Amnist¨ªa Internacional alerta sobre la brutalidad de los feminicidios en Nicaragua

El 20 de febrero la m¨ªnima comunidad de Los Llanos, en el departamento de Estel¨ª (148 kil¨®metros al norte de Managua, la capital) se horroriz¨® al conocer que una de sus vecinas, una ni?a de doce a?os, fue encontrada al fondo de un pozo, con las manos atadas con alambres, despu¨¦s de ser violada y asesinada a ¡°machetazos¡±, seg¨²n la informaci¨®n oficial de las autoridades. Yesbeling Espinoza Calero hab¨ªa desaparecido desde el pasado 24 de noviembre y hoy forma parte de la larga lista de mujeres asesinadas en Nicaragua, pa¨ªs que, seg¨²n el m¨¢s reciente informe sobre derechos humanos de Amnist¨ªa Internacional, registra feminicidios cada vez ¡°m¨¢s brutales¡±.

Los habitantes de Los Llanos no se recuperan de la tragedia, mientras el pa¨ªs entero contiene el aliento al conocer, por las cr¨®nicas de los diarios, los detalles del crimen: la Polic¨ªa de Nicaragua se?ala a Rommel Jim¨¦nez Ponce (27 a?os) y su sobrino, Yorbin Calder¨®n Jim¨¦nez (22 a?os), de secuestrar a la ni?a. La violaron y luego la golpearon con un machete en la cabeza. M¨¢s tarde ataron a la cintura de la ni?a una enorme roca, las manos las ataron con alambres, y la lanzaron a un pozo. Fueron los peritos forenses del Instituto de Medicina Legal quienes identificaron el cuerpo de Yesbeling. La identidad fue confirmada por su madre, Adelina Espinoza Calero, quien reconoci¨® la ropa de la ni?a.

Mientras el proceso contra los acusados se desarrolla, movimientos feministas de Nicaragua exigen a las autoridades un mayor compromiso para prevenir los feminicidios, pero tambi¨¦n para castigar a los culpables, que en muchos casos no son detenidos o son liberados antes de tiempo, creando un ambiente de impunidad en torno a la violencia contra las mujeres. ¡°Hay m¨¢s nivel de sa?a y odio hacia el cuerpo de la mujer¡±, afirma Juanita Jim¨¦nez, dirigente del Movimiento Aut¨®nomo de Mujeres. ¡°Seg¨²n relatos que hemos recibido, hay amenazas hacia las mujeres de que les van hacer cosas como arrancarle la cabeza¡±, explica la l¨ªder feminista.

En Nicaragua fue aprobada una ley que persigue la violencia machista, conocida como Ley integral contra la violencia hacia las mujeres. El reglamento fue celebrado por el movimiento feminista, por ser una importante herramienta en la lucha de las mujeres para prevenir y castigar los feminicidios. Sin embargo, fue por ¨®rdenes del presidente Daniel Ortega que la ley fue reformada, reduciendo el feminicidio al ¨¢mbito de las relaciones de pareja. Adem¨¢s, la reforma obliga a las mujeres v¨ªctimas de violencia a someterse a una ¡°mediaci¨®n¡±, es decir, negociar con sus victimarios con la Fiscal¨ªa como garante. Tambi¨¦n obliga a las mujeres a recibir ¡°consejer¨ªa familiar¡±, definida como ¡°un proceso a trav¨¦s del cual se escucha, acompa?a, orienta o aconseja a una persona, pareja o grupo familiar para que reconozcan las causas de los problemas que les puede estar produciendo cualquier tipo de alteraci¨®n en las relaciones interpersonales¡±.

La reforma, afirm¨® recientemente la organizaci¨®n Cat¨®licas por el Derecho a Decidir en una carta p¨²blica, pretende ¡°invisibilizar los casos de feminicidios, dejando solamente incluidos como femicidas a las parejas y exparejas o aquel que pretenda alg¨²n tipo de relaci¨®n con la v¨ªctima¡±. Es decir, la ley fue violentamente mutilada, como los cuerpos de las mujeres asesinadas en Nicaragua.

El m¨¢s reciente informe de Amnist¨ªa Internacional alerta que en Nicaragua ¡°los homicidios hab¨ªan sido m¨¢s brutales que en a?os anteriores, y que quienes los perpetraban tend¨ªan a actuar en grupos¡±. El organismo inform¨® que el a?o pasado se registraron 55 feminicidios en un pa¨ªs de poco m¨¢s de seis millones de habitantes. El tema de las cifras ha generado controversia en esta peque?a naci¨®n, dado que la Polic¨ªa Nacional no actualiza sus estad¨ªsticas y que estas pueden ser manipuladas para dar una imagen de seguridad para las mujeres. Recientemente la primera dama Rosario Murillo dijo que Nicaragua ¡°est¨¢ en el primer lugar en Centroam¨¦rica¡±, pero por tener las cifras de feminicidios m¨¢s bajas de la regi¨®n. Murillo dijo que el pa¨ªs registraba 322 casos entre 2012 y 2016, mucho menos que Guatemala, Honduras o El Salvador, que tienen ¨ªndices de violencia mucho m¨¢s altos que Nicaragua.

Las declaraciones de Murillo encendieron la furia de las feministas, que la acusaron de manipuladora. ¡°El Estado quiere invisibilizar esta problem¨¢tica. Quiere tapar que no es grave y no quiere hacerse cargo de la familia y los hu¨¦rfanos que deja la violencia machista. Hay impunidad, permisividad al no perseguir a los feminicidas¡±, dijo Mayte Ochoa, asesora de pol¨ªticas p¨²blicas de Ipas Centroam¨¦rica, un organismo que provee salud sexual y reproductiva a las mujeres. Ochoa critic¨® que Murillo ¨Cque muy pocas veces se ha referido a la violencia contra las mujeres¨C se refiriera a los feminicidios como ¡°homicidio de mujeres¡±, un eufemismo que delata la pol¨ªtica oficial de acallar este tipo de cr¨ªmenes.

Este 8 de marzo, D¨ªa Internacional de la Mujer, las mujeres de Nicaragua marchar¨¢n en Managua reclamando justicia para las v¨ªctimas de la violencia machista como Yesbeling Mar¨ªa Espinoza Calero, la ni?a de doce a?os violada, asesinada a machetazos y lanzada al fondo de un pozo. La brutalidad machista, como afirma Amnist¨ªa, mata a las mujeres nicarag¨¹enses.