Las medidas proteccionistas de Trump complican a¨²n m¨¢s la renegociaci¨®n del TLC

Trump maneja el calendario a su antojo. Eligi¨® los d¨ªas previos a la sexta ronda de negociaciones para la modernizaci¨®n del Tratado de Libre Comercio de Am¨¦rica del Norte (TLC), hace poco m¨¢s de un mes, para anunciar la imposici¨®n de un arancel especial sobre paneles solares y lavadoras. Y ha elegido el punto central de la s¨¦ptima ronda de encuentros entre los equipos negociadores para airear su hasta ahora mayor apuesta por el proteccionismo: la puesta en marcha de tarifas arancelarias sobre la importaci¨®n de acero y el aluminio importado. La medida, salpimentada por unos tuits en los que el presidente de la primera potencia mundial alaba las guerras comerciales -que, afirma, son ¡°f¨¢ciles de ganar¡±- ha sentado como un jarro de agua fr¨ªa en el hotel de la capital mexicana en el que se celebran los encuentros trilaterales para destrabar el mayor acuerdo comercial del planeta, seg¨²n han reconocido a EL PA?S fuentes pr¨®ximas a la negociaci¨®n.

¡°Ya de por s¨ª muy dif¨ªcil negociar bajo la amenaza [de ruptura del TLC]¡±, apunta un asesor de la delegaci¨®n mexicana en el proceso. ¡°Pero si a eso le a?ades los aranceles...Se hace a¨²n m¨¢s complejo¡±. La tensi¨®n se ha disparado: sin avances en los asuntos m¨¢s complejos de la negociaci¨®n, la imposici¨®n de tarifas arancelarias y la puerta abierta a una guerra comercial se interpretan como sendos ataques sobre la l¨ªnea de flotaci¨®n de las conversaciones. Canad¨¢ es el principal damnificado por las medidas proteccionistas de Washington sobre el acero y el aluminio, que entrar¨¢n en vigor la semana que viene. M¨¦xico, por su parte, es el cuarto mayor exportador de acero a EE UU, tras la propia Canad¨¢, Brasil y Corea del Sur.

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El desencanto en las conversaciones no se circunscribe ¨²nicamente al lado mexicano: tambi¨¦n al canadiense y, en cierta medida, al estadounidense. En el primer caso, el encargado de verbalizarlo ha sido Jerry Dias, jefe del mayor sindicato de Canad¨¢ (Unifor): ¡°El equipo canadiense est¨¢ completamente frustrado. Est¨¢ claro que todo el tono de las negociaciones del TLC ha dado un paso atr¨¢s¡±, ha afirmado despu¨¦s de reunirse con el jefe negociador canadiense, Steve Verheul. En el segundo, el estadounidense, por el desconcierto de sus propios negociadores: muchos son los mismos que se sentaron a la mesa, tambi¨¦n con M¨¦xico y Canad¨¢, para tratar de sacar adelante el Acuerdo Transpac¨ªfico de Cooperaci¨®n Econ¨®mica (TPP, por sus siglas en ingl¨¦s) en tiempos de Barack Obama. Por aquel entonces, la m¨¢xima estadounidense era el libre comercio. Ahora, menos de un lustro despu¨¦s, les toca defender el discurso contrario.

¡°Existe una buena posibilidad de que esto [los aranceles anunciados] eventualmente lleve al presidente [Trump] a anunciar su intenci¨®n de retirarse del TLC, aunque tal anuncio no parece probable a corto plazo¡±, apunta en una nota el jefe de an¨¢lisis econ¨®mico de Goldman Sachs, Jan Hatzius. La propuesta tarifaria, opina el economista jefe del gigante estadounidense de la banca de inversi¨®n, ¡°no se basa en ning¨²n argumento econ¨®mico¡±. En la misma l¨ªnea, Ignacio Mart¨ªnez, profesor de la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico (UNAM) muy cercano a la negociaci¨®n, cree que las conversaciones entran en una fase de ¡°impasse, si no de rompimiento¡±. ¡°Sin duda, se trata de una fuerte presi¨®n para que M¨¦xico acepte todas las condiciones estadounidenses¡±, agrega Mart¨ªnez.

La s¨¦ptima ronda estaba se?alada en rojo en el calendario como aquella en la que los tres pa¨ªses deb¨ªan acercar posturas si quer¨ªan cerrar un acuerdo preliminar dentro de un mes, en la cumbre de Washington. De no alcanzar ese pacto en la capital estadounidense, el margen para alcanzar un acuerdo antes de las elecciones presidenciales mexicanas de julio es m¨ªnimo.

Los aranceles y el endurecimiento del tono proteccionista han sentado particularmente mal en la negociaci¨®n, pero no han sido una sorpresa para nadie que haya seguido el proceso: son parte esencial del programa electoral con el que Trump gan¨® las elecciones presidenciales de noviembre de 2016 y el hoy presidente est¨¢ siendo congruente con lo prometido. Desde ese punto de vista es un mal precedente para el futuro del TLC, que el magnate tambi¨¦n prometi¨® romper si no lograba renegociar a su favor. ¡°Es un recordatorio y una lecci¨®n para tener muy presente las motivaciones de Trump para renegociar el TLC: reducir el d¨¦ficit y regresar el empleo. Es su agenda y no se nos puede olvidar¡±, apunta Luz Mar¨ªa de la Mora, directora de la consultora LMM y ex jefa de unidad de Negociaciones Comerciales Internacionales en la Secretar¨ªa de Econom¨ªa mexicana. ¡°Sin duda, no crea el mejor ambiente de negociaci¨®n: lo enrarece. Y hace que sea menos pol¨ªticamente aceptable para M¨¦xico y Canad¨¢ hacer concesiones cuando EE UU est¨¢ imponiendo medidas draconianas a sus socios. Es dif¨ªcil de vender en la opini¨®n p¨²blica¡±, cierra De la Mora. ¡°Trump siempre tiene el buen tino para que su agenda permee en momentos en los que pueda tener un efecto mayor¡±.