Jap¨®n se rinde al legado art¨ªstico de Moneo
El arquitecto navarro recogi¨® el pasado 18 de octubre el premio Praemium Imperiale en Tokio, el m¨¢ximo galard¨®n nip¨®n de las Artes, en reconocimiento a su carrera profesional
La int¨¦rprete al japon¨¦s de Rafael Moneo durante su reciente visita a Tokio se tuvo que acostumbrar a esperar varios minutos hasta que el arquitecto navarro hilvanaba todas sus frases con esmero. Moneo es generoso en acotaciones, fechas, nombres y referencias geogr¨¢ficas, pero sobre todo en conceptos. ¡°Si alguna cosa sale en limpio el m¨¦rito ser¨¢ de quien me est¨¢ traduciendo¡±, advert¨ªa a su audiencia de periodistas.
Moneo habl¨® de su trayectoria profesional, de sus proyectos arquitect¨®nicos a corto y medio plazo y de su aventura vin¨ªcola. Fue invitado a Tokio para recibir el Praemium Imperiale, un galard¨®n que entrega cada a?o la familia imperial a cinco veteranos creadores de todo el mundo en artes visuales, m¨²sica, escultura, arquitectura, cine y teatro.
Cuando le toc¨® el turno de recoger su medalla Moneo se desmarc¨® del protocolo y lanz¨® un beso con la mano a todos los asistentes
La circunspecta ceremonia de premiaci¨®n recibe una nutrida cobertura medi¨¢tica y est¨¢ precedida de numerosas conferencias de prensa, entrevistas y sesiones fotogr¨¢ficas. Cuando le toc¨® el turno de recoger su medalla Moneo se desmarc¨® del protocolo y lanz¨® un beso con la mano a todos los asistentes. El p¨²blico nip¨®n, poco dispuesto a la espontaneidad, lo recibi¨® con parsimonia. Solo alguna de las mujeres m¨¢s j¨®venes pareci¨® sonre¨ªr con la mirada.
Los compa?eros de Moneo en la edici¨®n de este a?o, la n¨²mero 29, fueron la creadora visual iran¨ª Shirin Neshat, el escultor ghan¨¦s El Anatsui, el m¨²sico senegal¨¦s Youssou N¡¯Dour y el bailar¨ªn americano nacido en Latvia, Mikhail Baryshnikov. Como a muchos visitantes ilustres desde que el pa¨ªs se abriera a occidente a mediados del siglo XIX, los japoneses les preguntaron qu¨¦ les gusta de su tierra. Moneo, que practica una cortes¨ªa brit¨¢nica y se afana en responder de forma exhaustiva cualquier cuesti¨®n, fue directo a la arquitectura religiosa. "Los santuarios sinto¨ªstas de madera que se reconstruyen cada dos d¨¦cadas, como el de Ise, permiten que la historia sobreviva siempre joven", les dijo entusiasmado. Mientras tanto, su contraparte en Europa, el Parten¨®n, se deteriora con el paso del tiempo. En Jap¨®n, a?adi¨®, "puede convivir lo m¨¢s avanzado con lo que queda de lo antiguo".
Para asuntos japoneses Moneo bebe en la fuente de su colega Arata Isozaki, autor de un c¨¦lebre ensayo que examina la ¡°japonesidad¡± de la arquitectura propia y la de sus paisanos y llega a calificarla como un ¡°intento vacilante¡± de encontrar la identidad nacional. Moneo se alegra de que Isozaki, autor del Palau San Jordi en Barcelona y del Domus en La Coru?a, se encuentre recuperado de una reciente cirug¨ªa y cenan juntos en el c¨¦ntrico barrio de Roppongi.
Con esta visita a Jap¨®n Moneo suma tres. Conoce bien la regi¨®n de Kansai que recorri¨® hace a?os de la mano del m¨¢s c¨¦lebre exponente vivo de la arquitectura local: Tadao Ando. En 1996 Moneo fue su sucesor en la lista del premio Pritzker, conocido como el Nobel de la arquitectura. Y ese mismo a?o Ando recibi¨® el Praemium Imperiale. El doble hermanamiento se refuerza con la alta estima que se tienen sus respectivas esposas.
Ando tiene una exposici¨®n antol¨®gica en el Centro de Arte Nacional de Tokio a la que Moneo y su familia fueron invitados de honor. Ando sali¨® a recibirlos a la puerta y se ofreci¨® a guiarlos con la intermediaci¨®n de un int¨¦rprete. Los llev¨® a ver la reconstrucci¨®n en tama?o real de su famosa Iglesia de la Luz, una sobria caja de hormig¨®n con una fisura gigante en forma de cruz que vista desde dentro casi obliga al feligr¨¦s al ¨¦xtasis m¨ªstico. Pero la multitud de visitantes se agolp¨® cuando entr¨® Ando y muchos reconocieron al espa?ol que lanz¨® el beso al aire en la austera ceremonia.
Empu?aban sus m¨®viles y una chica se atrevi¨® con un selfie. Todos fotograf¨ªan con discreci¨®n la c¨¦lebre pareja hasta que Ando los anim¨® a rodearlos para una foto de grupo. "Nunca hab¨ªa visto nada igual", dijo Moneo y atribuy¨® la amigable turba a la admiraci¨®n que despierta Ando y al respeto que se tiene en Jap¨®n por la arquitectura. Se lament¨® de que en Espa?a los arquitectos tengan que llevar a cuestas el estigma de la burbuja?inmobiliaria de finales del siglo pasado. ¡°Parece como si tambi¨¦n la sociedad pensase que nosotros estamos en ella y con ella. Y la verdad es que no es as¨ª¡±, puntualiz¨®.
La exposici¨®n de Ando titulada "Endeavours" (Esfuerzos), estar¨¢ abierta casi tres meses y atrae a diario r¨ªos de p¨²blico no especializado. Parte del encanto reside en la biograf¨ªa del joven aspirante a boxeador que al igual que otros grandes de la profesi¨®n, como Frank Lloyd Wright y Le Corbusier, no tuvo formaci¨®n acad¨¦mica de arquitecto. Se hizo dibujante autodidacta y un d¨ªa encontr¨® la manera infalible de aunar en una misma construcci¨®n el minimalismo y lo impactante.
Despu¨¦s de la exposici¨®n Moneo y su familia convencen al amable gu¨ªa que los organizadores del premio les han asignado ¡ªy que les obliga a cumplir con implacable rigor el horario de cada d¨ªa¡ª de que se tome el resto del d¨ªa libre. Llueve pero aprovechan para caminar y afinar sus observaciones sobre Tokio. A Moneo la ciudad le impresiona por su capacidad "de hacer convivir al mismo tiempo los edificios modernos, monumentales, de gran tama?o con la escala m¨¢s peque?a".
Se?ala la falta de grandes construcciones ic¨®nicas frente a la abundancia de edificios peque?os muy bien dibujados y casas que parecen obras de arte. Se resguardan de la lluvia en una tienda de t¨¦ y preparan su regreso pensando en la bodega familiar instalada en un monasterio jer¨®nimo de Valladolid que el propio Moneo restaur¨®. Una evidencia en piedra de que el arquitecto del Museo Romano de M¨¦rida no descansa en su afici¨®n de traer el pasado al presente para, al igual que sus admirados japoneses, convertirlos en una misma cosa.
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