Macri congela el sueldo del Gobierno y proh¨ªbe contratar a familiares para mejorar su imagen

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Mauricio Macri tuvo un arranque de a?o mucho m¨¢s complicado de lo esperado. La oposici¨®n, muy debilitada, se est¨¢ tratando de rearmar. El a?o acab¨® con una pol¨¦mica reforma de pensiones que provoc¨® graves enfrentamientos entre manifestantes y polic¨ªas en el Congreso. El d¨®lar sube desde entonces, algo que siempre asusta a los argentinos. Y la inflaci¨®n no da tregua, con nuevas subidas de luz, combustible, sanidad privada. En este contexto, el presidente estaba bajando en las encuestas y ha decidido tratar de frenar esa sangr¨ªa con un gesto simb¨®lico: ha congelado su sueldo y el de unos 500 altos cargos ¨Clo que equivale a una bajada de salario fuerte en un pa¨ªs con un 25% de inflaci¨®n-, ha ordenado despedir al 25% de los cargos de confianza del Gobierno, y proh¨ªbe que los ministros puedan tener parientes en el Ejecutivo.

Esta decisi¨®n responde en especial a la pol¨¦mica del ministro de Trabajo, Jorge Triaca, que tiene a parte de su familia en puestos de confianza del Ejecutivo, algo que sucede tambi¨¦n con otros ministros. Algunos medios presionaban para que Macri hiciera un cambio de Gobierno y destituyera a Triaca, que adem¨¢s se vio envuelto en un esc¨¢ndalo al confirmarse que hab¨ªa contratado en negro a una empleada dom¨¦stica, pero la respuesta del presidente ha sido esta. ¡°S¨¦ que vamos a perder colaboradores muy valiosos [con la decisi¨®n de prohibir a los familiares], me da mucha pena, pero queremos transparencia. Espero que este ejemplo sea seguido por todos¡±, lanz¨® Macri como mensaje sobre todo a los gobernadores.

En Argentina es habitual colocar a toda la familia en la administraci¨®n y es frecuente en las provincias los casos de hermanos que se suceden en la presidencia, como sucede en San Luis, o matrimonios que copan todos los cargos clave. El macrismo lleg¨® al Gobierno con el mensaje de que iba a acabar con estas tradiciones peronistas pero algunos casos en los ¨²ltimos meses han mostrado que no lo hizo del todo. Macri, que ha derrochado en estas semanas parte del cr¨¦dito que logr¨® con la ¨²ltima victoria electoral en octubre, pretende con este arranque de curso lanzar el mensaje de que est¨¢ dispuesto a dar ejemplo. Su propia familia, una de las m¨¢s ricas del pa¨ªs, est¨¢ siempre en el centro de la pol¨¦mica cada vez que aparece una licitaci¨®n o una decisi¨®n del Gobierno en la que se ve beneficiado el conglomerado Macri. El presidente parece dispuesto a acabar con esta sangr¨ªa de imagen.

El presidente, que acaba de volver de un viaje a Davos, Rusia y Francia, arranc¨® el curso con fuerza y con un mensaje de respuesta a todos los an¨¢lisis pol¨ªticos y las encuestas publicadas en las ¨²ltimas semanas en las que se ha instalado la idea de que Macri ya ha asumido que es imposible hacer un cambio de fondo en Argentina y se limitar¨¢ al pragmatismo de modificar lo que pueda sin buscar reformas profundas que le enfrenten a los sindicatos y puedan generar otro enfrentamiento brutal en las calles como el diciembre.

Macri niega la mayor y trata de disipar el pesimismo que se est¨¢ instalando otra vez en Argentina, un pa¨ªs que ha pasado la mayor parte de su historia reciente convencido de que lo suyo no tiene remedio. El presidente rechaza ese pesimismo. ¡°El cambio va en serio. Lo que nos hemos propuesto es mucho m¨¢s que un cambio econ¨®mico, es un cambio cultural. Queremos cambiar la cultura del poder en Argentina. Todos tenemos que ceder algo en funci¨®n del conjunto. Hay que abandonar para siempre la idea de que no se puede cambiar el pa¨ªs¡±, insisti¨® visiblemente molesto por esos an¨¢lisis que cada vez se leen con mayor crudeza en los medios, incluso entre analistas que han apoyado este cambio.

El presidente, los ministros y los altos cargos en Argentina tienen sueldos altos para lo que es habitual en un pa¨ªs con enormes diferencias salariales, donde hay un 30% de pobreza y hay millones de personas que pese a trabajar y tener un salario no son capaces de garantizarse una vida digna. Macri cobra 200.000 pesos brutos al mes (poco m¨¢s de 10.000 d¨®lares) y los ministros alrededor de 150.000 (7.500). Sin embargo, en el mundo de la ¨¦lite de la empresa privada en el que se mueven buena parte de los ministros, esos salarios no son de los m¨¢s altos. La congelaci¨®n tendr¨¢ un efecto fuerte porque en un a?o la inflaci¨®n se puede comer m¨¢s del 20% del sueldo.

La reducci¨®n de asistentes y equipo de trabajo es a¨²n m¨¢s significativa, y seg¨²n el presidente supondr¨¢ un ahorro de 1.500 millones de pesos al a?o (75 millones de d¨®lares). El macrismo fue muy criticado cuando lleg¨® al poder porque no redujo ni el n¨²mero de ministerios ni los cargos de confianza del kirchnerismo, despu¨¦s de criticar durante a?os que se utilizaba la administraci¨®n como ¡°aguantadero de la pol¨ªtica¡±. Ahora el ajuste es fuerte y supondr¨¢ despidos de m¨¢s de 1.000 personas en todos los centros del poder importantes, adem¨¢s de la salida de familiares directos de varios ministros. ¡°La austeridad tiene que partir de la pol¨ªtica¡±, insisti¨®. Un gesto simb¨®lico que no resuelve el problema importante que tiene Argentina con el d¨¦ficit p¨²blico pero s¨ª lanza un mensaje de que Macri est¨¢ dispuesto a combatir el pesimismo y la desilusi¨®n que se ha instalado en una parte de sus votantes.