Colombia: escoger con transparencia
Que la justicia para la paz funcione es esencial para futuros procesos internacionales
Pudo haberse llamado ¡°comit¨¦ de selecci¨®n¡±. Pero, en esa tradici¨®n colombiana de sofisticado uso del castellano, le pusieron ¡°comit¨¦ de escogencia¡± al ¨®rgano creado por los acuerdos de paz en Colombia del a?o pasado y por las modificaciones constitucionales y legales que le siguieron. Al ¡°comit¨¦ de escogencia¡± se le asign¨® la delicada tarea de ¡°escoger¡± a las personas que asumir¨¢n responsabilidades en el Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparaci¨®n y no repetici¨®n en Colombia.
Este incluye especialmente a la nueva Jurisdicci¨®n Especial para la Paz (JEP) que juzgar¨¢ a exguerrilleros, paramilitares y militares que acusados de conductas criminales. Tambi¨¦n conforman el sistema la Comisi¨®n de la Verdad y otros tres mecanismos de monitoreo del tr¨¢nsito de la guerra a la paz. En total, lo integrar¨¢n m¨¢s de 80 personas de alto nivel seleccionadas luego de casi ocho meses de labor. Por designaci¨®n del secretario general de la ONU me correspondi¨® integrar ese comit¨¦, cuyas funciones est¨¢n esencialmente concluidas.
En un contexto regional marcado por asuntos tan truculentos y asfixiantes, como una retah¨ªla de nuevos y m¨¢s graves casos de corrupci¨®n, parecer¨ªa extra?o escribir desde un pa¨ªs como el Per¨² en donde el caso Lava Jato llega a las alturas y no referirme al esc¨¢ndalo de la semana sino a la ¡°escogencia¡± colombiana. Ocurre que al haber tenido la suerte de vivir el proceso de cerca me parece indispensable revelar esta experiencia que demuestra que s¨ª se puede llevar a cabo, con total transparencia y participaci¨®n ciudadana, un proceso de selecci¨®n leg¨ªtimo y serio de jueces y otras altas funciones.
Dos precisiones previas. Primero, nada de esto quiere decir que, como en cualquier proceso de transici¨®n de la guerra ¡ªinterna o exterior¡ª a la paz, no se generan controversias y hasta polarizaciones. No conozco ning¨²n proceso de transici¨®n exento de inevitables rescoldos y tensiones. Como es natural, habr¨¢ quienes tengan un balance distinto del que aqu¨ª resumo dentro de un contexto preelectoral en el que es alta la polarizaci¨®n pol¨ªtica.
Segundo, m¨¢s all¨¢ de controversias y pol¨¦micas, el hecho es que el creativo y ambicioso desarrollo de la ¡°justicia transicional¡± en el acuerdo de paz no se ha dado en ning¨²n proceso de paz en el pasado. Es tambi¨¦n la primera vez que en una negociaci¨®n de paz el grupo armado insurgente ¡ªen este caso, las FARC¡ª aceptan someterse a alguna forma de justicia. Que esta justicia funcione y funcione bien es, por eso, importante no s¨®lo para Colombia sino para procesos de paz futuros en cualquier otro rinc¨®n del mundo.
M¨¢s all¨¢ de las naturales controversias que puedan darse si sobre tal o cual persona no debi¨® haber sido seleccionada o, al rev¨¦s, si falt¨® alguien, el hecho es que parece existir consenso en que el proceso de selecci¨®n fue transparente, participativo, que recogi¨® la diversidad ¨¦tnica y se dio con participaci¨®n equitativa entre hombres y mujeres. El proceso fue tan rico y creativo que deja muchas ense?anzas de gran utilidad para vertebrar procesos democr¨¢ticos y confiables de selecci¨®n de jueces en condiciones ordinarias.
Destaco, en particular, lo transparente y participativo de un proceso en el que luego de las convocatorias se publicaron las hojas de vida de los y las postulantes luego de lo cual la ciudadan¨ªa tuvo 10 d¨ªas para transmitir al comit¨¦ sus observaciones sobre cada candidato. La respuesta fue notable. Para la JEP, por ejemplo, se cont¨® con m¨¢s de 2.000 candidatos. Para esa funci¨®n y las dem¨¢s llegaron 16.945 observaciones de la ciudadan¨ªa. Luego de una primera preselecci¨®n se llevaron a cabo entrevistas ¡ªtodas p¨²blicas¡ª para proceder a la designaci¨®n final. En ella se hizo una designaci¨®n equitativa entre hombres y mujeres y una presencia ¨¦tnica e ind¨ªgena sin precedentes en la historia de las instituciones p¨²blicas del pa¨ªs.
Como lo ha dicho bien esta semana en EL PA?S ?lvaro Gil-Robles, colega en el comit¨¦, ahora hay que poner a marchar este sistema ¡°Porque hay miles de personas pendientes de ser juzgadas. Esto no puede esperar¡±.
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