El rey Salm¨¢n de Arabia Saud¨ª regala un estadio de f¨²tbol a Irak
La promesa es el ¨²ltimo gesto del Reino del Desierto para alejar a su vecino de la influencia iran¨ª
El cortejo de Arabia Saud¨ª a Irak empieza a parecerse a una relaci¨®n seria. Tras los intercambios de visitas del a?o pasado, la reapertura de puestos fronterizos en septiembre, y el despliegue saud¨ª durante la ¨²ltima Feria Internacional de Bagdad, el rey Salm¨¢n ha prometido a su vecino un estadio de f¨²tbol. El monarca anunci¨® su regalo al primer ministro iraqu¨ª, Haider al Abadi, el lunes por la noche en una llamada telef¨®nica de cuyo contenido ha dado cuenta la oficina de prensa de ¨¦ste en Facebook.
De acuerdo con esa fuente, el monarca saud¨ª expresaba su satisfacci¨®n por el ¨¦xito del partido amistoso que las selecciones de ambos pa¨ªses celebraron la semana pasada en Basora, al sur de Irak, el primero en 39 a?os. A la generosidad del gesto, se une el saber encajar la derrota ya que a pesar de su menor nivel t¨¦cnico, los leones de Mesopotamia derrotaron por 4 - 1 a Arabia Saud¨ª, uno de los cuatro equipos ¨¢rabes que se han clasificado para el Mundial de Mosc¨².
¡°Es una buena ocasi¨®n para regalar un campo de f¨²tbol a Irak y renovar la cooperaci¨®n entre nuestros dos pa¨ªses¡±, le dijo el rey a Al Abadi. A lo que el primer ministro respondi¨® agradeciendo la generosa iniciativa.
Pero, el encuentro desbordaba lo puramente deportivo. Desde la llegada al trono de Salm¨¢n hace tres a?os, y bajo la batuta de su hijo y heredero, el pr¨ªncipe Mohamed Bin Salm¨¢n, Arabia Saud¨ª ha decidido plantar cara a su rival regional, Ir¨¢n, con una pol¨ªtica exterior m¨¢s activa. Tras alejarse de Irak a ra¨ªz de la invasi¨®n estadounidense en 2003, que para Riad entreg¨® ese pa¨ªs a la Rep¨²blica Isl¨¢mica, el Reino del Desierto ha decidido ahora trabajar para que Bagdad vuelva a ocupar su lugar en el mundo ¨¢rabe y reducir la influencia de Teher¨¢n.
En ese contexto, Arabia Saud¨ª propuso el amistoso para favorecer que la FIFA retire el veto para celebrar partidos oficiales que impuso al Irak de Sadam Husein tras la invasi¨®n de Kuwait en 1990. La violencia que sigui¨® a la ocupaci¨®n estadounidense hizo fracasar el levantamiento de la prohibici¨®n en 2012. Desde entonces, s¨®lo los estadios de Erbil (norte), Kerbala (centro) y Basora est¨¢n autorizados para disputar encuentros amistosos internacionales.
Pero ahora que el Gobierno de Al Abadi ha declarado el triunfo sobre el Estado Isl¨¢mico (ISIS), Bagdad quiere volver a albergar los partidos que le corresponda de los campeonatos en los que participa. Para convencer a la FIFA, que debe decidir en su reuni¨®n del pr¨®ximo d¨ªa 16, el ministro de Deportes y Juventud, Abdulhussein Abttan, ha anunciado la total prohibici¨®n de armas dentro de los estadios y la renovaci¨®n de los campos de juego. El prometido regalo del rey Salm¨¢n no puede llegar en mejor momento.
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