La ultraderecha austriaca regresa al Gobierno y ocupar¨¢ las carteras de Interior, Defensa y Exteriores

La ultraderecha regresa al poder en Austria. El l¨ªder democristiano Sebastian Kurz (?VP), que gan¨® las elecciones generales del pasado octubre sin mayor¨ªa, y el dirigente del Partido de la Libertad (FP?), Heinz-Christian Strache, han cerrado un acuerdo de coalici¨®n tras casi dos meses de negociaci¨®n y este s¨¢bado presentan su programa de Gobierno. Los conservadores han roto con una d¨¦cada de alianza con los socialdem¨®cratas y dan paso a los populistas radicales de Strache, que participaron en un Ejecutivo por ¨²ltima vez entre 2000 y 2006. El FP? ocupar¨¢ seis de las 13 carteras del nuevo Gobierno. Los ultranacionalistas controlar¨¢n tres ministerios clave: Interior, Defensa y Exteriores. No obstante, los asuntos europeos quedar¨¢n bajo el control directo del canciller conservador y la titular del ministerio ser¨¢ una exdiplom¨¢tica y experta en el mundo ¨¢rabe que es af¨ªn al FP? , pero no es miembro de ning¨²n partido.

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Sebastian Kurz se convertir¨¢ as¨ª la semana pr¨®xima con 31 a?os en el canciller m¨¢s joven de Europa. Durante la campa?a electoral ya apunt¨® al fin de la gran coalici¨®n con los socialdem¨®cratas y no ocult¨® su preferencia por un pacto con los ultranacionalistas de Strache ¨Cque ahora ser¨¢ vicecanciller- para dar forma a su promesa de ¡°cambio¡± y ¡°nuevo estilo¡± de hacer pol¨ªtica en Austria. Ambos l¨ªderes coinciden principalmente en un claro endurecimiento de la normativa migratoria, adem¨¢s de proponer recortes en las ayudas sociales a los refugiados y una reducci¨®n de los impuestos, una base sobre la que las negociaciones han avanzado sin que grandes tensiones entre los futuros socios.

Durante las negociaciones, los dos partidos se han afanado en trasladar una imagen de normalidad ante la repulsa de parte de la poblaci¨®n ¡ªy en Europa¡ª a la nueva participaci¨®n de la extrema derecha en el Gobierno. Kurz ha remarcado la distancia con la etapa en la que su partido gobern¨® por primera vez con el FP? y ha asegurado que defender¨¢ una pol¨ªtica ¡°proeuropea¡±. Seg¨²n los medios austriacos, Kurz tiene previsto viajar a Bruselas para explicar el acuerdo alcanzado con el FP?.

El compromiso claro con Europa ha estado en el centro de las conversaciones que ha mantenido estos meses con los l¨ªderes de los dos partidos el presidente de Austria, el progresista Alexander Van der Bellen, quien el a?o pasado convirti¨® la oposici¨®n a la ultraderecha en un tema cardinal de su campa?a para el cargo. El jefe del Estado tambi¨¦n ha insistido en que los ministerios de Interior y de Justicia no est¨¦n en manos del mismo partido ¨Ccomo as¨ª ser¨¢-, en una suerte de r¨¦plica de la divisi¨®n de poderes en el Ejecutivo. Este s¨¢bado, tras recibir a los l¨ªderes del futuro Gobierno, Van der Bellen ha insistido: ¡°Es en el inter¨¦s nacional que Austria siga estando en el centro de una Uni¨®n Europea fuerte y siga participando activamente en el futuro desarrollo de la Uni¨®n Europea¡±.

Como canciller, Kurz mantendr¨¢ el control de los asuntos comunitarios en la canciller¨ªa, y no en el Ministerio de Exteriores, que ha dirigido hasta ahora y que cae en manos de los ultranacionalistas, que forman parte del mismo grupo de la Euroc¨¢mara que la ultraderechista Marine Le Pen. A la coalici¨®n que forjaron los dos partidos en 2000 le siguieron meses de ostracismo diplom¨¢tico en la Uni¨®n Europa, especialmente por las declaraciones xen¨®fobas del l¨ªder hist¨®rico del FP?, J?rg Haider (fallecido en accidente de tr¨¢fico en 2008). Pero con los populismos de derecha en alza y presentes en varios Ejecutivos comunitarios, hoy la perspectiva de un Ejecutivo con ministros del FP? ya no levanta aquellas olas. El tab¨² se ha roto.

El regreso del FP? al poder lo convierte en uno de los partidos ultranacionalistas de mayor ¨¦xito en Europa. Los de Strache, tercera fuerza en las pasadas elecciones con un 26% de los votos (frente al 31,5% de Kurz y el 26,9% de los socialdem¨®cratas de Christian Kern), recogen los frutos de un crecimiento constante en las urnas y de un giro hacia la derecha del electorado austriaco, marcado sobre todo por la entrada masiva de refugiados a partir del verano de 2015 ¡ªcasi 150.000 personas han pedido asilo en tres a?os en el pa¨ªs, de 8,7 millones de habitantes¡ª.

Esta nueva etapa supone un reto para los ultraderechistas, que acabaron su paso por el Gobierno entre 2000 y 2006 escindidos y hundidos en esc¨¢ndalos de corrupci¨®n que a¨²n colean. Uno de sus exministros se sienta desde el lunes en el banquillo en Viena por el supuesto cobro de comisiones millonarias en la privatizaci¨®n de viviendas sociales. Adem¨¢s, al partido, en cuya g¨¦nesis participaron antiguos nazis tras la Segunda Guerra Mundial, no han dejado de salpicarle casos de xenofobia y antisemitismo en sus filas, que ataja cuando se hacen p¨²blicos.

Bajo la direcci¨®n de Strache, y sobre todo durante la pasada campa?a electoral, el FP? ha intentado suavizar sus mensajes antiinmigraci¨®n y contra el islam, y ha aparcado p¨²blicamente la idea de un refer¨¦ndum sobre la permanencia de Austria en la UE. Este mismo s¨¢bado, el l¨ªder del FP? ha insistido en que no habr¨¢ una consulta sobre Europa. Para rebajar suspicacias, el FP? ha barajado como posible ministra de Exteriores a una exdiplom¨¢tica y experta en el mundo ¨¢rabe sin adscripci¨®n partidaria.