M¨¢s de 200 arrestados en otra noche de la ira en T¨²nez
Las protestas contra la pol¨ªtica de austeridad del Gobierno se han extendido ya pr¨¢cticamente por toda la geograf¨ªa del pa¨ªs
Las protestas contra la pol¨ªtica de austeridad del Gobierno de T¨²nez no aminoran, sino m¨¢s bien todo lo contrario. En una segunda noche de la ira, la madrugada del martes los enfrentamientos entre manifestantes y polic¨ªas se extendieron por pr¨¢cticamente toda la geograf¨ªa del pa¨ªs, incluidos los arrabales de la capital, donde una turba asalt¨® una gran superficie comercial. El Gobierno decidi¨® desplegar el Ej¨¦rcito en algunos de los puntos m¨¢s calientes, como Kelibi o Kasrine. De momento, ya son 200 las personas arrestadas y los heridos se cuentan por decenas, incluidos 49 agentes de la polic¨ªa, seg¨²n inform¨® el Ministerio del Interior. Ahora bien, a diferencia de la noche del lunes, no hay que lamentar ninguna v¨ªctima mortal.
Las movilizaciones se iniciaron el pasado fin de semana convocadas por la plataforma Fesh nastanneu? (¡°?A qu¨¦ esperamos?), creada por un grupo de j¨®venes el pasado 3 de enero en respuesta a los recortes en las subvenciones y los aumentos impositivos recogidos en la Ley de los Presupuestos de 2018. ¡°Pensamos continuar con nuestras manifestaciones hasta lograr la retirada del presupuesto. Nuestras protestas son pac¨ªficas, y los miembros de nuestra plataforma intentan proteger los edificios p¨²blicos¡±, declar¨® la activista del grupo Zeinab bin Ahmed, rechazando la acusaci¨®n de ¡°vandalismo¡± vertida por parte el Gobierno, que no ha mostrado ninguna intenci¨®n de negociar con los l¨ªderes de la revuelta.
Si bien no hubo movilizaciones en la isla de Yerba, uno de los principales centros tur¨ªsticos del pa¨ªs, un grupo de desconocidos lanz¨® anoche varios c¨®cteles molotov contra una escuela jud¨ªa, que provocaron desperfectos en el edificio, pero ning¨²n herido. Yerba, situada cerca de la frontera libia, alberga a la mayor comunidad jud¨ªa en el mundo ¨¢rabe, formada por unas 1.200 personas. Tambi¨¦n es una de las m¨¢s antiguas de la di¨¢spora jud¨ªa, pues se asent¨® en este territorio hace m¨¢s de 2.000 a?os.?
T¨²nez, el ¨²nico pa¨ªs de la regi¨®n con un Gobierno elegido en las urnas, atraviesa una delicada situaci¨®n econ¨®mica desde la Revoluci¨®n de 2011. Los diversos Ejecutivos que han asumido las riendas del pa¨ªs confiaron en un aumento del gasto p¨²blico para relanzar la econom¨ªa. No obstante, la tasa de crecimiento se mantiene en unos registros moderados, alrededor del 2%, incapaz de proporcionar trabajo a los miles de j¨®venes desempleados y frustrados que ejercen de motor de las protestas.
Encima, la depreciaci¨®n del dinar tunecino como consecuencia del galopante d¨¦ficit comercial ha disparado la inflaci¨®n, que ya ronda el 6% y podr¨ªa continuar subiendo en los pr¨®ximos meses. El encarecimiento de la cesta de la compra es, junto con el paro, la otra gran preocupaci¨®n de los tunecinos. Con la deuda p¨²blica rozando el umbral del 70% del PIB, el Gobierno del primer ministro Yusuf Chahed ha apostado por una contenci¨®n del gasto y firm¨® un cr¨¦dito con el FMI en 2016 para sanear las cuentas p¨²blicas.
El Ejecutivo, formado por una ¡°gran coalici¨®n¡± entre el conservador Nid¨¢ Tunis y los islamistas moderados de Ennahda, goza de una amplia mayor¨ªa en la Asamblea Popular y no ha mostrado ninguna fisura en la gesti¨®n de la presente crisis. Adem¨¢s, la oposici¨®n se halla dividida y fragmentada en decenas de peque?os partidos. El mayor contrapeso lo representa la UGTT, el mayor sindicato del pa¨ªs, habituado a desempe?ar un rol pol¨ªtico a lo largo de su historia. Tras las protestas, su secretario general, Nureddin Tabboubi, ha instado al Gobierno a aumentar el salario m¨ªnimo y las ayudas a las familias necesitadas para apaciguar las aguas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.