Scholz, el nuevo hombre fuerte de Berl¨ªn
El nombramiento del ministro de Finanzas alem¨¢n augura una continuidad del rigor presupuestario de su predecesor, Sh?uble
Si hay un nuevo hombre fuerte en el Gobierno de Angela Merkel que hoy arranca, ese es sin duda, Olaf Scholz. El ex alcalde de Hamburgo est¨¢ llamado a ocupar el segundo despacho m¨¢s importante de Berl¨ªn. Ser¨¢ vicecanciller, pero sobre todo ser¨¢ el nuevo ministro de Finanzas, la joya de la corona del Gobierno alem¨¢n.
Su ascensi¨®n al olimpo de Berl¨ªn es fruto de una cierta carambola. La presi¨®n de las bases socialdem¨®cratas, que amenazaron hasta el ¨²ltimo momento con dinamitar el nacimiento de una nueva gran coalici¨®n, forz¨® a Merkel a entregar a los socialdem¨®cratas (SPD), el socio minoritario, la cartera de Finanzas como trofeo.
Pero Scholz, de 59 a?os, no es ning¨²n reci¨¦n llegado a la pol¨ªtica. Ha sido ministro de Trabajo (2007-2009) y secretario general del SPD (2002-2004) y es un hombre que conoce a la perfecci¨®n los entresijos del poder, entre los que sabe moverse con habilidad y eficacia. Dentro del SPD, se le considera representante del ala m¨¢s liberal del partido y de ¨¦l no se esperan decisiones estridentes ni especialmente discordantes con las de Merkel, con quien ya trabaj¨® codo con codo en una anterior legislatura.
Este lunes poco antes de firmar el contrato de coalici¨®n con el bloque conservador de Merkel, dej¨® claro que, al menos en pol¨ªtica interna, piensa preservar el legado de su predecesor, Wolfgang Sch?uble, dando continuidad al rigor presupuestario; muy popular entre los alemanes. ¡°Solo puedo gastar lo que tengo¡±, suele decir, para explicar que huye de la deuda como de la peste, pero que tambi¨¦n defiende la inversi¨®n social, como ha demostrado en Hamburgo en los ¨²ltimos siete a?os.
Scholz se convierte a partir de hoy en una figura clave en el dise?o de la reforma de la eurozona y de las Finanzas europeas, como lo fue Sch?uble. Llega al cargo adem¨¢s en un momento en el que Berl¨ªn y Par¨ªs prometen ¡°refundar¡± Europa y fortalecerla para resistir los embates de crisis venideras. No se espera de Scholz grandes rupturas tampoco en este terreno. Se le considera un europe¨ªsta convencido, pero a la vez una opci¨®n segura y exenta de riesgos a ojos del contribuyente alem¨¢n.
El propio acuerdo de coalici¨®n que ejercer¨¢ de programa del Gobierno sit¨²a a Europa en el centro y promete dedicar m¨¢s fondos a la UE. El texto es decididamente pro europeo, pero a la vez vago, lo que permitir¨ªa a Scholz arrastrar los pies a la hora de pelear por reformas decisivas, en un pa¨ªs como Alemania, en el que todo lo que huela a financiar deudas de otros pa¨ªses produce sarpullidos en los electores.
Scholz, abogado laboralista, deja atr¨¢s la alcald¨ªa de Hamburgo, la segunda ciudad alemana y el gran puerto europeo, en el que la globalizaci¨®n no es una teor¨ªa pol¨ªtica, sino una realidad diaria que el regidor conoce de primera mano. Es tambi¨¦n la ciudad que el pasado julio ardi¨® por las protestas contra la cumbre del G20. Sorprendentemente, a Scholz no le ha pasado factura aquel enfrentamiento salvaje y fuera de control entre la polic¨ªa y los manifestantes en el coraz¨®n de la ciudad hanse¨¢tica. A Scholz le llovieron las cr¨ªticas por los fallos de organizaci¨®n de la cumbre, pero todo eso parece hoy agua pasada.
Los alemanes dicen de Scholz que es rob¨®tico ¨CScholzomat, le llaman-, fr¨ªo y pragm¨¢tico y es cierto que su expresividad es limitada. Subido al escenario durante la campa?a electoral en Hamburgo, el pasado oto?o, se mostraba parco en emociones y parec¨ªa m¨¢s bien el telonero en lugar del plato fuerte de los actos. El lunes pasado, durante la presentaci¨®n del acuerdo de coalici¨®n con Merkel, su primera gran conferencia de prensa y su puesta de largo, costaba escucharle. Su tono de voz era bajo y monocorde, acompa?ado de un contenido de similar planicie, que no permit¨ªa adivinar que aquel fuera el nuevo hombre fuerte de Berl¨ªn. A partir de hoy, lo es.
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