El veto de Ham¨¢s al desarme amenaza la reconciliaci¨®n palestina
El presidente Abbas mantiene la presi¨®n econ¨®mica sobre los islamistas en Gaza
El mayor avance en la reconciliaci¨®n palestina, que se vio refrendado el mi¨¦rcoles con la retirada de Ham¨¢s de los pasos fronterizos de Gaza, se ve comprometido por el rechazo a desarmarse del movimiento islamista, que controla el enclave desde 2007. Mushir al Masri, portavoz parlamentario de Ham¨¢s, ratific¨® el jueves que la organizaci¨®n no va a renunciar a las armas. ¡°No es un asunto que est¨¦ en discusi¨®n con la Autoridad Palestina¡±, dijo en una conversaci¨®n con este diario, ¡°ya que tenemos derecho a la resistencia contra la ocupaci¨®n¡±. Tanto Israel como Estados Unidos han advertido de que dejar¨¢n de reconocer al Ejecutivo del presidente Mahmud Abbas si pacta un Gobierno de unidad con Ham¨¢s, que cuenta con m¨¢s de 25.000 milicianos a sus ¨®rdenes.
La ¨²nica muestra de unidad pol¨ªtica visible ayer en Gaza fue la manifestaci¨®n que recordaba el centenario de Declaraci¨®n Balfour, por la que Reino Unido expres¨® su respaldo al ¡°establecimiento en Palestina [entonces una colonia otomana] de un hogar nacional para el pueblo jud¨ªo¡±, documento que es visto en Israel como germen del Estado fundado en 1948. M¨¢s de 3.000 personas desfilaron desde el edificio de la antigua gobernaci¨®n egipcia en la Franja hasta la representaci¨®n de Naciones Unidas en la capital del enclave. Con banderas amarillas de Fatah, el partido del presidente palestino, y verdes de Ham¨¢s, todos parec¨ªan coincidir en apoyar el mensaje escrito para la ocasi¨®n por Abbas: ¡°La creaci¨®n de una patria para un pueblo acarre¨® la desposesi¨®n y persecuci¨®n de otro¡±.
En su feudo de Jabalya, al norte del territorio mediterr¨¢neo palestino, el diputado islamista Al Masri ¡ª41 a?os, considerado una figura pol¨ªtica emergente¡ª insist¨ªa en que el desarme de Ham¨¢s no est¨¢ ¡°encima de la mesa¡±. ¡°Vamos a cumplir el acuerdo alcanzado en El Cairo el 12 de octubre. Ya se han entregado las fronteras y antes del 1 de diciembre la Autoridad Palestina asumir¨¢ toda la Administraci¨®n civil de Gaza¡±, puntualiz¨®.
Ambas partes tendr¨¢n que cerrar antes los detalles el pr¨®ximo d¨ªa 21 en un nuevo encuentro en la capital egipcia. ¡°Aspiramos a formar parte del nuevo Gobierno de unidad nacional y a tener un papel m¨¢s activo en la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina [OLP, que agrupa a todas las fuerzas pol¨ªticas], donde ahora solo se escucha la voz de Fatah¡±, anunci¨® el portavoz parlamentario islamista. Argument¨® adem¨¢s que las advertencias de Israel sobre el desarme previo son solo ¡°un pretexto para no aceptar la reconciliaci¨®n interna palestina¡±.
Enfrentamientos armados
El pasado mes de mayo Ham¨¢s dio un importante giro al aceptar la creaci¨®n de un Estado palestino en las fronteras de 1967 (Cisjordania, Gaza y Jerusal¨¦n Este). ¡°Queremos salir de la pobreza y vivir con dignidad como el resto de la gente¡±, sostuvo Al Masri, quien aclar¨® que la reforma de la carta fundacional de la organizaci¨®n ¡°no implica el reconocimiento del Estado jud¨ªo¡±. El 80% de los dos millones de habitantes de la Franja ¡ª365 kil¨®metros sometido a bloqueo por Israel y, en el sur, por Egipto¡ª, dependen de la ayuda internacional para sobrevivir. El Banco Mundial considera que se trata del territorio con la tasa de desempleo (44%) m¨¢s elevada. Un 90% de los acu¨ªferos se hallan contaminados y las cloacas vierten directamente al mar por falta de energ¨ªa en las estaciones depuradoras. A pesar de recientes mejoras, los gazat¨ªes cuentan con un suministro el¨¦ctrico de cuatro horas diarias.
En una lujosa oficina del centro de la capital de Gaza, el exgobernador del distrito de Jan Yunis (sur de la Franja), Osama Al Farra, aseguraba horas antes bajo una bandera de Fatah que Ham¨¢s ¡°est¨¢ cumpliendo por ahora su parte del trato¡±. Al Farra fue expulsado por Abbas del partido nacionalista palestino por haberse aliado con Mohamed Dahlan, dirigente originario de Gaza, donde dirigi¨® los servicios de seguridad hasta 2007.
Los islamistas se hicieron entonces con el poder por la fuerza de las armas en unos enfrentamientos que se cobraron 400 muertos. Dahlan cay¨® en desgracia en 2011 al ser acusado por el presidente palestino de tramar un golpe de Estado en Cisjordania. Vive exiliado en Emiratos ?rabes Unidos, y ahora prepara su regreso a la pol¨ªtica palestina con apoyo de Egipto a trav¨¦s de Gaza, donde a¨²n cuenta con muchos partidarios, como Al Farra.
¡°Quien no est¨¢ cumpliendo su parte es Abbas¡±, reconviene este exdirigente de Fatah en la Franja. ¡°Sigue manteniendo las sanciones que impuso este a?o, y no se ha hecho cargo de los pagos a Israel por electricidad qu¨¦ el mismo cancel¨® ni de todos los tratamientos en el exterior de pacientes graves de los hospitales¡±. Al Farra cree que Abbas no podr¨¢ cumplir su promesa de visitar Gaza este mes mientras no levante las medidas punitivas dictadas.
Los responsables de la Autoridad Palestina celebran los pasos dados por Ham¨¢s, pero siguen manteniendo las sanciones econ¨®micas mientras no se consume la entrega del poder en Gaza. Ambas partes tienen razones de sobra para la desconfianza. Ya suscribieron acuerdos de reconciliaci¨®n en La Meca (2007), El Cairo (2011), Doha (2012) y Gaza (2014). Todos fracasaron.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.