¡°Restaurar parques naturales es una responsabilidad moral y de subsistencia¡±

Una semana despu¨¦s del devastador paso del hurac¨¢n Irma por la Florida el pasado septiembre, el superintendente de los parques nacionales de Everglades y Dry Tortugas, Pedro Ramos (San Juan, 1967), se encontr¨® con un inesperado espect¨¢culo en medio de la cat¨¢strofe. ¡°Casi no se pod¨ªa pasar por las carreteras. Todos los ¨¢rboles estaban ca¨ªdos. Nos tom¨® semanas arreglar todo eso. Casas afectadas, inundaciones... Pero dentro del parque de Everglades hab¨ªa muy pocos ¨¢rboles ca¨ªdos. Y la inundaci¨®n que se ve¨ªa all¨ª realmente no afectaba el ecosistema. Le dije a alguien que yo nunca hab¨ªa visto los Everglades tan bellos como los vi la semana despu¨¦s de la tormenta¡±.

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Este parque natural de m¨¢s de 600.000 hect¨¢reas, declarado en 1979 patrimonio de la humanidad por la Unesco, est¨¢ compuesto por un sistema de humedales cuyas aguas se encuentran amenazadas. La respuesta del Gobierno a principios del presente siglo fue lanzar un ambicioso programa de restauraci¨®n a cuatro d¨¦cadas con una inversi¨®n de 20.000 millones de d¨®lares, ¡°el mayor proyecto de este tipo en la historia de Estados Unidos¡±, seg¨²n Ramos, de visita esta semana en Madrid para participar en la conferencia El sistema de Parques Nacionales de Estados Unidos, organizada por Casa Am¨¦rica.

¡°La carretera n¨²mero 41¡±, explica el superintendente, ¡°que va de Miami a Tampa [este a oeste de la pen¨ªnsula de la Florida], funciona a lo largo de un tramo como una represa que no permite que el agua fluya de norte a sur. Hemos tenido d¨¦cadas en las que hay aguas en el norte de la carretera mientras estamos muri¨¦ndonos de sed en el sur¡±. Ramos expone que el plan de restauraci¨®n incluye eliminar los canales para desviar el agua al oc¨¦ano, construidos a lo largo del siglo XX para urbanizar y cultivar la zona: ¡°Hace tres a?os inauguramos un puente de una milla [1,6 kil¨®metros] y ahora estamos construyendo uno de dos y media. Esa es una fase de muchas en el proyecto de la restauraci¨®n¡±.

¡°Traer ese flujo de agua natural a estos humedales no solamente es una responsabilidad moral que tal vez tenemos como pa¨ªs, sino una responsabilidad econ¨®mica y de subsistencia¡±, afirma. ¡°Una de cada cuatro personas en la Florida ¡ªsomos 18 millones¡ª bebemos agua de all¨ª¡±.

Pese a que la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca el pasado enero ha cambiado radicalmente la pol¨ªtica ambiental del Gobierno, con medidas como la retirada de Estados Unidos del Acuerdo de Par¨ªs de 2015, por el cual los pa¨ªses se comprometen a reducir la emisi¨®n de gases de efecto invernadero, entre muchas otras decisiones, Ramos es optimista frente a la relaci¨®n de los parques con la nueva Administraci¨®n. ¡°El secretario de Interior de los Estados Unidos, Ryan Zinke, expres¨® que ¨¦l y el presidente Trump est¨¢n muy comprometidos con seguir invirtiendo el dinero que hay que invertir en los Everglades para la restauraci¨®n¡±, afirma Ramos.

¡°No tenemos un director nacional de Parques Naturales, esa nominaci¨®n todav¨ªa no se ha hecho¡±, admite. ¡°Pero s¨ª tenemos la infraestructura necesaria para que la agencia siga funcionando. Y siento que tenemos un apoyo muy fuerte del Departamento de Interior para seguir haciendo nuestro trabajo en la Florida¡±.