Manuel Valls: ¡°La socialdemocracia se est¨¢ muriendo¡±
El diputado, que dej¨® el PS y apoya a Macron, considera que es necesario un nuevo movimiento que aglutine las ideas de progreso
Manuel Valls (Barcelona, 1962) dej¨® el cargo de primer ministro de Francia a finales de 2016, tras dos a?os y medio de gesti¨®n, para lanzarse a una fallida campa?a de primarias en el Partido Socialista (PS). En junio abandon¨® el PS, despu¨¦s de tres d¨¦cadas de militancia. Ahora es un diputado de la Asamblea vinculado a la mayor¨ªa macroniana, pero su trayectoria lo mantiene en un lugar pol¨ªtico central, pese a no hallarse ya en la primera l¨ªnea de acci¨®n. Su figura es de alto voltaje en varios asuntos trascendentales en Europa: la debacle de la socialdemocracia, la crisis catalana y la gesti¨®n de la amenaza terrorista. De estos asuntos habl¨®, en un excelente castellano, en una entrevista concedida al margen de un acto organizado por este peri¨®dico sobre Espa?a y sus desaf¨ªos, el martes en Madrid.
PREGUNTA. Precisamente cuando Europa va superando la crisis econ¨®mica y mientras se suaviza la migratoria, las negociaciones del Brexit y las de la formaci¨®n de Gobierno en Alemania parecen frenar su capacidad de acci¨®n pol¨ªtica. ?Podr¨¢ la UE acometer reformas de calado en los pr¨®ximos a?os?
RESPUESTA. Esas reformas y esta nueva etapa para el proyecto europeo, que no va bien desde hace 10 a?os, son necesarias. Todos lo sabemos. Me preocupa la situaci¨®n de Europa. El Brexit, el auge de los populismos, de izquierda y de derecha; vemos ego¨ªsmo en los Gobiernos ¡ªpienso en Polonia, Hungr¨ªa¡ª; hay tensiones, con Rusia, con Turqu¨ªa, y por supuesto la amenaza terrorista sigue ah¨ª. Frente a todo eso, Europa tiene que encontrar otra vez un proyecto. En estas circunstancias me preocupa lo que pasa en Alemania. Espero que puedan superar esta crisis y que no vayamos a perder tiempo.
P. En este panorama, los socialdem¨®cratas son quiz¨¢ menos influyentes que nunca en el ¨²ltimo medio siglo. ?Cree que la socialdemocracia est¨¢ en v¨ªas de extinci¨®n? ?Se est¨¢ muriendo?
¡°Rusia intenta dividir a las sociedades aprovechando las nuevas tecnolog¨ªas. Lo hicieron en EEUU y lo hacen en Europa. Eso es inadmisible¡±
R. S¨ª, lo creo. No se est¨¢ acabando el progresismo, ni los valores que han abanderado los socialistas y los socialdem¨®cratas desde hace m¨¢s de un siglo, pero el ciclo hist¨®rico est¨¢ llegando a su fin. La socialdemocracia se est¨¢ muriendo.
P. ?Por qu¨¦?
R. Porque no supo reacicionar ante la globalizaci¨®n econ¨®mica y la crisis del Estado de bienestar. Porque no supo afrontar el desaf¨ªo que supuso lo que pas¨® despu¨¦s de la ca¨ªda del bloque sovi¨¦tico y despu¨¦s del 11-S. Por no haber sabido reaccionar ante esos desaf¨ªos, hemos dejado un terreno al populismo, de extrema derecha y de izquierda, como vemos en Espa?a con Podemos y en Francia con M¨¦lenchon. Para recuperar terreno, se tienen que inventar otras organizaciones, otras formas de hacer pol¨ªtica, pactar con otros partidos. Y eso creo que ser¨¢ largo. Se tiene que inventar algo nuevo. Lo estamos viendo en Francia con Emmanuel Macron, y por eso yo dej¨¦ el PS. Es una crisis global: el partido dem¨®crata de EE UU pasa por lo mismo. La cuesti¨®n es c¨®mo afianzar en este mundo ideas de progreso que pretendan ampliar los derechos de la gente.
P. Es un momento pol¨ªtico en el que se ven muchas divisiones en Occidente, entre Europa y EE UU, entre Reino Unido y el continente, entre este y oeste de Europa y dentro de las propias sociedades occidentales. Hay indicios de que desde Rusia se intentan aprovechar estas divisiones para crear mayor discordia. ?Le inquieta esta perspectiva?
R. ?Por qu¨¦ necesitamos una UE fuerte, no solo a nivel econ¨®mico sino tambi¨¦n pol¨ªtico, diplom¨¢tico, de defensa? Porque hay una gran incertidumbre sobre lo que pasa en EE UU; porque en todo el mundo hay modelos enfrentados. Modelos que quieren mostrar que la eficacia econ¨®mica no necesita ir de la mano de la democracia, como defendemos los europeos. En cuanto a Rusia, su modelo pol¨ªtico consiste en dividir a las sociedades aprovechando los nuevos medios de comunicaci¨®n. Lo han hecho en EE UU, y lo est¨¢n haciendo en Europa, a nivel econ¨®mico y a nivel pol¨ªtico. Esto es inadmisible. Las instituciones europeas y los Gobiernos tienen que dec¨ªrselo muy claramente a Putin y a los rusos.
P. ?Cree que Europa ha reaccionado demasiado tarde a la crisis catalana?
R. Europa se olvida de lo que es el mundo. Es un mundo globalizado, en el que la historia puede repetirse, en el que hay grandes bloques econ¨®micos pol¨ªticos potentes como EE UU y China. Y se olvida de d¨®nde venimos: la guerra. Ante una crisis como la catalana, los dirigentes europeos tendr¨ªan que haber hablado antes para apoyar la integridad de Espa?a.
P. Hay una primera responsabilidad en la crisis catalana de los l¨ªderes independentistas que han violado la ley. Pero, ?le achacar¨ªa usted tambi¨¦n una responsabilidad secundaria al Gobierno de Rajoy por no haber desactivado pol¨ªticamente esta crisis antes de que llegara al punto de explosi¨®n?
R. Me es dif¨ªcil juzgar la pol¨ªtica espa?ola. Yo nac¨ª en Barcelona, soy hijo de catal¨¢n, conozco bien Catalu?a y Espa?a. Pero he intervenido en este debate como pol¨ªtico franc¨¦s, como dirigente franc¨¦s y europeo. Las responsabilidades por supuesto que existen. Conozco la historia espa?ola y la relaci¨®n entre Madrid y Barcelona. Pero el proyecto independentista, su historia, yo no la entiendo. Catalu?a tiene una autonom¨ªa que pocas regiones en Europa tienen. Tiene una identidad muy fuerte. Su idioma, su historia, sus escritores, su equipo de f¨²tbol, sus empresas. Ser catal¨¢n es ser catal¨¢n, ser espa?ol y ser europeo. Tocar una de esas identidades es derrumbar lo que es Catalu?a.
P. Si usted como primer ministro de Francia se hubiese encontrado una situaci¨®n similar en su pa¨ªs, ?habr¨ªa tambi¨¦n desplegado la polic¨ªa para impedir la votaci¨®n en un refer¨¦ndum declarado inconstitucional?
R. Claro. La historia de Francia no es la de Espa?a. Pero en Francia, por supuesto, como en otros pa¨ªses, no se podr¨ªa permitir que se viole la Constituci¨®n, es un acto ilegal, va contra el Estado de derecho. Si se hubiese presentado algo parecido en Francia, lo habr¨ªamos llevado de la misma manera.
P. ?Es la defensa de las empresas como motor econ¨®mico el eje principal de los primeros pasos de Macron?
R. Fue mi eje principal cuando era primer ministro. Porque Francia tiene muchos activos, pero su econom¨ªa y sus empresas sufren un problema de competitividad, de atracci¨®n de inversiones extranjeras. Esta prioridad del Gobierno de Macron es necesaria.
P. ?Qu¨¦ fue mal en su experiencia como primer ministro y en su campa?a como aspirante a la presidencia?
R. El no asumir lo que est¨¢bamos haciendo. Se cometieron errores. Yo, por supuesto, supongo que los comet¨ª. Pero sobre todo no aceptamos las reformas econ¨®micas. Yo estaba muy solo para asumir lo que est¨¢bamos haciendo, una pol¨ªtica que defiende las empresas sin ir contra la justicia social. No bajamos los sueldos, la educaci¨®n era nuestra prioridad, luchamos contra los guetos urbanos. Pero, al no asumir el PS esas reformas, nosotros nos derrumbamos. Los franceses no entendieron lo que est¨¢bamos haciendo.
Otras entrevistas publicadas en IDEAS
"No conf¨ªo en Trump porque no conf¨ªo en los racistas".La activista reivindica el papel fundamental de las mujeres en la 'primavera yemen¨ª' y alerta de la involuci¨®n que est¨¢ sufriendo su pa¨ªs.
Dominique Mo?si: "La realidad geopol¨ªtica imita a 'Juego de tronos". El analista franc¨¦s defiende en su ¨²ltimo ensayo que las series televisivas sirven hoy para explicar las claves pol¨ªticas.
Philip Lymbery: "Necesitamos reducir nuestro consumo de carne y lacteos". El director general de Compassion in World Farming denuncia los efectos en el sufrimiento animal, la salud humana y el medio ambiente de la carne barata
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.