Los dem¨®cratas defienden al FBI frente al ataque de Trump por la investigaci¨®n rusa

La respuesta dem¨®crata llega tres semanas despu¨¦s de que los republicanos en el Comit¨¦ hicieran p¨²blico, con el aplauso del presidente, un informe de cuatro p¨¢ginas en el que trataban de desacreditar la investigaci¨®n del FBI sobre la trama rusa. El informe estaba redactado por la oficina del l¨ªder republicano en el comit¨¦, Devin Nunes, uno de los congresistas m¨¢s cercanos a Trump y que fue miembro de su equipo de transici¨®n.

La pieza clave de toda la pol¨¦mica es la vigilancia del FBI sobre Carter Page, asesor de la campa?a de Trump y personaje conectado con el Gobierno ruso. Page fue vigilado bajo autorizaci¨®n judicial bas¨¢ndose en una f¨®rmula judicial para monitorizar presuntas actividades de espionaje extranjero en Estados Unidos. La teor¨ªa que tratan de presentar algunos republicanos y el presidente es que el FBI pidi¨® permiso al juez para investigar a Page bas¨¢ndose en un famoso dossier elaborado por un exesp¨ªa brit¨¢nico, Christopher Steele. Es el dossier en el que se afirmaba que Rusia ten¨ªa informaci¨®n sobre actividades sexuales de Trump en Mosc¨² con la que pod¨ªa chantajearlo. Nunca se ha probado.

Seg¨²n los republicanos y el presidente, en su justificaci¨®n para pedir investigar a Page el FBI no revel¨® que ese informe hab¨ªa sido el resultado de una investigaci¨®n privada de Steele pagada por la campa?a de Hillary Clinton. Es decir, que el FBI ten¨ªa una motivaci¨®n pol¨ªtica para investigar a Page, y a trav¨¦s de ¨¦l a la campa?a de Trump, y que no se lo dijo a los jueces.

De esta forma, el presidente trata de presentar la investigaci¨®n policial como una trama de espionaje pol¨ªtico contra ¨¦l desde la c¨²pula del FBI nombrada por Barack Obama y, por tanto, desacreditar toda la investigaci¨®n del fiscal especial, Robert Mueller, sobre la posible connivencia entre su campa?a y la actividad rusa para favorecerle en las elecciones.

La respuesta publicada por los dem¨®cratas este s¨¢bado niega de plano esta versi¨®n. Primero, explica que la investigaci¨®n del FBI sobre Carter Page empez¨® en julio de 2016, al menos siete semanas antes de que fuera revelado el famoso informe Steele, en septiembre. Segundo, afirma que el FBI s¨ª dijo al juez que autoriz¨® la vigilancia que parte de la informaci¨®n que ten¨ªan contra ¨¦l proven¨ªa de una fuente con motivaciones pol¨ªticas. Y tercer, esa vigilancia fue autorizada por cuatro jueces distintos, tres de ellos nombrados por presidentes republicanos.

El informe original del republicano Devin Nunes es ¡°un evidente esfuerzo para menoscabar¡± al FBI y el Departamento de Justicia, la investigaci¨®n del Fiscal Especial y la investigaci¨®n del Congreso, dice el informe del dem¨®crata Adam Schiff. ¡°Los agentes del FBI y el Departamento de Justicia no (subrayado) abusaron¡± de la ley de contraespionaje, ¡°ni omitieron informaci¨®n importante, o subvirtieron esta importante herramienta para espiar la campa?a de Trump¡±.

El informe lleva fecha del 29 de enero. La Casa Blanca se ha negado a dar luz verde a su publicaci¨®n, y ha exigido que fuera censurado en algunos apartados, al tiempo que aceleraba la publicaci¨®n del memor¨¢ndum de los republicanos. El presidente dijo sentirse reivindicado en sus denuncias conspirativas por el papel elaborado por Nunes. Este s¨¢bado, tuite¨® que el informe dem¨®crata era ¡°un fiasco¡±.

La existencia de dos memor¨¢ndums distintos, estrictamente partidistas, revela el grado de divisi¨®n pol¨ªtica que est¨¢ provocando este asunto algunos congresistas republicanos dispuestos a sostener cualquier cosa que diga el presidente y unos dem¨®cratas que quieren llevar la investigaci¨®n hasta el final.

La batalla de los memor¨¢ndums y la divisi¨®n partidista en el Comit¨¦ de Inteligencia del Congreso ha convertido a Schiff y Nunes, ambos representantes de California y desconocidos hace un a?o, en dos figuras pol¨ªticas de primer orden en Estados Unidos.