La catarsis brasile?a lleg¨® antes de Weinstein
Antes de que el episodio de Hollywood saliera a la luz, un esc¨¢ndalo sexual sacudi¨® a la mayor cadena de televisi¨®n de Brasil
Mucho antes del esc¨¢ndalo que acab¨® con el silencio sobre los abusos sexuales del mundo del entretenimiento de Estados Unidos, Brasil vivi¨® su propio caso Weinstein dentro de la cadena de televisi¨®n m¨¢s poderosa del pa¨ªs. El 30 de marzo se hizo p¨²blica la acusaci¨®n contra el actor Jos¨¦ Mayer, uno de los galanes m¨¢s famosos de la televisi¨®n y que triunfaba en las telenovelas del canal Globo. Seg¨²n la v¨ªctima, la figurinista Susllen Tonani, el actor la persegu¨ªa durante los rodajes dici¨¦ndole groser¨ªas como ¡°no paro de mirarte el culito e imaginarme tus tetitas¡± o ¡°?nunca te vas a enrollar conmigo?¡±.
El episodio sali¨® a la luz cuando Tonani, 28 a?os, decidi¨® revelar el drama que sufr¨ªa desde hac¨ªa m¨¢s de un a?o siempre que coincid¨ªa con el actor de 68 a?os. La gota que colm¨® el vaso fue cuando Mayer, dentro de un camerino, le toc¨® sus partes ¨ªntimas. Tomada por un coraje poco com¨²n, la dise?adora de vestuario rompi¨® el silencio al dar a conocer su historia por medio de una carta publicada en uno de los principales peri¨®dicos brasile?os, Folha de S. Paulo.
A los pocos d¨ªas, varias actrices famosas y otras mujeres que trabajan en Globo, adoptaron el lema Mexeu com uma, mexeu com todas [Si tocas a una, nos tocas a todas]. En un gesto de solidaridad con la figurinista, al menos una centena de mujeres acudi¨® al trabajo con esa frase estampada en sus camisetas. Poco despu¨¦s de la denuncia, Globo emiti¨® en sus telediarios un comunicado informando de que suspend¨ªa temporalmente al actor, el cual sigue sin salir en la televisi¨®n hasta la fecha.
Cuando el caso Mayer estall¨®, las mujeres ya estaban en alerta. La empat¨ªa solidaria ya estaba patente en las protestas callejeras en la canci¨®n ¡°companheira, me ajude. Eu n?o posso andar s¨®. Sozinha, ando bem, mas com voc¨º, ando melhor¡± [Ay¨²dame, compa?era. No puedo andar sola. Sola, ando bien; pero contigo, ando mejor], repetida en un gesto de sororidad que no hac¨ªa m¨¢s que multiplicarse exponencialmente desde la Primavera Feminista de 2015.
Aquel a?o, la campa?a en internet #MeuPrimeiroAss¨¦dio [#MiPrimerAcoso], promovida por el grupo feminista Think Olga, animaba a las mujeres brasile?as a contar los casos de abusos sexuales que hab¨ªan sufrido desde la infancia. La constataci¨®n de que se trataba de un dolor colectivo hizo que miles de brasile?as protestaran contra cualquier amenaza de retroceso, como los proyectos de ley moralistas en el Congreso Nacional. Uno de ellos, que preve¨ªa dificultar la atenci¨®n a las mujeres v¨ªctimas de violaci¨®n en el sistema p¨²blico de salud, tuvo un efecto cat¨¢rtico. Nac¨ªa la Primavera Feminista en las protestas callejeras, el cual nunca m¨¢s par¨®.
Un a?o despu¨¦s, en 2016, otro caso famoso revel¨® que el machismo en Brasil independe de clases sociales. La modelo y actriz brasileira Luiza Brunet, de 54 a?os, por entonces casada con el empresario multimillonario L¨ªrio Parisotto, public¨® una serie de fotos de las lesiones que sufri¨® ¡ªincluido un ojo morado¡ª tras ser agredida por su pareja. Era otra prueba irrefutable m¨¢s de la violencia a la que est¨¢n sometidas las mujeres en Brasil.
Las calles y las redes vivieron una electricidad feminista jam¨¢s vista desde entonces. Pero el movimiento tambi¨¦n despert¨® la ira de los grupos conservadores, imponiendo una din¨¢mica de avances y retrocesos. Al paso que el grito de las mujeres en las calles oblig¨® a las empresas a retirar campa?as publicitarias sexistas, e incluso el presidente Michel Temer se vio forzado a incluir a una mujer en su ministerio cuando asumi¨® el Gobierno en 2016 ¡ªsolo hab¨ªa designado hombres¡ª, ellas tambi¨¦n tuvieron que hacer frente a la furia de los grupos conservadores. El Congreso, por ejemplo, ahora trata de aprobar un proyecto que proh¨ªbe el aborto incluso en caso de violaci¨®n, algo que hoy est¨¢ garantizado por ley.
Mientras tanto, la poderosa Globo entendi¨® que hacia falta tomar partido, y su nueva telenovela se ha convertido en un espacio para entonar el mea culpa. La cadena radicaliz¨® el mensaje destinado a las mujeres en la telenovela Do outro lado do para¨ªso, que emite desde octubre, en la que la protagonista sufre agresiones por parte de su marido. Vali¨¦ndose de la ficci¨®n, el drama advierte sobre la violencia dom¨¦stica, un problema que padecen 503 mujeres cada hora en el pa¨ªs sudamericano.
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