar¨ªa de Educaci¨®n P¨²blica (SEP).
La ciudad de M¨¦xico fue una de las m¨¢s afectadas con 228 decesos, unos 38 edificios colapsados y m¨¢s de 3.000 inmuebles con alg¨²n da?o en sus estructuras. A un mes del terremoto siguen hospitalizadas cinco personas, con unas 171 denuncias ante la procuradur¨ªa capitalina.
Por otra parte, la organizaci¨®n Save The Children ha advertido de que m¨¢s de 226.000 ni?os mexicanos siguen durmiendo en las calles o en albergues un mes despu¨¦s del segundo terremoto en M¨¦xico, una situaci¨®n que seg¨²n alerta la ONG, expone a los menores a situaciones de abuso, violencia o explotaci¨®n. La organizaci¨®n estima que m¨¢s de 86.600 hogares han sufrido da?os totales o parciales por los efectos de los terremotos de pasado septiembre.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.