Trump y los republicanos acuerdan la mayor rebaja fiscal para las empresas de la historia de EEUU

La reforma fiscal llega tras un parto largo y doloroso. Los lineamientos generales fueron presentados por Trump en abril y desde entonces han pasado todo tipo de filtros hasta alcanzar su forma definitiva. A lo largo de este agotador proceso, la Casa Blanca se ha visto perseguida por el espectro de la fracasada legislaci¨®n sanitaria. Una iniciativa que en principio tuvo de su parte a una mayor¨ªa de conservadores pero cuya letra peque?a espant¨® lo suficiente a un pu?ado de senadores como para que en el ¨²ltimo momento impidieran que prosperase.

Esta cat¨¢strofe, que permiti¨® la supervivencia del sistema sanitario creado por Barack Obama (el Obamacare), dej¨® en evidencia a Trump, quien en su estreno parlamentario hab¨ªa demostrado su incapacidad para controlar la mayor¨ªa republicana. Tras esta humillaci¨®n, el presidente replante¨® su estrategia. Abandon¨® su petulancia original, se ali¨® con los l¨ªderes del Congreso y decidi¨® avanzar a pasos m¨¢s cortos y sin excesiva ret¨®rica. Desde entonces se ha desarrollado una negociaci¨®n de geometr¨ªa variable. Dos textos han corrido en paralelo por el Senado y la C¨¢mara de Representantes hasta terminar en una mesa de conciliaci¨®n donde se han pulido los detalles y superado las reticencias finales para asegurar que la votaci¨®n, posiblemente este lunes y martes, sea un ¨¦xito. Algo sobre lo que ayer no cab¨ªan dudas en Washington.

¡°Esta legislaci¨®n har¨¢ crecer nuestra econom¨ªa, aumentar¨¢ los salarios y promover¨¢ la competitividad. El presidente aplaude al Senado y la C¨¢mara de Representantes por un acuerdo que da cumplimiento a su promesa ante el pueblo americano de aprobar la rebaja de impuestos antes de fin de a?o¡±, se?al¨® la Casa Blanca en un comunicado. ¡°Es una norma que aliviar¨¢ a la clase media sacando el dinero de los bolsillos de Washington y poni¨¦ndoselo en los suyos. China ya tiembla porque saben que esta ley har¨¢ a Am¨¦rica m¨¢s competitiva y estimular¨¢ la inversi¨®n¡±, afirm¨® el l¨ªder de la mayor¨ªa republicana en el Senado, Mitch McConnell.

El acuerdo es el mejor regalo de navidad para Trump. Pura p¨®lvora para su cuenta de Twitter y una victoria que le permitir¨¢ sacarse la espina del Obamacare. En un momento de baja valoraci¨®n, el presidente ha logrado dome?ar a los incontrolables congresistas republicanos y aparecer ante su electorado como el pol¨ªtico que cumple sus promesas. En la ci¨¦naga de Washington, por una vez ha puesto orden. Ese es su mensaje.

El texto, de 1.000 p¨¢ginas y cuyos efectos ser¨¢n objeto de debate durante d¨¦cadas, configura el m¨¢s importante cambio fiscal de Estados Unidos en 30 a?os. Su n¨²cleo lo forma la cicl¨®pea rebaja del impuesto de sociedades. Por s¨ª misma supone un recorte de un bill¨®n de d¨®lares en un decenio. Esta sangr¨ªa viene acompa?ada para los pr¨®ximos ocho a?os de una reducci¨®n en todos los tramos impositivos, as¨ª como de un frondoso ¨¢rbol de medidas para las empresas y multinacionales, a las que se les permite aumentar deducciones por sus p¨¦rdidas operativas netas en el extranjero.

Para los m¨¢s ricos, se rebaja el tope impositivo del 39,6% al 37% y se duplica la exenci¨®n del impuesto de sucesiones (de 5¡¯5 millones a 11 millones de d¨®lares de herencia por persona). En favor de la clase media y trabajadora, la ley eleva sustancialmente el m¨ªnimo exento (de 6.500 a 12.000 d¨®lares en casos individuales, y el doble para parejas) y establece incrementos en las ayudas por hijo, gastos m¨¦dicos y estudios. Tambi¨¦n se ascienden a 10.000 d¨®lares las deducciones por impuestos estatales y locales.

El paquete se completa con un zarpazo al Obamacare. Los conservadores han aprovechado la ley para retirar la obligaci¨®n de contratar un seguro m¨¦dico. Esta medida, muy esperada por los votantes conservadores, acarrear¨¢ una reducci¨®n masiva de la cobertura sanitaria.

La ambici¨®n de la reforma es enorme, pero tambi¨¦n sus riesgos. Su principal inc¨®gnita radica en saber qui¨¦n pagar¨¢ la factura. La respuesta republicana es un canto a la esperanza. Siguiendo el fuego sagrado del neoliberalismo, conf¨ªa en que el recorte de 1,5 billones de d¨®lares dejar¨¢ en manos de las empresas y consumidores ingentes recursos que dinamizar¨¢n el mercado, alentar¨¢n el crecimiento y, a la postre, permitir¨¢n recaudar y compensar la merma inicial. Es la curva de Laffer, enunciada en 1971 y que para muchos especialistas jam¨¢s ha demostrado su validez. Ni siquiera en la era Reagan, faro de esta reforma.

¡°Los altos cargos de la Administraci¨®n de Ronald Reagan sab¨ªan que el tijeretazo fiscal no se iba a pagar por s¨ª mismo y tuvieron que recortar gastos para contener el d¨¦ficit. Es m¨¢s, pronto se entendi¨® que se trataba de un recorte excesivo y el Congreso procedi¨® a sucesivas subidas de impuestos¡±, ha explicado el director del Hutchins Center para Pol¨ªtica Monetaria y Fiscal, David Wessel.

Otro aspecto cr¨ªtico en la iniciativa de Trump es su oportunidad. Cuando Reagan lanz¨® su embestida, con rebajas de 20 puntos en el tipo para los m¨¢s ricos, Estados Unidos atravesaba una hora negra. El pa¨ªs hab¨ªa cerrado 1980 con un PIB en negativo, una inflaci¨®n del 13,5% y un paro desbocado. Ahora, la situaci¨®n es bien distinta. La Bolsa vive d¨ªas de oro, la inflaci¨®n es baja, el desempleo ha tocado su m¨ªnimo desde 2000 (4,1%) y la tasa anualizada de crecimiento ha rondado el 3% en los dos ¨²ltimos trimestres. ¡°Sobre-estimular una econom¨ªa que no requiere est¨ªmulo aumenta el riesgo de una crisis¡±, ha escrito el especialista Robert Samuelson.

Ninguna de las advertencias ha sido escuchada por la Casa Blanca. El temor expresado por los dem¨®cratas es que la rebaja impositiva derive en un recorte del gasto social y que los platos rotos los acaben pagando los m¨¢s pobres. "Trump est¨¢ dando un regalo gigantesco a sus donantes y golpeando al resto", ha denunciado en un editorial The New York Times. Las respuestas del equipo econ¨®mico han sido vagas. El optimismo, pero tambi¨¦n la necesidad de contentar a su electorado y sacarse la espina del fracaso del Obamacare, han podido m¨¢s. Trump ansiaba un triunfo. Y la reforma fiscal se lo brinda.