Antes de que empiece el fin (Despacho presidencial, Casa de Nari?o)

Estoy hablando con un amigo m¨ªo que suele manejar campa?as pol¨ªticas: cada cuatro a?os tenemos esta misma conversaci¨®n en la que al final nos preguntamos c¨®mo hacer para que no se nos vuelva a subir al despacho presidencial, en la Casa de Nari?o, un populista que como Uribe viva embrujado por su propio personaje y su propia autoridad y se quiera quedar para siempre con el puesto. Es una pregunta ret¨®rica: lo ¨²nico que hacemos mi amigo y yo es decir lo que pensamos y votar. Pero esta vez, cuando le digo lo que creo que puede pasar de aqu¨ª a las presidenciales ¨Cy confieso que ruego que los candidatos de centro, De la Calle y Fajardo, cada vez sean m¨¢s claros para los electores¨C, me dice ¡°pero es que esto no es un partido de ajedrez, sino una locura: todo el mundo corre por su vida para uno de los dos lados¡­¡± y no se me ocurre ninguna respuesta mejor que ¡°pues s¨ª¡­¡±.

Al otro d¨ªa, jueves 15 de febrero, el presidente Santos publica en su cuenta de Twitter ¨Cantes de que empiece el fin y se desboque la locura¨C una carta para un ¡°estimado sucesor¡± en la que habla de los cinco millones de colombianos que salieron de la pobreza, de los siete millones que pudieron conectarse al alcantarillado, de los seis millones y medio de turistas que vinieron a Colombia en 2017, del fin de aquel conflicto armado con las Farc que lo enrarec¨ªa y lo ensangrentaba todo y de la tasa de homicidios m¨¢s baja en los ¨²ltimos 42 a?os, que se dieron durante su mandato, pero tambi¨¦n sugiere que ¡°ser presidente en el mundo de hoy es cada vez m¨¢s dif¨ªcil¡±, pues las fren¨¦ticas redes han servido de manera perversa al pensamiento de manada, al complejo de Ad¨¢n y a las oposiciones inescrupulosas. Y promete que dejar¨¢ en paz, que no es poco, a quien quiera que llegue a ese despacho.

Al otro d¨ªa, viernes 16, nadie est¨¢ hablando de la carta ni siquiera para criticarle los vac¨ªos ¨CSantos habr¨ªa podido hablarle a su sucesor de todo lo que falta para dejar atr¨¢s las mafias electorales o de c¨®mo el miedo a volverse Venezuela deber¨ªa ser el miedo a la injusticia social¨C, sino que se revela que la Corte Suprema de Justicia sospecha que el expresidente Uribe fabric¨® testigos para acabar con su n¨¦mesis, el senador Cepeda; se se?alan las amenazas a las campa?as de estos d¨ªas; se discute sobre c¨®mo cada vez es m¨¢s claro que la gente de nuevo se est¨¢ yendo detr¨¢s de las embelesadas e hipn¨®ticas ret¨®ricas populistas, de nuevo crey¨¦ndoles la refundaci¨®n de la patria a un par de vivos, para llevar a cabo la fantas¨ªa de votar contra un establecimiento al que pertenecen todos los candidatos si uno se fija con cuidado.

Despu¨¦s, el domingo 18, el expresidente Uribe publica en su cuenta de Twitter un video en el que asegura que la Corte Suprema est¨¢ persigui¨¦ndolo una vez m¨¢s para enredarle su nueva candidatura al senado, pero no dice que el caso es tan f¨¢cil como esto: que Uribe denunci¨® ante la Corte al senador Cepeda por fabricar testigos que lo acusan de fundar un grupo paramilitar, pero, luego de reunir algunas pruebas, la Corte concluy¨® que el que deb¨ªa ser investigado por presunta manipulaci¨®n de testigos era el expresidente todopoderoso. Y de inmediato Iv¨¢n Duque, el candidato presidencial del uribismo que hasta entonces parec¨ªa responsable, tuitea ¡°el acuerdo no escrito con las Farc es encarcelar a Uribe¡± y lo hace para que esto no sea un partido de ajedrez, sino que siga siendo una locura, una violencia.

Para que nadie hable de la carta presidencial que invita a construir sobre lo construido, ni entienda que en Colombia cuando se habla de ¡°candidatos de centro¡± se habla de ¡°candidatos responsables¡±, sino se corra por la vida a uno de los dos infiernos: me temo que est¨¢n abusando de ese truco.