La madre que desaf¨ªa a Daniel Ortega

Elea Valle, una campesina de una remota comunidad del Caribe de Nicaragua, se ha convertido en el s¨ªmbolo de la lucha contra la impunidad en este pa¨ªs. Desde que hace tres semanas se hizo p¨²blica una masacre del Ej¨¦rcito en la que fueron asesinados sus hijos de 12 y 16 a?os, la mujer ha emprendido una batalla para que las autoridades esclarezcan el hecho y condenen a los responsables. Como respuesta ha obtenido un vergonzoso silencio del Ej¨¦rcito, la Polic¨ªa Nacional y la Fiscal¨ªa, instituciones bajo las ¨®rdenes del presidente Daniel Ortega.

La masacre se registr¨® en una comunidad de La Cruz de R¨ªo Grande, en el Caribe nicarag¨¹ense, una tierra de nadie por la que, seg¨²n el Ej¨¦rcito, se mueven lo que califica de grupos de ¡°delincuentes¡± que, entre otras actividades ilegales, roban ganado, extorsionan y siembran el temor entre los productores. Analistas consultados en Managua, sin embargo, afirman que se trata de grupos ¡°armados¡± que se oponen al Gobierno y que han tomado las armas por ¡°razones pol¨ªticas¡±.

En el operativo militar murieron seis personas. El Ej¨¦rcito afirma que se trat¨® de un ¡°enfrentamiento¡± entre ¡°delincuentes¡± y militares. Marvin Paniagua, jefe del Sexto Comando Militar Regional, dijo que en el combate fue asesinado el jefe de la banda, a quien identific¨® como Rafael D¨¢vila P¨¦rez, El Colocho. El militar no dijo nada sobre los otros muertos.

Indignaci¨®n social

El Ej¨¦rcito no contaba con que Elea Valle alzar¨ªa su voz sobre lo ocurrido. Seg¨²n la campesina, vecinos del lugar le informaron de que su esposo, Francisco P¨¦rez ¡ªhermano del Colocho¡ª y sus dos hijos fueron torturados, asesinados y enterrados en fosas comunes. Algunos testigos pudieron tomar im¨¢genes de los cad¨¢veres. Las fotos llegaron a las redacciones de los diarios en Managua y circularon por las redes sociales, causando una indignaci¨®n generalizada.

Valle relat¨® en Managua ante el Centro Nicarag¨¹ense de Derechos Humanos que su esposo hab¨ªa sido perseguido por el Ej¨¦rcito por ser hermano de Colocho. Eso los llev¨® a un ¨¦xodo interminable, por lo que Francisco decidi¨® involucrarse en el grupo armado de su hermano. Un operativo militar los localiz¨® cerca de La Cruz de R¨ªo Grande cuando regresaban de un festejo y los aniquil¨®. Entre los muertos estaban los hijos de Elea, que hab¨ªan viajado hasta la zona a visitar a su padre, a quien llevaban un a?o sin ver. No iban armados. Son los ¡°da?os colaterales¡± de una guerra silenciosa en zonas remotas del pa¨ªs.

¡°El Ej¨¦rcito sabe en el fondo que estos son grupos armados con motivaciones pol¨ªticas, y capturarlos y llevarlos a un juicio es darles un espacio, un escenario para que ellos puedan expresar su rechazo al actual Gobierno, la falta de democracia, la falta de transparencia, los fraudes electorales¡±, explica el experto en seguridad y defensa Roberto Cajina. ¡°Para el Ej¨¦rcito es preferible matarlos antes que lleguen a esa tribuna¡±, a?ade.

Organizaciones de derechos humanos, intelectuales como la escritora Gioconda Belli y la Iglesia han exigido al Gobierno que esclarezca el hecho. ¡°Exijamos respuestas al Ej¨¦rcito sobre los nicarag¨¹enses muertos en La Cruz de R¨ªo Grande. ?Por qu¨¦ les dispararon? ?C¨®mo se explica que entre los muertos haya dos ni?os? ?Por qu¨¦ los enterraron en una fosa com¨²n?¡±, tuite¨® el obispo auxiliar de Managua, Silvio B¨¢ez.

Frente el silencio oficial, Elea Valle ha alzado su voz. Exige que le entreguen los cuerpos para enterrarlos y que se juzgue a los culpables de la masacre. ¡°Daniel Ortega es un asesino que manda a matar a la gente de la monta?a¡±, dijo en una conferencia. ¡°Asesinos, sinverg¨¹enzas. ?No queremos a don Daniel aqu¨ª, que se vaya ese asesino, que se vaya ese asesino, sinverg¨¹enza, ladr¨®n!¡±, gritaba desesperada en una marcha contra la violencia contra las mujeres en Managua, que fue reventada por los antidisturbios.