Ocho pa¨ªses de la UE reclaman a Israel por requisar o da?ar su ayuda a Cisjordania
Espa?a se suma a una reclamaci¨®n sin precedentes por el desmantelamiento de escuelas
Ocho pa¨ªses de la Uni¨®n Europea han acordado presentar una reclamaci¨®n de compensaci¨®n a Israel por la demolici¨®n y confiscaci¨®n de bienes del consorcio de ayuda humanitaria a Cisjordania del que forman parte, seg¨²n confirman fuentes diplom¨¢ticas europeas en Jerusal¨¦n. La petici¨®n conjunta, que no tiene precedentes, obedece a la destrucci¨®n y requisa, el pasado mes de agosto, de placas solares y pabellones prefabricados financiados por la cooperaci¨®n europea. Estos materiales fueron destinados a varias escuelas para la poblaci¨®n palestina beduina asentada en la llamada ?rea C de Cisjordania, que representa un 60% del territorio bajo ocupaci¨®n militar y que es administrada por Israel en exclusiva.
Espa?a, Francia, Italia, Suecia, B¨¦lgica, Irlanda, Luxemburgo y Dinamarca requieren al Estado hebreo una compensaci¨®n por un importe superior a los 30.000 euros si no devuelve las instalaciones y materiales incautados por las fuerzas de seguridad en las comunidades beduinas de Abu Nuwar, pr¨®ximas a Jerusal¨¦n, y Jubet al Dhib, en las inmediaciones de Bel¨¦n. Los ocho pa¨ªses consideran que Israel, como potencia ocupante, viola la legislaci¨®n internacional al privar de ayuda humanitaria a la poblaci¨®n palestina en Cisjordania. En ambos casos se trata de terrenos en los que est¨¢ previsto erigir nuevos asentamientos en torno a la Ciudad Santa, unas colonias que comprometer¨ªan la continuidad territorial, por el este y el sur, de un futuro Estado palestino.
Como ha anticipado Le Monde, los da?os y perjuicios sufridos a causa de la intervenci¨®n israel¨ª en ambas escuelas palestinas se elevan a 31.252 euros. Las obras fueron financiadas por el consorcio de cooperaci¨®n que integran los ocho Estados miembros y construidas por varias ONG que cuentan con programas para prevenir el desplazamiento forzoso de clanes de ganaderos. En los alrededores de Jerusal¨¦n viven unos 2.000 beduinos en 46 campamentos estables, ninguno de los cuales cuenta con conexi¨®n a la red el¨¦ctrica.
¡°La pr¨¢ctica de medidas coercitivas, como las demoliciones y confiscaciones de bienes de la cooperaci¨®n humanitaria ¡ªen particular, de infraestructuras escolares¡ª y la obstrucci¨®n al env¨ªo de ayuda son contrarias a los compromisos [de Israel] con la ley internacional¡±, reza el texto de la misiva de los ocho Estados miembros de la Uni¨®n, citada por el peri¨®dico franc¨¦s.
Israel rechaza ofrecer cualquier tipo de compensaci¨®n, seg¨²n informa el diario Haaretz, ya que no considera este tipo de cooperaci¨®n europea como ayuda humanitaria, sino como una actividad urban¨ªstica ilegal, al no contar con autorizaci¨®n de la administraci¨®n civil israel¨ª, dependiente de las Fuerzas Armadas en el ?rea C de Cisjordania. Al igual que en Jerusal¨¦n Este, los responsables urban¨ªsticos no suelen conceder licencias de edificaci¨®n a los palestinos en esa zona.
Los da?os causados por las demoliciones israel¨ªes en instalaciones costeadas por la UE en territorios palestinos en 2016 se elevaron a 557.000 euros. En 2017 han sido derribadas por carecer de permiso 344 edificaciones palestinas en Cisjordania, de las que una quinta parte hab¨ªan contado con financiaci¨®n europea. Holanda reclam¨® por su cuenta el pasado mes de junio la devoluci¨®n de paneles solares confiscados en Cisjordania, con un coste evaluado en 500.000 euros. Israel accedi¨® finalmente a devolver el material requisado.
Una de las principales inversiones europeas tras los Acuerdos de Oslo, de los que surgi¨® la Autoridad Palestina hace 24 a?os, fue la construcci¨®n del aeropuerto de Gaza en 1998. Bruselas aport¨® la mitad de los 70 millones de euros que costaron unas instalaciones que fueron arrasadas tres a?os despu¨¦s, durante la Segunda Intifada, por las Fuerzas Armadas de Israel. Espa?a contribuy¨® con 20,5 millones a la participaci¨®n europea en la terminal a¨¦rea palestina antes de que quedara reducida a escombros.
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