¡°La mayor solidaridad es que los turistas vengan a M¨¦xico¡±
El ministro asegura que el pa¨ªs est¨¢ de pie y que se reconstruir¨¢ el patrimonio cultural y art¨ªstico
Tras un verano r¨¦cord y de cerrar el mejor a?o tur¨ªstico de la historia en M¨¦xico (35 millones de visitantes en 2016 que dejaron 20.000 millones de d¨®lares), Enrique de la Madrid (Ciudad de M¨¦xico, 1962), secretario de Turismo, se enfrenta al reto de superar dos terremotos que han puesto a temblar una industria en pleno despegue que ha hecho del pa¨ªs el octavo destino del mundo.
Pregunta. ?C¨®mo est¨¢ afectando la devastaci¨®n causada por el ¨²ltimo terremoto al sector tur¨ªstico? ?Cu¨¢l es el primer balance de da?os?
Respuesta. Lo peor son las p¨¦rdidas humanas. Al final, habr¨¢ una cifra en torno a quinientos muertos en todo el pa¨ªs. Son muchas vidas, pero el n¨²mero es significativamente menor que en 1985 cuando M¨¦xico cambi¨® dram¨¢ticamente. Las zonas m¨¢s afectadas son los Estados de Oaxaca, Chiapas, Morelos o Puebla, sobre todo en lugares en los que las construcciones son de adobe, sin cimientos, tambi¨¦n en iglesias y conventos. En Ciudad de M¨¦xico, se han derrumbado 38 edificios, en el 85 fueron 300. La mayor¨ªa de las zonas tur¨ªsticas de la capital (Polanco, los museos o las pir¨¢mides de Teotihuac¨¢n, por poner ejemplos) est¨¢n intactas. Solo hay siete u ocho hoteles, fuera de los grandes circuitos, que tienen fallas estructurales. Hay m¨¢s de 50.000 habitaciones y solo 4.000 est¨¢n en proceso de revisi¨®n. Eso es muy importante porque estamos en una zona s¨ªsmica como ocurre en Jap¨®n, en Per¨², en San Francisco. Vivimos con huracanes y con sismos. Pero, a pesar de todo, en Canc¨²n, en la Riviera Maya, en Huatulco, en Puerto Escondido, en Puerto Vallarta o en Los Cabos, en los destinos tur¨ªsticos m¨¢s importantes, no hay afectaciones. M¨¦xico est¨¢ de pie. La mejor muestra de solidaridad con M¨¦xico es viajar all¨ª.
P. ?C¨®mo van a paliar esta crisis? Su departamento acaba de lanzar la campa?a M¨¦xico, un mundo en s¨ª mismo que estaba prevista con anterioridad.
R. De dos formas, en principio. Primero, atendiendo la emergencia en las zonas m¨¢s afectadas con albergues para las personas que se han quedado sin casa, con v¨ªveres y colchonetas, demoliendo casas inhabitables (90.000 en Oaxaca y Chiapas, unas 150.000 en todo el pa¨ªs) y reconstruyendo. De los 111 pueblos m¨¢gicos que hay, unos 11 han visto afectado su patrimonio cultural, hay iglesias del siglo XVI, ayuntamientos tambi¨¦n de esa ¨¦poca que estaban en uso. La iglesia es para ellos tan importante como sus viviendas, forma parte central de sus vidas y tambi¨¦n hay que reconstruir ese patrimonio, as¨ª que para eso se destinar¨¢n unos quinientos millones de d¨®lares, de la mano con la secretar¨ªa de Cultura. Tambi¨¦n se buscar¨¢ mecenazgo privado y del extranjero. La segunda parte es la campa?a M¨¦xico un mundo en s¨ª mismo, que presentamos en Nueva York y que est¨¢ basada en una frase que me encant¨® del secretario de la Organizaci¨®n Mundial de Turismo (OMT), Taleb Rifal, que resume el mestizaje y la diversidad de M¨¦xico. A trav¨¦s del Consejo de Promoci¨®n Tur¨ªstica, haremos campa?as de informaci¨®n, contactaremos con los touroperadores y haremos una estrategia destinada a evitar las cancelaciones. Tenga tambi¨¦n en cuenta que de cada peso que se recibe por turismo, 85 centavos provienen de los mexicanos. Queremos tambi¨¦n que los mexicanos viajen por el pa¨ªs.
P.?La violencia es el otro factor que pesa a la hora de viajar a M¨¦xico. Por primera vez, Estados Unidos ha emitido una alerta para que sus ciudadanos no viajen a Baja California Sur, un destino considerado hasta ahora seguro.
R. Tomamos esas recomendaciones muy en serio. El 60% de los turistas que llegan a M¨¦xico son estadounidenses (unos 10 millones), seguidos por canadienses, brit¨¢nicos y, ahora tambi¨¦n, muchos argentinos. En este caso, el Gobierno federal y el de Baja California Sur trabajan conjuntamente para generar instituciones m¨¢s s¨®lidas, m¨¢s fuertes y un entorno social que tambi¨¦n lo sea. No puede haber zonas hoteleras de primera y comunidades de tercera por la llegada de una emigraci¨®n, fundamentalmente de hombres solos, procedentes de otras entidades, que buscan trabajo. Son sociedades rotas y hay que crear sociedades solidarias. En alg¨²n momento habr¨¢ que llegar a alg¨²n tipo de conversaci¨®n con el presidente Donald Trump porque M¨¦xico siempre ha sido un pa¨ªs de tr¨¢nsito para la droga, no un destino de consumo, aunque tambi¨¦n lo haya.
P. Tambi¨¦n hay un problema de diversificaci¨®n de la oferta hotelera y de alternativas al turismo de sol y playa, del todo incluido.
R. ?Estamos apostando tambi¨¦n por otro tipo de turismo, tenemos mucho potencial. Por ejemplo, turismo de naturaleza, en Tabasco o Campeche, cultural como en Guanajuato o en Zacatecas, que es una maravilla. Vamos a apostar por el turismo m¨¦dico, sobre todo dirigido a los 50 millones de estadounidenses que no tienen seguro, la medicina mexicana es de calidad y sus precios m¨¢s bajos. Estamos apostando por los destinos gastron¨®micos, por los pueblos m¨¢gicos. Queremos generar en M¨¦xico la cultura de viajar por el propio pa¨ªs.
P. Esta tragedia ha vuelto a poner de manifiesto una enorme desconfianza de la poblaci¨®n hacia la Administraci¨®n y la clase pol¨ªtica mexicana.
R.?Hay desconfianza de los mexicanos hacia su Gobierno como ocurre en estos momentos en todo el mundo. La ciudadan¨ªa ante estos acontecimientos sale y reacciona y se queja de la falta de visibilidad de los gobernantes. Pero ?qui¨¦nes son el Gobierno? Los militares, los marinos, los m¨¦dicos, los que atienden los albergues en Oaxaca y Chiapas son servidores p¨²blicos, son tambi¨¦n Gobierno. Aritm¨¦ticamente, hay m¨¢s ciudadanos que gobernantes. Todos somos ciudadanos. Hay gentes expertas en la desinformaci¨®n, una desinformaci¨®n que est¨¢ pagada para generar desconfianza. El reto es c¨®mo vamos a seguir siendo solidarios en los siguientes meses porque la reconstrucci¨®n es lo m¨¢s dif¨ªcil. Hay personas sin casa, en albergues. El sismo y el pa¨ªs es de todos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.