La madre detenida por mantener a sus 13 hijos secuestrados en California ¡°se qued¨® perpleja¡± al ver a la polic¨ªa

Eran las 7 de la ma?ana del domingo cuando los agentes del sheriff tocaron en la puerta de una chalet de clase media en Perris, en el interior de California, para descubrir una escena ¡°horrorosa¡±, seg¨²n la palabra que utiliz¨® este martes el capit¨¢n Greg Fellows. Trece?ni?os desnutridos y a oscuras en una casa maloliente. Tres de ellos, detall¨® Fellows, estaban ¡°encadenados a alg¨²n tipo de mueble¡±. Siete de ellos ni siquiera eran ni?os, sino adultos entre 18 y 29 a?os, pero estaban tan desnutridos que lo parec¨ªan.

El suceso fue hecho p¨²blico el lunes por la tarde y 24 horas despu¨¦s segu¨ªa habiendo m¨¢s preguntas que respuestas sobre un caso que ha conmocionado a Estados Unidos. El capit¨¢n Greg Fellows, de la comandancia de Perris del sheriff del condado de Riverside, explic¨® que una de las ni?as, de 17 a?os, llam¨® al tel¨¦fono de emergencias. Dijo que sus 12 hermanos estaban secuestrados en su propia casa. Los agentes se encontraron con ella no lejos de la vivienda. Les mostr¨® fotos en el tel¨¦fono que corroboraban lo que estaba diciendo. Seg¨²n los agentes, estaba ¡°demacrada¡± y parec¨ªa que ten¨ªa 10 a?os.

Los agentes acudieron a la vivienda, un gran chalet unifamiliar ubicado en una calle sin salida de una urbanizaci¨®n nueva de clase media a las afueras de Perris, a unos 120 kil¨®metros al Este de Los ?ngeles. All¨ª se encontraron a David Allen Turpin, de 57 a?os, y Louise Anna Turpin, de 49 y descubrieron la escena. El capit¨¢n Fellows revel¨® el martes que la madre ¡°se qued¨® perpleja¡± de que la polic¨ªa acudiera a la vivienda, como si no fuera consciente de lo que estaba pasando. El capit¨¢n Fellows destac¨® varias veces la ¡°valent¨ªa¡± de la ni?a que escap¨® de la casa para denunciar la situaci¨®n.

C¨®mo lleg¨® esta familia a esta situaci¨®n sigue siendo un misterio. Las autoridades no tienen ning¨²n registro de incidentes en esa vivienda, que ocupaban desde 2014. Los ni?os estudiaban en su casa, algo legal en Estados Unidos. Antes viv¨ªan en Murrieta, una ciudad cercana, y antes de eso en Texas. Los 13 hijos de la pareja ten¨ªan entre 2 y 29 a?os. La polic¨ªa confirmo que todos son hijos biol¨®gicos.

Fellows dijo que por el momento no hay confirmaci¨®n de enfermedad mental en los padres, que han sido acusados de nueve cargos de tortura y diez de maltrato infantil. Est¨¢n detenidos bajo fianza de nueve millones de d¨®lares. Comparecer¨¢n en el juzgado el jueves.

El martes por la ma?ana, decenas de medios de comunicaci¨®n de todo el mundo recorr¨ªan la urbanizaci¨®n donde estaba la casa. Frente a la vivienda de los Turpin estaban aparcados cuatro coches. Uno de ellos era un furgoneta Chevrolet Express, con aspecto limpio por dentro y un asiento de beb¨¦ con motivos de Minnie Mouse. Los otros tres eran coches Volkswagen, todos con matr¨ªculas personalizadas que hacen referencia a Disneyland.

En la urbanizaci¨®n vive gente que trabaja en Los ?ngeles o San Diego pero se muda al interior por los precios de la vivienda, explicaba Richard Briscoe, que vive al doblar la esquina de la calle de los Turpin. Los vecinos solo recuerdan haber visto a algunos de los ni?os el pasado noviembre, cuando estaban ayudando a su padre a poner c¨¦sped en la entrada. Alguien denunci¨® al Ayuntamiento que la entrada de los Turpin estaba muy descuidada. En California se puede obligar a un vecino a arreglar el aspecto de su casa, porque si est¨¢ muy descuidada afecta al precio de toda la urbanizaci¨®n.

¡°Los ni?os eran un poco raros. Un poco zombies¡±, dec¨ªa Briscoe a EL PA?S. ¡°No parec¨ªan muy normales. Se les ve¨ªa mal cuidados¡±. Vecinos como Briscoe se preguntaban por qu¨¦ esos ni?os no estaban en el colegio, pero no se llama a la polic¨ªa porque unos ni?os sean raros. ¡°Claramente estaban mal de la cabeza¡±, opina Briscoe al conocer el dato de que la madre no entend¨ªa que la polic¨ªa acudiera a su casa. ¡°Un vecino que vio como los sacaban de la casa me dijo que ella iba sonriendo¡±. En la foto policial, Lousie Turpin tambi¨¦n aparece sonriendo.

Las autoridades tratan ahora de reconstruir la vida de esta familia hasta el pasado domingo. Seg¨²n documentos citados por The New York Times, la pareja se declar¨® en bancarrota en 2011 y declar¨® que ten¨ªa deudas entre 100.000 y 500.000 d¨®lares. Por entonces, David Turpin trabajaba como contratista para Northrop Grumman y ganaba 140.000 d¨®lares al a?o. Louise Turpin era ama de casa.

En un perfil de Facebook con el nombre de la pareja hay fotos de toda la familia desde 2011 hasta 2016. En esas fotos parecen acudir al menos dos veces a la misma capilla de Las Vegas a casarse, en la primera solos en 2013 y la segunda, en 2015, con todos los ni?os. Hay v¨ªdeos de las dos bodas en Internet. En las dos aparece el mismo imitador de Elvis. Seg¨²n NBC, se trata de la Elvis Chapel de Las Vegas. Kent Ripley, el imitador de Elvis, dijo a la cadena que ¡°no parec¨ªan nada m¨¢s que una familia grande que estaba siempre junta, viajaba junta y hac¨ªa todo junta¡±. Dice que los ni?os eran callados y educados y que nunca vio que sus padres les mandaran o les gritaran.

Los ni?os se encuentran hospitalizados. Mark Uffer, director del hospital de Corona, explic¨® el martes a la prensa que en su centro est¨¢n los siete adultos. ¡°Es dif¨ªcil verlos como adultos. Son peque?os, su desnutrici¨®n es evidente¡±. Uffer afirm¨® que el personal m¨¦dico estaba ¡°espantado¡± con la situaci¨®n. Describi¨® a las v¨ªctimas como ¡°simp¨¢ticos y cooperativos¡± con los m¨¦dicos. ¡°Espero que la vida sea buena con ellos en el futuro.

Sophia Grant, directora del programa de maltrato infantil del Hospital Universitario de Riverside, afirm¨® que una vez que los ni?os sean alimentados poco a poco hasta lograr que se su estabilizaci¨®n, van a necesitar mucha ayuda psicol¨®gica a largo plazo ¡°durante mucho tiempo¡±. ¡°Estos ni?os van a necesitar mucho apoyo. Esto no es algo que se solucione en un par de sesiones. (La recuperaci¨®n) va a ser a muy largo plazo y van a necesitar el apoyo de mucha gente en su vida¡±.