Theresa May pierde a su segunda ministra en una semana
La primera ministra fuerza la dimisi¨®n de la responsable de Desarrollo Internacional, Priti Patel, por ocultar sus reuniones con altos cargos del Gobierno israel¨ª
Las crisis acechan a Theresa May, una primera ministra brit¨¢nica que sufre para mantener el orden en su partido y en su Gobierno. Este mi¨¦rcoles ha forzado la dimisi¨®n de su ministra de Desarrollo Internacional, Priti Patel, la segunda cartera que queda vacante en una semana, despu¨¦s de que el ministro de Defensa, Michael Fallon, fuera forzado a dimitir el mi¨¦rcoles pasado, envuelto en un esc¨¢ndalo de acoso sexual. "Ofrezco mis m¨¢s sinceras disculpas a usted y al gobierno por lo que sucedi¨® y presento mi dimisi¨®n", ha declarado la ya exministra en una carta dirigida a May. La primera ministra ha aceptado su dimisi¨®n y, tambi¨¦n a trav¨¦s de una carta, ha destacado que "Reino Unido e Israel son estrechos aliados, y es bueno que trabajemos juntos. Pero eso debe ser hecho formalmente".
"Acepto que al reunirme con organizaciones y pol¨ªticos durante unas vacaciones privadas en Israel mis acciones cayeron por debajo de los altos est¨¢ndares que se esperan de una ministra", ha admitido la ya exministra, de 45 a?os e hija de inmigrantes indios. May oblig¨® a Patel, que se encontraba en un viaje de trabajo en Kenia y Uganda, a regresar anticipadamente a Londres despu¨¦s de la fuerte controversia suscitada por una serie de reuniones secretas que la ministra mantuvo con oficiales israel¨ªes. Para cuando aterriz¨® en Heathrow a media tarde de este mi¨¦rcoles, la de Patel era ya la cr¨®nica de un despido anunciado.
Durante un viaje en agosto a Israel, que describi¨® como ¡°vacaciones familiares¡±, Patel visit¨® un hospital de campa?a israel¨ª en los Altos del Gol¨¢n, y rompiendo el protocolo gubernamental, pues Reino Unido no reconoce la soberan¨ªa israel¨ª en ese territorio ocupado a Siria. La ministra no report¨® la visita a May ni al Foreign Office, como exige el procedimiento oficial. Tampoco inform¨® de la docena de reuniones que mantuvo con oficiales israel¨ªes, incluido el primer ministro, Benjam¨ªn Netanyahu. Las visitas, seg¨²n publica la prensa brit¨¢nica, fueron organizadas por Stuart Polak, presidente honor¨ªfico del lobby brit¨¢nico Amigos Conservadores de Israel, al que perteneci¨® la propia ministra.
Patel asegur¨® el viernes que el Foreign Office estaba al tanto de su viaje, pero el lunes reconoci¨® que no hab¨ªa informado. La ministra fue reprendida y pidi¨® disculpas a May por las reuniones no autorizadas. Pero no mencion¨® otros dos encuentros celebrados en septiembre, seg¨²n public¨® el martes por la noche The Sun, con sendos miembros del Gobierno israel¨ª, el ministro de Seguridad P¨²blica y un alto cargo de Exteriores, en Nueva York y Londres, respectivamente, a las que tambi¨¦n le acompa?¨® Polak.
Tampoco hab¨ªa informado Patel a la primera ministra de sus planes de destinar dinero del contribuyente brit¨¢nico al Ej¨¦rcito israel¨ª para atender a refugiados sirios en los Altos del Gol¨¢n, que hab¨ªan sido considerados inapropiados por oficiales brit¨¢nicos. Downing Street asegur¨® que la primera ministra se enter¨® de los planes de Patel cuando la BBC inform¨® de ellos el martes.
Theresa May, extremadamente debilitada por el devenir de los acontecimientos desde que perdi¨® la mayor¨ªa absoluta en las elecciones de junio, parec¨ªa inicialmente dispuesta a resistir las presiones y no forzar la dimisi¨®n de Patel, figura destacada de la campa?a a favor del Brexit y muy popular entre el sector m¨¢s derechista de su formaci¨®n, que figura con frecuencia entre los posibles candidatos futuros a liderar el Partido Conservador. Los problemas se le acumulan a la primera ministra hasta lo caricaturesco: la semana pasada dimiti¨® su ministro Michael Fallon; el n¨²mero dos de May, Damian Green, est¨¢ siendo investigado por similares acusaciones de acoso sexual; y la falta de talla pol¨ªtica de Boris Johnson para portar la cartera del Foreign Office es ya poco menos que un clamor, despu¨¦s de una nueva crisis desatada por unos desafortunados comentarios suyos que han puesto en peligro la seguridad de una ciudadana brit¨¢nica encarcelada en Ir¨¢n.
La semana pasada, Johnson dijo ante el comit¨¦ parlamentario de Asuntos Exteriores que la ciudadana brit¨¢nica-iran¨ª Nazanin Zaghari-Ratcliffe segu¨ªa detenida en Ir¨¢n pero que cre¨ªa que ¡°simplemente estaba ense?ando periodismo a la gente¡±. La afirmaci¨®n no era cierta, seg¨²n su familia: estaba de vacaciones con su hija. Autoridades iran¨ªes no tardaron en recoger el guante de Johnson, acusando a Zaghari-Ratcliffe de difundir propaganda. Diversos activistas han advertido de que los comentarios del ministro pueden provocar una prolongaci¨®n de su prisi¨®n, de la que ya ha cumplido 18 meses. Johnson tard¨® seis d¨ªas en reaccionar. El martes llam¨® a su contraparte iran¨ª para corregir sus comentarios, pero despu¨¦s, en el Parlamento, apenas admiti¨® que ¡°podr¨ªa haber sido m¨¢s claro¡±.
Las actuaciones de Patel y Johnson, sin estar relacionadas, contribuyen a la imagen de un Gobierno en el que, como consecuencia de la debilidad de su l¨ªder, la disciplina colectiva ya no se respeta y los ministros pueden volar por libre porque su jefa carece de la autoridad para controlarlos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.