?Por qu¨¦ algunos peregrinos sufren trastornos mentales cuando visitan Tierra Santa?

La desaparici¨®n de un turista brit¨¢nico hace dos meses en el Desierto del Negev, en Israel, ha disparado las alarmas sobre si podr¨ªa tratarse de un caso del llamado S¨ªndrome de Jerusal¨¦n. ¡°Son muy raros los casos en los que una persona mentalmente sana sufre un episodio de este tipo. Seg¨²n los datos que manejamos, el 82% de los afectados por ¨¦l hab¨ªan protagonizado con anterioridad otro tipo de patolog¨ªa psiqui¨¢trica o alguna depresi¨®n¡±, explica el Profesor Eliezer Witztum, uno de los mayores expertos en la materia en Israel que lleva d¨¦cadas estudiando el fen¨®meno. ¡°Todo hace pensar que el turista podr¨ªa haberse adentrado en el desierto bajo sus efectos¡±, dice Witztum

El S¨ªndrome de Jerusal¨¦n es una enfermedad mental que, seg¨²n este reconocido psiquiatra, sobre todo se da en peregrinos que visitan por primera vez la Ciudad Santa o los lugares mencionados en la Biblia. Afecta principalmente a cristianos, pero tambi¨¦n se han dado casos en jud¨ªos. ¡°Quienes lo padecen sufren alucinaciones y trastornos de personalidad que les hacen incluso creer que son personajes b¨ªblicos. A veces la polic¨ªa tiene que actuar porque alteran el orden p¨²blico¡±, explica Witztum.

¡±Cada a?o alrededor de 100 turistas presentan desordenes asociados a este mal. Se les suele ingresar unos d¨ªas y una vez que se estabilizan son devueltos a su lugar de origen¡±

Turistas que improvisan t¨²nicas de la ¨¦poca de Jesucristo con las s¨¢banas del hotel y deambulan absortos por la ciudad vieja, hombres convencidos de que son el Mes¨ªas o mujeres que se creen la virgen Mar¨ªa son la forma m¨¢s com¨²n en la que se presenta. Hay documentos de la Edad Media en los que ya se describen comportamientos similares pero hasta el a?o 2.000 los especialistas no lo tipificaron como enfermedad mental asociada a la exaltaci¨®n que provoca visitar los santos lugares, o sitios con tanta carga emocional que desatan literalmente la locura.

En t¨¦rminos psiqui¨¢tricos, existen otros s¨ªndromes similares como el de la Casa Blanca, en Washington; el de Stendhal, en Florencia o el conocido como s¨ªndrome de la muerte, en Venecia, que empuja a quienes lo padecen a quitarse la vida en la ciudad italiana. En el caso del de Jerusal¨¦n, ansiedad, agitaci¨®n y nerviosismo preceden a la necesidad de gritar, recitar salmos o predicar.

Algunos de los casos m¨¢s medi¨¢ticos, de la ¨²ltima d¨¦cada, los protagonizaron una irlandesa que acudi¨® al hospital asegurando que se hab¨ªa puesto de parto y que iba a dar a luz al Mes¨ªas ¡ªaunque ni siquiera estaba embarazada¡ª y un americano que al llegar al Muro de las Lamentaciones crey¨® ser Sans¨®n y trat¨® de mover los grandes bloques de piedra del lugar sagrado para los jud¨ªos.

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Y ese podr¨ªa ser el caso del desaparecido, Oliver McAfee, un jardinero de 29 a?os de la localidad norirlandesa de Dromore al que equipos de especialistas y voluntarios buscan en los alrededores del cr¨¢ter de Mizpe Ramon. ¡°Sabemos que estuvo en Jerusal¨¦n. Viajaba de norte a sur. Su pista se pierde en el Desierto del Negev donde encontramos algunas de sus pertenencias, pero no su pasaporte, ni su mochila¡±, dice Micky Rosenfeld, portavoz de la polic¨ªa.

Curiosamente, seg¨²n los datos que maneja Witztum, los anglosajones suelen ser m¨¢s proclives a padecer el S¨ªndrome de Jerusal¨¦n. ¡°No sabemos por qu¨¦ pero es un hecho constatado. Igual que generalmente afecta a personas muy religiosas o que, sin serlo, en alg¨²n momento de su vida descubren el fervor religioso y al pisar Tierra Santa se desencadena la patolog¨ªa¡±, explica el experto.

Witztum cree que McAfee pudo seguir el impulso de emular a Jes¨²s cuando se retir¨® durante 40 d¨ªas en el desierto. Una posibilidad que tambi¨¦n baraja el Equipo de B¨²squeda y Rescate Har Hanegev. Hace tres semanas encontraran notas manuscritas, probablemente por el desparecido, sobre ese pasaje b¨ªblico ¡°Tambi¨¦n hab¨ªa p¨¢ginas arrancadas de una Biblia. Fragmentos del Nuevo Testamento y del ?xodo con una piedra encima junto a unas rocas dispuestas en lo que parece alg¨²n tipo de altar para realizar rituales¡±, confirma por tel¨¦fono Nimrod Ben Aharon, jefe del equipo de rescate.

La mayor¨ªa de estos enfermos acaban en el Hospital Psiqui¨¢trico de Kfar Shaul, en Jerusal¨¦n.¡±Cada a?o alrededor de 100 turistas presentan desordenes asociados a este mal. Se les suele ingresar unos d¨ªas y una vez que se estabilizan son devueltos a su lugar de origen¡±, cuenta Witztum. El psiquiatra cuenta que para la mayor¨ªa de los derivados al centro m¨¦dico todo queda en una an¨¦cdota, de la que algunos ni se acuerdan. ¡°Suele ser un shock temporal pero a¨²n as¨ª casi la mitad terminan ingresados. Tan s¨®lo cuatro o cinco suelen presentar la variante m¨¢s grave de la enfermedad que les deja secuelas de por vida¡±, explica.

En cuanto al turista brit¨¢nico, no hay novedad en su misteriosa desaparici¨®n y no se descarta ninguna hip¨®tesis. ¡°Ni siquiera sabemos si est¨¢ vivo¡±, reconoce Rosenfeld.