Merkel y Macron muestran su apoyo a Rajoy ante la crisis en Catalu?a

Catalu?a ha resbalado hasta la agenda europea. El desaf¨ªo secesionista no est¨¢ oficialmente en el men¨² de la cumbre europea de este jueves y viernes, pero es una especie de elefante en la habitaci¨®n: media Europa habla hoy de la respuesta de Carles Puigdemont y de la convocatoria del Consejo de Ministros del s¨¢bado, donde podr¨ªa aprobarse una activaci¨®n del art¨ªculo 155 de la Constituci¨®n. El presidente Mariano Rajoy no ha hablado a su entrada a la reuni¨®n. Pero Berl¨ªn y Par¨ªs marcan el tono: los dirigentes de los dos principales pa¨ªses europeos, la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente de Francia, Emmanuel Macron, han dado un apoyo inequ¨ªvoco al Gobierno de Rajoy en el asunto catal¨¢n. "Apoyamos la posici¨®n del Gobierno espa?ol", ha dicho la canciller Angela Merkel. El presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, ha ido un paso m¨¢s all¨¢ al asegurar que la cumbre mandar¨¢ "un mensaje de unidad en torno a Espa?a", pese a que fuentes diplom¨¢ticas explican que Madrid no ha pedido nada de eso.

Catalu?a ha sido el asunto estrella a la entrada de los jefes de Estado y primeros ministros a la reuni¨®n en el distrito europeo de Bruselas. "Estamos muy pendientes y apoyamos la posici¨®n del Gobierno espa?ol", ha dicho la canciller Merkel, para despu¨¦s a?adir que espera que para Catalu?a se encuentre "una soluci¨®n sobre la base de la Constituci¨®n espa?ola". Su socio en el eje franco-alem¨¢n, Emmanuel Macron, apunta a un cierre de filas con Madrid. "Ser¨¢ un consejo marcado por un mensaje de unidad en torno a nuestros Estados miembros frente a los riesgos que afrontan, de unidad en torno a Espa?a", ha expresado el presidente franc¨¦s. "Nadie en la UE reconocer¨ªa la independencia de Catalu?a", ha subrayado el presidente de la Euroc¨¢mara, el italiano Antonio Tajani. La voz disonante es B¨¦lgica, que lleva d¨ªas reclamando di¨¢logo dentro o fuera de la Constituci¨®n y ha criticado con dureza las im¨¢genes de cargas policiales del 1-O. "Sigo condenando todas las formas de violencia y pido di¨¢logo. No creo que la escalada sea algo bueno", ha dicho a su llegada el primer ministro belga, Charles Michel, que mantiene un rifirrafe diplom¨¢tico con Madrid.

Rajoy tiene previsto hablar de Catalu?a en las reuniones bilaterales: est¨¢ confirmada solo la francesa, con Emmanuel Macron, quiz¨¢ su gran aliado en este momento. Abordar¨¢ el asunto en los pasillos de la cumbre. Pero m¨¢s de un l¨ªder ha dado claras se?ales de que dar¨ªa la bienvenida a una explicaci¨®n por parte del presidente del Gobierno, que podr¨ªa llegar en la cena informal de esta noche, aunque la postura oficial es que Espa?a no quiere hablar de lo que a¨²n considera un "asunto interno".

Europa no tiene que lidiar hoy con la crisis griega, el problema migratorio est¨¢ m¨¢s o menos encapsulado y el divorcio Londres-Bruselas est¨¢ siendo peliagudo; pero no vuela a¨²n la vajilla por encima de las cabezas de Theresa May, Angela Merkel y compa?¨ªa. La ultraderecha no acaba de llegar a los Gobiernos. La recuperaci¨®n econ¨®mica ha vuelto. Las aguas, en fin, bajan algo m¨¢s calmas en casi todos los asuntos y esta no es una de esas cumbres a vida y muerte de los ¨²ltimos tiempos. Y sin embargo, la Gran Crisis presenta en Europa una formidable capacidad de inventiva: la historia del ¨²ltimo siglo da al sintagma "desaf¨ªo nacionalista" un sobrepeso sem¨¢ntico que convierte el proc¨¦s en un problema europeo de primera categor¨ªa.

Brexit: un gui?o a May (con el ojo tuerto). Los l¨ªderes de la UE tienen previsto hacer un gui?o al Reino Unido. El discurso de Theresa May en Florencia ha abierto una din¨¢mica m¨¢s positiva, un tono menos enconado. No hay progreso suficiente para empezar la negociaci¨®n del futuro acuerdo comercial. Y sin embargo, los Veintisiete (sin Reino Unido) abren la puerta a empezar a preparar el periodo de transici¨®n. Pero ojo: "Eso no compromete a nada", afirma un diplom¨¢tico de una de las grandes delegaciones. "Y Europa est¨¢ preparada para el escenario de un no acuerdo", con el que amenaza Londres desde hace tiempo.

Londres y Bruselas amagan sin terminar de pegar: a nadie le interesa ese escenario. Pero para avanzar tiene que haber acuerdo en la factura del Brexit (y hay grandes diferencias ah¨ª), los derechos de ciudadan¨ªa (Londres no acepta el papel que Bruselas quiere darle al Tribunal Europeo de Justicia) e Irlanda del Norte. Puede que el tono haya cambiado. Pero no hay nada parecido a un acuerdo a la vista. Aunque Alemania puede estar suavizando su posici¨®n, seg¨²n un documento del Ministerio de Exteriores, y podr¨ªa hacerlo a¨²n m¨¢s si la canciller Angela Merkel termina de pactar con los liberales (y los verdes) para formar Gobierno: los liberales alemanes defienden las propuestas de la patronal, y la industria alemana quiere seguir vendiendo coches en suelo brit¨¢nico. "Pero la patronal alemana no est¨¢ dispuesta a aceptar que Reino Unido tenga acceso al mercado interior si hay riesgo de dumping", aseguran fuentes diplom¨¢ticas.

Migraci¨®n: la pista del dinero. Los l¨ªderes se felicitar¨¢n por la reducci¨®n de entradas de migrantes por el Mediterr¨¢neo Central (Italia, b¨¢sicamente). Pero a la vez algunas canciller¨ªas se quejan de que hay pa¨ªses que no han aportado al Fondo Fiduciario para ?frica, que persigue mejorar la situaci¨®n en la vecindad Sur con fondos para desarrollar esas econom¨ªas que frenen las salidas de migrantes.

Preocupaci¨®n con Turqu¨ªa, pero statu quo. Las elecciones alemanas han vuelto a poner sobre la mesa el problema de las negociaciones de adhesi¨®n a la UE de Turqu¨ªa. No hay unanimidad para congelar esa negociaci¨®n. Pero s¨ª se va a discutir la posibilidad de reducir las ayudas al pa¨ªs (que tienen todos los Estados que negocian la entrada en la UE). No hay avances en la uni¨®n aduanera. Europa no quiere romper con Turqu¨ªa, un nudo esencial del problema migratorio, pero tampoco est¨¢ dispuesta a dar un solo paso adelante. Adem¨¢s de Turqu¨ªa, la cumbre abordar¨¢ la situaci¨®n del acuerdo nuclear con Ir¨¢n tras el alejamiento estadounidense. Y ratificar¨¢ las sanciones aut¨®nomas a Corea del Norte que aprobaron los ministros de Exteriores el pasado lunes.

Pol¨ªtica comercial: Francia al ataque. Macron est¨¢ en medio de la aprobaci¨®n de complicadas reformas estructurales y quiere un primer gui?o europeo a sus propuestas que le permita vender en casa su programa con menos contestaci¨®n. Francia quiere un equilibrio entre la tradicional posici¨®n librecambista de la UE y las cr¨ªticas de la ciudadan¨ªa a acuerdos comerciales como el CETA (con Canad¨¢) o el TTIP (con Estados Unidos). Macron ya fracas¨® la pasada cumbre con su propuesta de limitar las inversiones extranjeras de pa¨ªses como China. Pero la agenda comercial ha recobrado br¨ªo con la sentencia sobre el acuerdo con Singapur y las negociaciones con Mercosur, Australia y Nueva Zelanda.

Ojo con Catalu?a. Rajoy llegar¨¢ hoy a Bruselas y no acudir¨¢ a la tradicional reuni¨®n de l¨ªderes del PP. Su equipo asegura que no tiene intenci¨®n de abordar el desaf¨ªo independentista catal¨¢n. "Si los primeros ministros le preguntan en los pasillos, les contar¨¢ c¨®mo est¨¢ la situaci¨®n, pero Catalu?a no est¨¢ en la agenda", aseguran las fuentes consultadas, que tiran del no comment para casi todo. El hermetismo de la delegaci¨®n espa?ola contrasta con el vivo inter¨¦s de las canciller¨ªas, que s¨ª hablan abiertamente con Catalu?a, generalmente de manera informal. En plata: toda Europa respalda a Rajoy. Alemania ha sugerido que si hay declaraci¨®n de independencia empieza a correr el reloj constitucional: ver¨ªa con buenos ojos la aplicaci¨®n del 155. En eso, las instituciones y los socios europeos cierran filas con Espa?a. Con dos apostillas: Europa exige a Rajoy que dialogue (la gran mayor¨ªa de los l¨ªderes a?aden que ese di¨¢logo debe producirse dentro del marco constitucional, pero no todos ellos), y no quiere ver m¨¢s im¨¢genes como las del 1-0: "La fuerza de la raz¨®n es mejor que la raz¨®n por la fuerza", ha reunido el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk. La gesti¨®n de Rajoy de la crisis catalana ha encontrado voces cr¨ªticas dentro del propio Partido Popular Europeo (PPE, en el que figura el PP espa?ol).