Detenida La Patrona, la mujer que lleg¨® a capo de la Cosa Nostra
La polic¨ªa cree que Mariangela Di Trapani, s¨ªntoma del empoderamiento de algunas mujeres en la mafia, trataba de reorganizar la sociedad criminal tras la muerte de Tot¨° Riina
Cuando Tot¨° Riina, capo dei capi de la Cosa Nostra, muri¨® hace dos semanas, comenzaron las quinielas sobre c¨®mo iba a reorganizarse la sociedad criminal m¨¢s conocida de la historia y qui¨¦n ser¨ªa su sucesor. Se habl¨® de jefes llegados de EE UU, tambi¨¦n de algunos excarcelados recientes que empezaban a tomar las calles de Palermo. Por supuesto, una parte del coro de expertos invoc¨® el nombre del ¨²ltimo gran capo, Matteo Messina Denaro, huido desde hace 24 a?os. Nadie se acord¨® de ella ni de ninguna otra mujer en una organizaci¨®n en la que el honor ha sido siempre cosa de hombres. Mariangela Di Trapani nunca hubiera ocupado ese puesto, pero la polic¨ªa asegura que la esposa del capo Salvino Madonia llevaba tiempo reorganizando la familia. ¡°Se comporta como un hombre. Nos hac¨ªa llegar todas las ¨®rdenes, discut¨ªa sobre qui¨¦n deb¨ªa ser el jefe¡±, asegur¨® Manuel Pesta, un arrepentido del clan. Este martes, en una macroperaci¨®n policial en Palermo, tambi¨¦n cay¨® ella.
La Patrona ¡ªcomo se la conoc¨ªa¡ª hab¨ªa pasado una larga temporada entre rejas y fue excarcelada en septiembre de 2016 despu¨¦s de ocho a?os a la sombra. Su marido fue uno de los m¨¢ximos exponentes de la mafia de San Lorenzo, uno de los clanes m¨¢s sanguinarios y fieles a Riina. Condenado por el asesinato en 1991 de Libero Grassi, el conocido fabricante de pijamas de Palermo que se neg¨® a pagar por su protecci¨®n y denunci¨® p¨²blicamente a la organizaci¨®n, fue tambi¨¦n uno de los que brind¨® por la muerte del juez Giovanni Falcone. Pero desde que pas¨® al 41 Bis, el r¨¦gimen carcelario de aislamiento aplicado a los mafiosos, su esposa se hab¨ªa convertido a en la jefa del clan de Resuttana. El lunes por la noche fue detenida junto a otras 24 personas. La operaci¨®n estaba vinculada al cobro del pizzo, el impuesto que la Cosa Nostra exige a los comerciantes en Sicilia y por el que su marido, a?os atr¨¢s, hab¨ªa matado a Grassi. La ma?ana termin¨® con 25 detenciones por parte de los 200 agentes que intervinieron en la operaci¨®n con dos helic¨®pteros.
Mariangela Di Trapani, es cierto, no era una mujer cualquiera en la mafia. Su padre era Ciccio Di Trapani, se?alado por el arrepentido Salvatore Palazzolo como uno de los asesinos de Peppino Impastato ¡ªel activista y locutor de radio sobre el que se hizo la pel¨ªcula Los cien pasos¡ª. Una familia que protagoniz¨® algunos de los atentados de los a?os 90. Pero el linaje nunca permiti¨® a una mujer escalar sola en la organizaci¨®n. Ella es el s¨ªntoma de una tendencia creciente dentro de la Cosa Nostra, una sociedad arrasada policialmente en la que han faltado durante mucho tiempo los capos. El periodista y experto en los asuntos de las familias sicilianas, Attilio Bolzoni, explica que ¡°el rol de la mujer en la sociedad criminal tambi¨¦n cambia con el tiempo¡±. ¡°En Sicilia no existen las mujeres de honor, pero ellas saben todo, especialmente las palermitanas, que est¨¢n al tanto de absolutamente todos los negocios. La madre de Salvino Madonia, la mujer de Don Ciccio Madonia y suegra de la Di Trapani, ya hac¨ªa ese trabajo¡±, se?ala Bolzoni.
Pero ha habido m¨¢s casos en los ¨²ltimos tiempos. Teresa Marino. 38 a?os, madre de cinco hijos y abuela de otros tantos. Era la mujer de Tommaso Lo Presti, apodado El Corto, en la c¨¢rcel por asociaci¨®n mafiosa. En su ausencia, como Di Trapani, se dedic¨® primero a transportar los mensajes del capo al exterior y, poco a poco, a gestionar la caja de la familia de Porta Nuova, una de las m¨¢s influyentes de Cosa Nostra. Llevaba las finanzas y la distribuci¨®n de las pensiones para las familias de los detenidos y fue adquiriendo poder hasta tomar las decisiones relevantes de los negocios como el tipo de producto con el que se comerciaba. Como le sucede a tantos capos varones, termin¨® detenida por hablar demasiado.
Las mujeres en la Cosa Nostra, como se?ala Bolzoni, a¨²nan las dos caras de la moneda. Muchas forman parte de la l¨®gica criminal, pueden llegar a comandar en ciertos ¨¢mbitos y son las primeras en avergonzarse cuando un familiar colabora con la polic¨ªa. ¡°Ah¨ª est¨¢ Agata di Filippo, su hermano se convirti¨® en pentito -colaboradores de la polic¨ªa- y ella se tom¨® 31 pastillas para suicidarse por la verg¨¹enza. La madre llam¨® a la agencia Ansa y convoc¨® una rueda de prensa para decir que repudiaba a su ¡®exhijo¡±. Sin embargo, apunta el periodista, tambi¨¦n suelen ser las que convencen a los hombres para arrepentirse o acuden ellas mismas a la polic¨ªa. De hecho, fue Giusy Vitale ¡ªquiz¨¢ la primera mujer con mando en la Cosa Nostra¡ª la que sigui¨® ese camino y termin¨® delatando a su familia.? Ese, sin embargo, no parece por ahora el estilo de la Di Trapani.?
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