La acuarela perdida de Hitler que nadie quiere comprar
Una vista de la Torre Nueva, de Viena, pintada por el F¨¹hrer ha sido donada al Instituto holand¨¦s para la Investigaci¨®n de la Guerra, el Holocausto y el Genocidio por falta de acogida en las casas de subastas
Una simple acuarela puede convertirse tambi¨¦n en un documento hist¨®rico si el autor se llama Adolf Hitler. Este es el caso de una vista callejera de la Torre Nueva, en la ciudad de Viena, pintada entre 1908 y 1913 por el F¨¹hrer, y reci¨¦n presentada en p¨²blico por el Instituto holand¨¦s para la Investigaci¨®n de la Guerra, el Holocausto y el Genocidio (NIOD, en sus siglas neerlandesas). Su due?a era una mujer que prefiere mantenerse en el anonimato, y a la que el dibujo le ¡°quemaba en las manos¡±. Lo hered¨® de su padre, y cuando vio que ninguna casa de subastas lo quer¨ªa, decidi¨® donarlo. Es la ¨²nica obra firmada por Hitler conservada en Holanda, y NIOD est¨¢ dispuesto a cederla si alg¨²n museo monta una muestra sobre Segunda Guerra Mundial.
El padre de la donante lo compr¨® ¡°hace mucho tiempo¡±, por 75 c¨¦ntimos de flor¨ªn en un mercadillo de sellos y monedas, seg¨²n el Instituto. Al llegar a casa, repar¨® en la r¨²brica ¡°y en su valor y carga hist¨®rica, as¨ª que lo guard¨® asustado¡±, a?ade el centro. Dada la existencia en el mercado de obras falsas de Hitler, los expertos de NIOD han hecho un estudio exhaustivo para estar seguros de su procedencia. Aparte de la firma, A. Hitler, analizaron los sellos pegados, el cart¨®n de la acuarela y la antig¨¹edad del papel. Eran aut¨¦nticos y de la ¨¦poca se?alada, la primera d¨¦cada de 1900. ¡°Toda la informaci¨®n recabada conduce al mismo autor, Hitler. Nada nos hace pensar que no sea suya¡±, asegura el NIOD.?
Hitler quer¨ªa ser pintor y su producci¨®n suma centenares de aguadas y tarjetas postales, pero no consigui¨® entrar en la Academia de Bellas Artes de Viena. Suspendi¨® la prueba en dos ocasiones, y uno de los examinadores le sugiri¨® que se inclinara por el dise?o arquitect¨®nico. Pon¨ªa mucho ¨¦nfasis en el detalle de calles y edificios, y la acuarela ahora mostrada es un buen ejemplo.
La Torre Nueva vienesa est¨¢ flanqueada por sendos edificios y con una perspectiva bastante lograda. Le gustaba mostrar habilidad t¨¦cnica, pero tambi¨¦n plasmar paisajes donde recreaba la naturaleza con la misma precisi¨®n. En 1914, al comienzo de la Primera Guerra Mundial, Hitler ten¨ªa 25 a?os y pintaba incluso en el frente. Tras la Segunda Guerra Mundial, gran parte de sus obras fueron requisadas por el Ej¨¦rcito estadounidense, pero otras acabaron en manos de coleccionistas privados y en subastas p¨²blicas. De ah¨ª que el historiador Frank van Vree, director de NIOD, haya agradecido la donaci¨®n, ¡°para evitar que acabe en una venta de objetos de la ¨¦poca nazi, cuando se trata de un documento hist¨®rico¡±.?
Otras obras
En 2015, 14 acuarelas atribuidas a Hitler fueron adjudicadas por la casa de arte Weidler, en Nuremberg, al sur de Alemania, por casi 400.000 euros. Inclu¨ªan el castillo b¨¢varo de Neuschwanstein, abierto al p¨²blico en 1886, tras la muerte del rey Luis II de Baviera, apodado el rey loco. Tambi¨¦n varias vistas de Viena y un desnudo femenino. En la puja hab¨ªa coleccionistas de China, Francia, Brasil, Alemania y los Emiratos ?rabes Unidos (EUA). En 2014, un aficionado de Oriente Pr¨®ximo pag¨® 130.000 euros por una acuarela que mostraba el antiguo Ayuntamiento de Nuremberg. Dos a?os antes, en Eslovaquia, un paisaje mar¨ªtimo nocturno sali¨® a subasta por 32.000 euros.
A pesar de la pol¨¦mica que suele rodear estas ventas, la legislaci¨®n alemana no las impide siempre que en las piezas no se representen s¨ªmbolos nazis. El Museo de la Segunda Guerra Mundial, en la ciudad estadounidense de Natick (al oeste de Boston, Massachusetts), posee objetos personales de Hitler, como sus gafas y su primer esbozo de la bandera nazi, adem¨¢s de varias pinturas.
El arte del poder (nazi)
Su val¨ªa como pintor no le hubiera ganado la posteridad a Adolf Hitler (1889-1945). Sigui¨® pintando hasta el estallido de la II Guerra Mundial, pero ¨¦l mismo explic¨® en Mein Kampf, ?Mi lucha?, que el rechazo de la Academia de Bellas Artes de Viena arruin¨® sus sue?os. Su pasi¨®n por la geometr¨ªa deriv¨® hacia un dise?o que s¨ª pas¨® a la memoria colectiva: la bandera nazi, escogida a partir de las propuestas que le hicieron sus colaboradores y que inclu¨ªan una esv¨¢stica. Seg¨²n el Museo del Holocausto (EE UU), "la cruz gamada ya se utilizaba 5.000 a?os antes de Hitler y significa ?buena suerte?". En el a?o 2002, la conservadora Deborah Rothschild, del estadounidense Williams College Museum of Art de Williamstown (Massachusetts) dijo a la revista The New Yorker que Hitler "utiliz¨® herramientas art¨ªsticas, como un dise?o elegante, una oratoria hipn¨®tica y espect¨¢culo, para hacerse con el poder y ejercerlo".
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