Guillier, el presentador que da esperanza al centroizquierda
La imagen de independencia del candidato del oficialismo, Alejandro Guillier, ha impulsado su carrera pol¨ªtica
Hace menos de cuatro a?os, en marzo de 2014, Alejandro Guillier ?lvarez (La Serena, 1953) aterriz¨® formalmente en la pol¨ªtica. Lo hizo como senador por la circunscripci¨®n de Antofagasta, la zona minera por excelencia del pa¨ªs, en el norte. Soci¨®logo y periodista de profesi¨®n, lleg¨® al Congreso a engrosar las fuerzas de centroizquierda del flamante segundo Gobierno de Michelle Bachelet, que a diferencia del primero aspiraba a un fuerte sello transformador.
Pero Guillier no era ning¨²n desconocido para los chilenos: desde los a?os noventa pas¨® dos d¨¦cadas como conductor de noticias en horarios estelares y lleg¨® incluso a ser la figura con mayor credibilidad de la televisi¨®n chilena. Con una clase pol¨ªtica desprestigiada ante los ciudadanos, su imagen de independencia y lejan¨ªa de los partidos tradicionales han sido sus fortalezas para avanzar en la carrera presidencial de 2017.
Nunca ha militado en ning¨²n partido y est¨¢ casado con la antrop¨®loga Cristina Farga, con quien tiene tres hijos. Dos del primer matrimonio de ella, Andr¨¦s y Crist¨®bal, y uno en com¨²n, Alejandro. La pareja se conoci¨® en Ecuador, a comienzos de los a?os ochenta, cuando ¨¦l cursaba un m¨¢ster en Ciencias Sociales en la Flacso. La familia, sin embargo, se traslad¨® en 1984 a Santiago. Guillier ¡ªseg¨²n ha relatado su esposa¡ª sent¨ªa una especie de imperativo moral en regresar a Chile, en ese momento en plena dictadura de Augusto Pinochet. Aunque el retorno fue complejo, porque viv¨ªan con lo justo, luego de varios intentos comenz¨® a trabajar en diversos medios de comunicaci¨®n. ¡°Mis inicios como periodista, al igual que muchos, fueron modestos¡±, ha relatado Guillier, que en los a?os ochenta se desempe?¨® como redactor pol¨ªtico en revistas opositoras como HOY y lleg¨® incluso a estar detenido por el r¨¦gimen debido a su profesi¨®n.
No pertenece a las elites chilenas. No naci¨® en Santiago, como la mayor¨ªa de los dirigentes en un pa¨ªs centralizado como Chile, y proviene de una familia de clase media. Hijo de Mar¨ªa Raquel ?lvarez y Alejandro Guillier Ossa ¡ªingeniero¡ª creci¨® en Antofagasta y estudi¨® la secundaria en el liceo p¨²blico de la misma ciudad de donde actualmente es senador. Estudi¨® tanto Sociolog¨ªa como Periodismo en la Universidad Cat¨®lica del Norte ¡ªnuevamente en regiones¡ª y siempre ha recalcado que su carrera es fruto de la meritocracia. ¡°Soy el provinciano que llega a Santiago, empieza a abrirse camino en la ciudad con todas las dificultades con que se va encontrando y se ve metido en situaciones que originalmente ni siquiera imagin¨®. Porque, si yo ganara, ser¨ªa en verdad el primer presidente de Chile que es completamente provinciano¡±, relat¨® en el libro De cara al pa¨ªs, del periodista Ra¨²l Sohr.
Guillier es lo que en los 2000 se habr¨ªa definido como un cl¨¢sico partidario del expresidente Ricardo Lagos: de un centroizquierda moderado, laico, hombre de familia, bastante conservador en sus gustos y sus conductas personales. Con una labor parlamentaria discreta, sin grandes aciertos ni errores, sus cr¨ªticos le reprochan sus cambios de opini¨®n frente a asuntos centrales ¡ªcomo la relaci¨®n con los empresarios y los grupos econ¨®micos¡ª y una supuesta falta de preparaci¨®n y experiencia pol¨ªtica. Sea como fuere, Guillier poco a poco se termin¨® imponiendo en el oficialismo a figuras hist¨®ricas como el propio Lagos, en una campa?a compleja que termin¨® con la coalici¨®n Nueva Mayor¨ªa quebrada entre la izquierda y el centro. En ese escenario, al candidato se le ha dificultado el ejercicio de tener su propia identidad, aunque ha hecho lo que ha podido en esta turbulencia.
Sistema de salud
Con una historia pol¨ªtica corta, las debilidades de su biograf¨ªa se hallan precisamente en el ejercicio del periodismo y en su vida p¨²blica. En la d¨¦cada pasada le hizo propaganda a las Isapres, el sistema privado de salud que ahora una parte de la poblaci¨®n critica. En medio de un pol¨¦mico caso de prostituci¨®n infantil que involucraba a un conocido empresario, en 2003 el equipo de prensa que dirig¨ªa Guillier utiliz¨® una c¨¢mara oculta para grabar al magistrado que investigaba la trama, Daniel Calvo, cuando el juez aceptaba que asist¨ªa a una sauna para homosexuales. A Calvo, que ten¨ªa 45 a?os, era casado y padre de cinco hijos, se le derrumb¨® su mundo privado y su carrera profesional.
En una carrera pol¨ªtica fulminante, sin embargo, Guillier se consolid¨® en los ¨²ltimos meses como la ¨²nica figura de su coalici¨®n pol¨ªtica con capacidad para convocar a un centroizquierda demasiado diverso. Con una imagen de hombre ponderado ¡ªque le dieron fama y prestigio en la televisi¨®n¡ª su apuesta pasa por movilizar a esos 1,3 millones de personas que votaron en primera vuelta por la izquierda de la periodista Beatriz S¨¢nchez, su amiga.
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