Familiares de represores argentinos: ¡°Sentimos el miedo de andar por la calle y de vivir junto a los asesinos¡±

Miguel Etchecolatz fue uno de los represores m¨¢s crueles de la dictadura argentina (1976-1983) y la mayor¨ªa no quiere verlo fuera de la c¨¢rcel. Ni siquiera su hija, Mariana. Ella y otros familiares de represores calificaron este viernes de "pesadilla" la prisi¨®n domiciliaria concedida a Etchecolatz, de 88 a?os, quien acumula seis condenas por cr¨ªmenes de lesa humanidad como robo de beb¨¦s, secuestros, torturas, asesinatos, desapariciones. Organismos de derechos humanos, referentes sociales y pol¨ªticos tambi¨¦n se oponen al beneficio judicial y horas despu¨¦s de que fuese trasladado de la c¨¢rcel de Ezeiza a la ciudad costera de Mar del Plata convocaron all¨ª una manifestaci¨®n de protesta.

A trav¨¦s de un comunicado, la agrupaci¨®n Ex Hijxs e Hijxs de Genocidas rechaz¨® que los represores reciban los mismos beneficios que los presos por delitos comunes. "Esos hombres, esos genocidas, que son o que fueron nuestros padres, est¨¢n volviendo a sus casas, a nuestros barrios, beneficiados por jueces sin escr¨²pulos, de esos que perdieron la conciencia y la memoria o que nunca la tuvieron", escribieron los integrantes del grupo. Forman parte de ¨¦l tambi¨¦n Erika Lederer, hija de Ricardo Lederer, obstetra de la maternidad clandestina de Plaza de Mayo; y Rita Vitale, hija del comisario Valent¨ªn Milton Pretti, quien dirigi¨® el centro de detenci¨®n y tortura que funcion¨® en la localidad bonaerense de Mart¨ªnez.

"La pesadilla retorna al barrio, a hogares que conocemos, para recordarnos que alguna vez tuvieron el poder de quitar la vida en nombre del Estado. El terror, para la sociedad toda, es siempre terror: ayer y hoy. Con su presencia vuelven a amenazarnos, a poner en peligro el entorno familiar, a decirnos que despu¨¦s de todo son m¨¢s fuertes. Hoy volvemos a sentir el perfume del terror, el sonido de sus pasos sigilosos y la angustia eterna por la justicia rota. Sentimos el miedo de andar por la calle y de vivir junto a los asesinos", contin¨²an.

Unos meses atr¨¢s, Mariana describi¨® a su padre como un hombre "malvado narcisista sin escr¨²pulos" y "fr¨ªo, como un robot" en una entrevista con la revista Anfibia, en la que confes¨® tambi¨¦n que decidi¨® desterrar el Etchecolatz de su DNI para poner punto y final al peso que significa "arrastrar un apellido te?ido de sangre y horror".

Desde hoy, el represor cumple condena en una casa de Mar del Plata, controlado por una tobillera electr¨®nica. El beneficio judicial, concedido por "su fr¨¢gil salud", se hizo efectivo en 48 horas, pero en ese tiempo se viraliz¨® por las redes sociales la ubicaci¨®n de la vivienda y escracharon el barrio con pintadas de "Andate" y "asesino".

Abuelas de Plaza de Mayo critic¨® con dureza la decisi¨®n judicial. "Que est¨¦ suelto este monstruo es imposible de entender, pero no vamos a bajar los brazos", dijo su titular, Estela de Carlotto, tras anunciar la restituci¨®n de la identidad de la nieta 127 robada por la dictadura. "Creo que no lo va a pasar muy tranquilo que digamos. Las familias que ahora vivir¨¢n cerca de este personaje, seguramente se est¨¢n sintiendo mal", agreg¨®. La referente de la organizaci¨®n en Mar del Plata, Leda Barreiro, se declar¨® pasmada "por el retroceso de la Justicia". "No nos vengan con que es viejito: nosotras tambi¨¦n somos viejitas", se?al¨®. Barreiro record¨® que el represor fue jefe de 21 centros clandestinos de detenci¨®n en la provincia de Buenos Aires, la m¨¢s grande del pa¨ªs.

Vecino de una de sus v¨ªctimas

Un superviviente de uno de estos centros, el Pozo de Quilmes, es ahora vecino de Etchecolatz, y dos abogados han interpuesto una denuncia para exigir a la Justicia que garantice la "seguridad, protecci¨®n e integridad" de la v¨ªctima, seg¨²n el diario Perfil. En su escrito frente al tribunal, los letrados han apelado a los jueces a "dimensionar el da?o e impacto que produce a una v¨ªctima directa de Etchecolatz, quien fuera director general de investigaciones de la polic¨ªa de la provincia de Buenos Aires y que jam¨¢s mostr¨® arrepentimiento alguno por sus cr¨ªmenes, haciendo gala del desprecio que siempre manifest¨® para con sus v¨ªctimas en cada una de las audiencias de debate desde el a?o 2006 a la fecha".

El excomisario estuvo detr¨¢s de la llamada Noche de los l¨¢pices, en la que fueron detenidos diez adolescentes en La Plata para frenar una movilizaci¨®n a favor del boleto estudiantil, un billete de transporte barato para ir a la escuela. Los cuatro supervivientes relataron que fueron brutalmente torturados, mientras que los cuerpos de seis de los detenidos siguen desaparecidos.

Etchecolatz fue condenado y encarcelado por primera vez en 1986, pero cuatro a?os despu¨¦s qued¨® en libertad gracias a los indultos y las leyes de punto y final. Regres¨® a la c¨¢rcel en 2006, tras volver a ser condenado. En 2016, un tribunal de La Plata le otorg¨® la prisi¨®n domiciliaria, pero permaneci¨® detenido por otras causas. Esta vez, la decisi¨®n judicial se ha cumplido y todo apunta a que pasar¨¢ sus ¨²ltimos d¨ªas en casa.